Tomte, el gnomo de la Navidad. Leyenda para niños sobre la generosidad

En los países escandinavos de Suecia, Finlandia y Noruega, Papá Noel tiene un aspecto muy diferente. No es un anciano grande y con una tremenda barriga, sino todo lo contrario: es pequeño, muy pequeño y eso sí, tiene una larga barba blanca y es muy bondadoso. Presta atención a esta preciosa leyenda navideña: Tomte, el gnomo de la Navidad. Conocerás al personaje que lleva los regalos a los niños escandinavos y que tiene un corazón muy generoso y cooperativo. Además, descubrirás una visión muy diferente del Papá Noel clásico.

La historia de Tomte, el gnomo de la Navidad, adaptada a los niños

Cuenta una leyenda muy antigua, que en la zona de Escandinavia (Suecia, Finlandia y Noruega), Papá Noel decidió pedir ayuda para repartir los regalos a los niños a un gnomo muy habilidoso, pequeño y saltarín, llamado Tomte. Y esta es su historia:

Tomte vivía tranquilo en su frío hogar escandinavo, escondido en medio de un frondoso bosque. No llegaba al metro de altura y tenía una larga barba blanca. Le encantaba salir de vez en cuando en la época de Navidad, para contemplar la felicidad de las familias.

A Tomte también le gustaba ayudar a los demás sin que le vieran: se encargaba de devolver las ovejas descarriadas a su granja o de iluminar con ayuda de sus amigas las luciérnagas un claro del bosque para que ningún aldeano se perdiera. A Tomte le encantaba ver la cara de felicidad de todos aquellos a los que ayudaba generosamente.

Una gélida noche de invierno, Tomte había salido a pasear y de pronto vio a un reno en apuros. Su pata había quedado atrapada entre unas ramas. Le pareció un reno muy extraño: ¡tenía la nariz roja como un tomate! Tomte no se lo pensó dos veces y acudió en su ayuda. Y así fue como de pronto se encontró cara a cara con Papá Noel.

Acababa de aterrizar con su trineo y su querido reno Rudolph había introducido sin querer su pata entre las ramas de un árbol. Tomte le ayudó a liberar su pata y Papá Noel se quedó pensativo. Llevaba toda la noche repartiendo regalos y estaba cansado. El pequeño gnomo le ofreció a Santa un chocolate caliente. Le invitó a su humilde morada y estuvieron un buen rato compartiendo anécdotas.

Cuento de gnomos navideños para niños - Tomte, el ayudante de Santa Claus

A Papá Noel le pareció que Tomte era la persona ideal para ayudarle, y decidió que esa noche le acompañara para aprender cómo era su trabajo. Al Tomte le encantó. Disfrutó sorteando obstáculos en las casas al dirigirse hacia el árbol de Navidad, andando de puntillas para no despertar a los niños... Le gustó tanto, que pidió a Santa dejar los últimos regalos de Navidad. A Papá Noel le pareció bien.

Estuvo observando con discreción y vio que el pequeño gnomo era realmente bueno entregando regalos (¡y además disfrutaba mucho!). Y así fue cómo se dio cuenta de que Tomte, era, efectivamente, el ayudante que estaba buscando.

Así que esa misma noche, y sin perder tiempo, Papá Noel ayudó a Tomte a hacerse un trineo con unas maderas del bosque. ¡Pero tenía un pequeño problema! Al no tener un reno como Rudolph, su trineo no podría volar. Por ello, le encargó una tarea muy importante: repartir los regalos cerca de su casa, por Escandinavia.

Desde entonces, Papá Noel delega cada año su trabajo a Tomte, y este pequeño gnomo es el encargado, gracias a su trineo y a las indicaciones que Papá Noel le dio en su día, de llevar todos los regalos a los niños escandinavos.

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Descubre si tu hijo entendió el cuento de Navidad de Tomte

Buscamos mejorar la comprensión lectora de los niños, pues es una destreza muy importante a lo largo de toda la vida de los niños. Por ejemplo, no podrán estudiar correctamente si no son capaces de entender lo que están leyendo de sus libros. ¿Y te imaginas un adulto que no es capaz de entender un folleto que le han entregado en la calle porque no mejoró su comprensión lectora? ¡Vamos a trabajar en ello!

Por ello, siempre que leas un cuento a tu hijo o hija (incluso si se trata de una fábula, cuento o leyenda navideño), hazle unas preguntas sencillas para comprobar si entendió la historia. Te proponemos hacer estas preguntas inspiradas en la leyenda de Tomte. No dudéis en volver a leer el cuento si tenéis alguna duda sobre la historia.

- ¿Quién y cómo era Tomte?
- ¿Dónde vivía Tomte?
- ¿Cómo conoció Tomte a Papá Noel?
- ¿Por qué piensas que escogió Papá Noel a Tomte como ayudante el día de Navidad?
- ¿Cómo crees que se sintió el pequeño gnomo ante su nueva tarea de la Navidad?

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Otras actividades para niños sobre las leyendas navideñas

Para fomentar el hábito de lectura, debemos proponer actividades divertidas y cuentos apropiados para nuestros hijos. Solo así (¡y dándoles buen ejemplo!) conseguiremos llamar su atención y motivarles a que los libros se conviertan en sus mejores amigos. Las historias de Navidad resultan realmente atractivas para los niños, pues están protagonizadas por seres mágicos.

A continuación te proponemos algunas actividades educativas divertidas inspiradas en la historia de Tomte y en la Navidad. Puedes adaptarlas para que sean apropiadas para tus hijos de distintas edades, teniendo en cuenta sus gustos.

- Laberinto de regalos
Para que ningún niño del mundo se quede sin regalos, ¡ayúdanos a resolver el laberinto! Descarga e imprime este juego de Navidad en pdf. Descubre, junto a tu hijo, cuál de los tres caminos pueden llevaros al regalo de Navidad.

- Describe cómo era Tomte
Cada vez es más común ver muñecos o esculturas de Tomte en nuestras tiendas según llega la Navidad: es un pequeño gnomo con barba y gorro puntiagudo. Debido a su popularidad creciente, tenemos una imagen muy clara de cómo es físicamente. Pero, ¿cómo os lo habéis imaginado cuando habéis leído el cuento? Anima a tus hijos a describirlo oralmente para mejorar su expresión y el uso de los adjetivos calificativos.

- Obra de teatro de Navidad para niños
¡Vamos a hacer teatro! Podéis recrear la escena en la que Tomte conoce a Papá Noel y este le pide que sea su ayudante. Para ello, podéis disfrazaros (o hacer vuestra propia máscara) e inventaros el diálogo. Este es un ejercicio muy divertido para que los niños pierdan la vergüenza y, además, trabajamos la empatía.

Los niños aprenden a ponerse en la piel de uno de los personajes. Solo tendrás que preguntarle: ¿Cómo crees que se siente el personaje en este momento de la leyenda?

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