Guión de Pastorela corta para niños - ¿Qué pasó tras el nacimiento del Niño Jesús?

Te proponemos una pastorela corta para representarla con los niños, en casa o en el colegio. Se titula  Luego del nacimiento del Niño Jesús ¿qué pasó?. Esta mini pastorela, perfecta para padres y educadores que estén buscando algo corto para montar con los niños, cuenta cómo fue la primera salida de casa del Niño Jesús con sus padres. ¿Te lo puedes imaginar? ¿Sabes a dónde lo llevarán? Pues aquí está lo que nosotros creemos que pudo suceder. ¡Seguro que les gustará muchísimo representarla en familia o en el aula de la escuela!

Pastorela breve para niños acerca de que pasó después de nacer el Niño Jesús

A continuación, te presentamos: ¿Qué pasó luego del nacimiento del Niño Jesús?, una pastorela corta infantil, que les gustará muchísimo ante la primera salida de San José, la Virgen María y el Niño Jesús. y es ni más ni menos que al pediatra. ¿Están listos?

Descripción de la obra
Se ve de frente el pesebre de Belén. San José, la Virgen María y el Niño Jesús están juntos muy alegres. Ha pasado un día después de que Jesús nació y es hora de llevarlo al pediatra para sus vacunas. La Virgen María es un poquitín aprehensiva con él. Así que José se alista para salir.

Personajes de la pastorela de Navidad infantil

• San José
• Niño Jesús
• Virgen María
• Rey Melchor
• Abuelita
• Pastorcito
• Doctor
• Narrador

Primer acto de la pastorela corta sobre qué sucedió luego de nacer el Niño Jesús

Narrador: María y José están conversando alrededor del pesebre. El Niño Jesús balbucea y juega en su cunita. De pronto, se escucha que el bebé tose muy fuerte.

María: Oye, José, el niño desde anoche anda con esa tos. ¿No será bueno llevarlo al pediatra?

José: ¡Ah, caray! Tienes razón, María. ¡Y de paso podríamos visitar a tu prima Isabel para presumirle a nuestro querubín!

María: ¡Es muy buena idea! Que vea a nuestro hermoso pequeño, pero antes de ir con mi prima primero vamos al pediatra, a ver si no es el famoso mal de ojo.

Narrador: María y José llegan a una sala de espera rústica, ahí están sentados varios personajes: un pastor con su oveja resfriada, un rey mago buscando su corona y una abuelita con una bolsa de hierbas que saca y guarda según sea el caso.

Rey Melchor: ¡Que naaaaadie se mueva! ¡He perdido mi corona! ¿Alguien la ha visto?

Abuelita: No, joven, pero ¿qué cree? Que tengo un té de ruda bien bueno que le ayuda a mejorar su memoria. ¡Pruébelo!

Pastor: Y si necesitas algo para la tos, José, aquí tengo a mi ovejita. ¡Nada mejor que la lana para abrigarse! Todos se burlan, pero deja que empiece a llover y hasta formados los voy a tener.

José: ¡No gracias! Pero venimos por el niño, no por mí. Es la primera vez que sale del pesebre y tenemos mucho miedo.

Narrador: En ese momento se escucha que llaman al Niño Jesús al consultorio y María lo lleva en brazos.

Segundo acto de la pastorela breve. Qué sucedió tras el nacimiento de Jesús

Doctor: Bueno, bueno, ¿qué tenemos aquí? Un niño divino... literalmente.

María: Sí, doctor, pero ¿qué cree? Está tosiendo mucho. ¿No tendrá algo mi niño?

Narrador: Después de revisarlo muy bien finalmente el pediatra dijo:

Doctor: No es nada grave, solo necesita un poco de este jarabe. Y, por si acaso, aquí tiene un ojo de venado para que no le hagan ojo. Ese niño está muy chiquito para que lo visite medio mundo en su casa o lo traigan de arriba para abajo en plena calle... se pondrá muy bien.

José: ¡Ah, qué alivio! Gracias, doc.

Narrador: Después de la visita al pediatra, José y María se dirigen a la casa de la prima Isabel. 

Prima Isabel: ¡Ay, queridos primos, bienvenidos! Y miren nada más a ese chiquitín, ¡igualito a su madre!

María: Gracias, prima. Venimos a presumírtelo y a que le des tu bendición.

Prima Isabel: ¡Claro que sí! Pero antes, ¡a comer unos tamales y atole que preparé especialmente para ustedes! Tú María debes alimentarte muy bien.

