El mono Micolás se pierde. Fábula para niños sobre los peligros
Un cuento para enseñar a los niños lo arriesgado que puede ser alejarse de los padres sin avisar
- El mono Micolás se pierde - Los niños no deben alejarse de los padres
- Descubre si tu hijo ha entendido esta fábula corta con valores
- Otras fábulas cortas con monos para educar en valores a los niños
Uno de los mayores sustos que podemos tener los padres es que el niño desaparezca de nuestra vista. Por eso inculcarle la importancia de no alejarse de nosotros, o de avisarnos cuando va a ir algún sitio, es primordial. Enseñarle a no irse con extraños y a tener precaución de los peligros con los desconocidos puede ayudarle en muchos aspectos de su vida. Con la fábula de El mono Micolás se pierde podremos enseñar a los niños las consecuencias que pueden tener alejarse de los padres sin avisar.
El mono Micolás se pierde - Los niños no deben alejarse de los padres
El mono Micolás estaba muy feliz. Acababa de llegar con sus padres a la Jungla de los Macacos. Era un parque temático especialmente pensado para monos. Tenía todo tipo de atracciones: palmeras enormes para trepar, tiro al coco, lianas con las que columpiarse desde lo alto, un enorme tobogán de bambú... ¡había de todo!
El problema es que el parque era inmenso y las distancias entre los juegos, muy grandes. Los padres de Mico temían que el monito pudiera perderse.
- Te acompañaremos - dijo la madre.
- No, mamá, de verdad, puedo ir solo.
- Entonces, hagamos un pacto: Tu padre y yo esperaremos en el árbol de caucho y cada vez que quieras cambiar de diversión, vienes y nos cuentas dónde vas, así nos quedaremos tranquilos.
Micolás asintió y salió corriendo hacia la primera actividad: la pared de escalada. Se divirtió mucho llegando hasta arriba del todo, pero en vez de decir a sus padres que se disponía a ir a las lianas, fue directamente. Estuvo columpiándose ahí un buen rato y haciendo piruetas.
Después, le pareció ver a sus amigos, los trillizos, en la fila del tobogán de bambú y quiso ir con ellos. Olvidándose del trato, se adentró en el parque, sin que los padres lo supieran.
Al cabo de un rato, el monito se dio cuenta de que se había desorientado y de que no sabía el camino para volver al árbol de caucho, ni al tobogán.
- ¡Me he perdido! - pensó asustado - y ahora ¿qué puedo hacer?
Estaba tratando de buscar una solución, cuando empezó a llover intensamente.
- ¡Oh, no! ¡Lo que faltaba! ¡en menudo lío me he metido! – dijo en voz alta, mientras buscaba alguna pista que le llevara a un sitio conocido.
Cuando Micolás pasó por unas cabañas de madera, un simio con mal aspecto, le ofreció refugiarse de la lluvia, pero el monito recordó que no tenía que hablar con desconocidos y salió corriendo muy angustiado.
Por suerte, al cabo de unos metros, Mico se encontró con el guarda del parque y él lo acompañó al árbol de caucho donde esperaban muy preocupados sus padres. El monito les abrazó con cariño, prometiendo no volverse a alejar sin avisarles.
Moraleja: Nunca te alejes sin avisar, o el peligro puede acechar.
Descubre si tu hijo ha entendido esta fábula corta con valores
Averigua si tu hijo ha entendido el mensaje de esta fábula para niños haciéndole unas sencillas preguntas sobre el cuento. La comprensión lectora es uno de los primeros pasos al amor por la lectura. Hazles esta preguntas a tus hijos como si fueran un juego, no un examen... ¡Así será más divertida!
- ¿Dónde fue el monito Micolás?
- ¿Qué le pidieron sus padres que hiciera?
- ¿Por qué piensas que se alejó el monito sin avisar a sus padres?
- ¿Qué le pasó?
- ¿Crees que podría pasarte a ti?
A parte de hacer las preguntas de comprensión lectora, podemos trabajar con los niños otro tipo de actividades como una ilustración del cuento (que le servirá para fomentar su creatividad), una poesía a partir de la trama, una obra de teatro inspirada en la historia... Gracias a todas estas ideas, los niños considerarán que la lectura es una actividad divertida. ¿Qué mejor que fomentar el hábito de lectura entre los pequeños? ¡Aprenderán a apasionarse por la lectura!
Otras fábulas cortas con monos para educar en valores a los niños
¿Cuál es el animal preferido de tu hijo? Por lo general, a los niños les gustan los animales les inspiren el movimiento, la libertad y la autonomía. Por ello, los caballos, los leones y los monos, suelen ser sus preferidos. Los monos, por ejemplo, son inquietos, movidos y tienen mucha energía. Hemos seleccionado 5 fábulas y 1 poema con monos para tus hijos.
Con esos monos, aprenderán algunos valores:
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