El zorro y la perdiz. Fábula popular de Chile para niños

Un cuento tradicional y popular chileno para reflexionar con los niños sobre la importancia del valor de la gratitud

Estefanía Esteban, Periodista
En este artículo
  1. El zorro y la perdiz - Cuento chileno sobre la gratitud para niños
  2. Preguntas de comprensión lectora para tu hijo sobre la fábula
  3. Más cuentos para niños sobre la gratitud

Los cuentos y fábulas son narraciones de hechos en su mayoría inventados, que incentivan la imaginación de los más pequeños, al tiempo que también sirven para reflexionar sobre algunos comportamientos o valores esenciales como la gratitud.

En este caso, te ofrecemos este precioso cuento popular de Chile, concretamente de un pueblo situado al sur del país, el pueblo mapuche. La fábula es El zorro y la perdiz. En este caso, la lección que recibe el zorro de parte de la perdiz, servirá a tu hijo para reflexionar sobre lo importante que es cumplir con lo que prometes y el agradecimiento.

El zorro y la perdiz - Cuento chileno sobre la gratitud para niños

El zorro y la perdiz - fábula chilena

Cuentan los más ancianos del pueblo mapuche una historia increíble... Había una vez un zorro, muy lindo, pero con una boca muy grande y una voz horrible. Como el zorro cantaba muy mal, no conseguía encontrar novia. Y claro, él no quería pasar el resto de su vida solo, así que estaba desesperado buscando una solución. ¿Cómo podría cantar mejor?

El zorro probó de todo. Practicó, observó a los jilgueros para intentar copiarles, tomó muchas yemas de huevo para aclarar la voz... pero no había manera. Y ya, desesperado, decidió pedir ayuda. Pero... ¿quién podría conseguir que cantara bien? ¿El estirado ruiseñor? ¿El impetuoso gallo? Después de mucho pensar encontró la solución: ¡la perdiz!

Todos los habitantes de aquel lugar sabían que la perdiz era tremendamente generosa y amable. Y además, cantaba muy bien. Así que sin pensárselo dos veces. se dirigió a la casa de la perdiz moteada. Ella, al verle aparecer, se asustó, pero en seguida se compadeció de él.

- Amiga perdiz, tiene que ayudarme... ¡estoy desesperado!
- ¿Pero qué puedo hacer yo?
- Necesito cantar bien. Si no lo consigo, no encontraré novia.
- Ummm... - pensó la perdiz - Bueno, lo que veo es que tienes la boca demasiado grande. Para cantar bien, necesitas una boca más pequeña. ¿No te has fijado nunca en que los animales que mejor cantan tienen la boca pequeña?
- Es verdad - asintió el zorro - Pero, ¿qué puedo hacer?
- Tranquilo, que tengo la solución. Pero antes... ¿qué me darás a cambio? Porque claro, es un trabajo que necesita recompensa...
- No te preocupes, perdiz, que si tú consigues que cante bien, te daré todo lo que me pidas: lindos vestidos, joyas, zapatos...
- Ah, pues me parece bien. Todo eso me gusta. Espera aquí que en seguida vuelvo.

La perdiz regresó con hilo y aguja. y el zorro se asustó:

- ¡Pero Perdiz ¿Qué vas a hacer?
- No temas, que apenas te dolerá. Necesitamos hacer la boca un poco más pequeña...

Y diciendo esto, la perdiz comenzó a coser la boca del zorro por ambos lados. Al zorro le dolió, claro, pero en cuanto terminó la Perdiz de coser, de pronto se dio cuenta de que al cantar, su voz era mucho más bonita. ¡Al fin podría encontrar novia!

- ¡Gracias, Perdiz! ¡Me voy en seguida a buscar novia! dijo el zorro.
- ¡Espera, Zorro! ¿Qué hay de mi recompensa?
- ¿Recompensa? ¡Qué materialista eres, Perdiz! Deberías alegrarte por mi... Y ten cuidado, que aún sigo siendo un zorro, y aún con la boca más pequeña, te puedo comer.

La perdiz, presa de terror, salió volando. Y el zorro, contento, se fue a su casa. Y como estaba cansado, se echó a dormir.

Pasaba por allí la perdiz y al ver al Zorro durmiendo, se le ocurrió la manera de vengarse de él. Se acercó sigilosa hasta su oído y le gritó lo más alto que pudo. El zorro, asustado, dio un brinco y abrió todo lo que pudo la boca para gritar. Al hacerlo, se soltaron todos los puntos y la boca se rajó aún más, quedando más grande que antes.

La perdiz se fue de allí satisfecha: el zorro ahora tenía su lección. La cicatriz que quedaría le haría parecer con una boca mucho más grande y jamás podría cantar bien.

Preguntas de comprensión lectora para tu hijo sobre la fábula

Te proponemos reflexionar con tu hijo sobre esta historia que nos habla de un valor esencial: el del agradecimiento. ¿Habrá entendido tu hijo el mensaje de este cuento? Descúbrelo con esta preguntas:

- ¿Por qué no podía encontrar novia el zorro?

- ¿A quién le pidió ayuda el zorro?

- ¿Qué le propuso hacer la Perdiz para que cantara mejor?

- ¿Qué le pidió la Perdiz a cambio de ayudarle?

- ¿Qué hizo el zorro después de que la Perdiz le ayudara?

- ¿Qué hizo la Perdiz para darle una lección al zorro?

- ¿Qué has aprendido con esta fábula?

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