Los lugares más raros para nacer. Bebés que nacen en sitios extraños

La mayor parte de mamás primerizas pasan días dilatando hasta que por fin, nace su bebé. En cambio otras, casi no tienen tiempo de empujar, no notan contracciones o dolor alguno, o simplemente todo sucede tan rápido que... ¡sorpresa, ha nacido el bebé!

Es por ello que un pequeño porcentaje de mujeres no consiguen llegar al hospital para dar a luz, o este les sorprende en un momento y lugar en que el nacimiento del bebé parece todo un milagro. Estos son algunos casos de mujeres que dieron a luz en lugares extraños.

Los lugares más raros del mundo para nacer

El último nacimiento en un lugar peculiar, ha sucedido en Madrid junto a los pies de la fuente de Cibeles, lugar donde los aficionados del Real Madrid celebran sus victorias. Una mujer viajaba en un taxi en dirección al hospital, cuando a la altura de la glorieta de Cibeles, pidió al taxista que parara porque iba a nacer su bebé, y allí vio la luz Lady, una niña sana que recibió posteriormente todos los cuidados. 

En Mozambique (África) una mujer dio a luz durante unas inundaciones. La mujer embarazada se subió a un árbol para salvar su vida y allí estuvo durante cuatro días sin alimento ninguno. El parto tuvo lugar cuando la mujer seguía luchando por su vida, sin que nadie la ayudara. Rositha nació en un árbol y el bebé y su mamá fueron finalmente rescatadas.

A las mujeres embarazadas no se les recomienda viajar en la recta final de embarazo y muchas compañías aéreas no dejan volar a mujeres en las últimas semanas de gestación. Sin embargo, algunos bebés se han adelantado y han nacido en pleno vuelo. Incluso algunos tuvieron la fortuna de ser obsequiados con billetes de avión de por vida, como una mamá que dio a luz a su bebé en un vuelo de British Airways.

Uno de los nacimientos más sorprendentes tuvo lugar en la Antártica. Allí nació Emilio Marcos Palma en 1977, cuando su mamá, una mujer argentina, esposa de un militar fue trasladada allí por la Junta Militar que gobernaba Argentina para reclamar la legitimidad del territorio. La mujer que viajó embarazada, tuvo a su bebé en el llamado, sexto continente.

Incluso hay nacimientos que se han producido bajo tierra, como el caso de Juan Esteban que vino al mundo en el metro de Medellín, en 2006 ya que a su mamá no le dio tiempo a llegar al hospital. 

En taxis, autobuses, centros comerciales, ascensores, en el lugar de trabajo... Cualquier lugar se puede conviertir en un improvisado paritorio cuando el bebé decide salir. Y es que, cuando el parto ha comenzado, no se puede parar.

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