José: Gracias por preocuparte por nosotros, la verdad no hemos dormido nada y el bebé llora a cada rato. Pero aún así podemos festejar la salud y felicidad del Niño Jesús.

Narrador: El Niño Jesús comienza llorar y María y José ya no saben qué hacer. Están muy confundidos y en ese instante se acuerdan lo que les dijo el pediatra: denle besos, apapáchenlo y con eso se sentirá mejor. Así lo hicieron y José y María pudieron dormir aunque sea una siesta.

María: Gracias, prima. Ya vamos de regreso a Belén. ahora sí a disfrutar a nuestro hijo y a cuidarnos mucho.

José: ¡Siempre te agradecemos todo lo que has hecho por nosotros! Y Jesús también, ¡vámonos!

Narrador: Así, salieron los tres rumbo al pesebre y aunque seguramente el Niño Jesús no los dejará dormir, ¡siempre vale la pena!

Ideas para hacer un belén navideño para el nacimiento del Niño Jesús

En unas fechas tan especiales como las navideñas, hacer un belén que sea diferente al resto es un reto muy importante. La Virgen María, San José, el Niño Jesús, la mula y el buey han tenido distintas versiones a lo largo de la historia, pero no hay nada mejor que ponernos manos a la obra con manualidades originales y sencillas para toda la familia, por una Navidad distinta y bonita.

Belén de cartón para recibir al Niño Jesús

Para todos aquellos que tengan tiempo para una manualidad sencilla, podemos llevar a cabo un belén de cartón. Se trata de dibujar las figuras de los protagonistas, donde podemos incluir además a los Reyes Magos de Oriente. ¿Cómo hacerlo para que sea sencillo? La forma tiene que ser de tubo, es decir, hemos de cortar en cuadrados a cada personaje y en forma de rollo, pegarlo hasta que queden como tubos.

Después, será cuestión de dibujar sus facciones y los colores que hagan reconocible a cada uno de sus protagonistas, de manera que siempre estarán 'de pie'. Para el portal, será muy sencillo, ya que habrá que recortar en tres partes un trozo de cartón, para establecer las dos paredes y el techo. Para que no se muevan los tubitos de cartón que serán San José, la Virgen María y el Niño Jesús, nada como pegarlo con pegamento a una superficie ancha de cartón en el que quepan todos.

Un portal de Belén muy original hecho con bombillas

¿Quién dijo que la Virgen María o San José no podían hacerse con bombillas? Para que quede un belén divertido y a la vez original, no hay nada como poder hacer un Nacimiento diferente. El proceso es sencillo, con bombillas que ya estén gastadas, podemos dibujar con un rotulador o con témperas las caras y el cuerpo de cada uno de los protagonistas navideños. Además, así podremos sujetarlos con la base de cada bombilla con un hilo estático para poder moverlos en un momento dado a cada uno de los lados del pesebre.

¡A tomar las tijeras! Un belén recortable

Al hilo del belén de cartón, podemos hacer uno que tenga personajes navideños hechos con folios o papeles. El proceso es igual de sencillo, puesto que lo que tenemos que hacer es dibujar la silueta y posteriormente pintarle los atributos que hagan que los personajes sean fácilmente reconocibles. Para que no se doble el papel, podemos pegarlo sobre palos de helado para poder manejarlos hasta que queden establecidos cada uno en su puesto hasta la llegada de sus Majestades de Oriente.

¿Huevos cocidos para el belén? ¡Es posible!

Puede parecer algo insólito, pero queda muy divertido y es muy fácil de hacer. Una vez que tengamos claro el número de personajes 'invitados' a nuestro belén casero, debemos cocer los huevos que representarán a cada uno de ellos. La razón de que estén cocidos es que no sufrirán un desmembramiento si se rozan con la superficie.

Después, es necesario pintar con un rotulador permanente las caras de cada uno de ellos, y si queremos añadirle algunos símbolos reconocibles para que se sepa a simple vista quién es quién en la bonita Navidad. Después, podemos añadirles ropajes hechos con tela a medida de cada huevo, o incluso con recortes de papel de cada color concreto.

Belén casero hecho con plastilina para Navidad

Para los que tengan menos tiempo para crear pero más ganas de disfrutar divirtiéndose, proponemos un belén hecho a conciencia con plastilina. ¿Lo mejor? Que los colores del manto de la Virgen, del pesebre o incluso de la mula y el buey vendrán dados por la propia plastilina, y sólamente será cuestión de 'amasar' la plastilina con maña.

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