Remedios caseros para el catarro y los resfriados de los niños
Soluciones para tratar los síntomas de la gripe y catarros en nuestros hijos en casa, sin necesidad de ir al médico
- Remedios caseros naturales para síntomas de resfriados infantiles
- Otras pautas a tener en cuenta cuando los niños están enfermos
- Ante cualquier duda, acude con tu hijo al pediatra
Si tu hijo presenta síntomas de resfriados o catarros y deseas aliviarlos en casa, puedes aplicar algunos remedios caseros naturales que a continuación te proponemos. Ante este tipo de síntomas, una de las principales preocupaciones de los padres es aliviar las molestias de hijos enfermos. Son esos momentos que los niños se despiertan con un ataque de tos, con muchos mocos, les duele la garganta o les sube la fiebre de forma repentina.
Los remedios naturales que te proponemos a continuación son alivios caseros y, por tanto, es importante que los usemos siempre con sentido común (teniendo en cuenta la edad y necesidades de los niños, buscando siempre que no sean dañinos, etc.). Recuerda que el mejor tratamiento es el que te recomienda el pediatra. Este es el profesional indicado para supervisar la salud de tus hijos y, además, está a tu disposición para resolver las dudas, también las relacionadas con el resfriado y catarro infantil.
Remedios caseros naturales para síntomas de resfriados infantiles
¿Qué podemos hacer cuando nuestro hijo tiene síntomas de catarro? Es entonces cuando los padres agudizamos el ingenio y sacamos a pasear esas astucias y trucos que conocemos para aliviar el resfriado a nuestros hijos. No queremos, sin embargo, continuar con estos remedios caseros para las molestias más habituales de los resfriados y catarros sin recordarte que nunca debes automedicar a tus hijos. Es mejor contar con la supervisión del pediatra.
1. Remedios naturales para bajar la fiebre
Ante un resfriado o catarro (también ocurre en la gripe) los niños pueden tener febrícula (cuando la temperatura corporal llega a 37,5 - 38 ºC) o fiebre (más de 38 ºC). Se recomienda que al tomar la temperatura con un termómetro digital en la axila se retire 2 minutos después de que suena para que la toma sea más precisa.
Cuando el termómetro muestra fiebre alta o que se mantiene durante más de 5 días, debemos llevar al niño a un médico. En menores de 3 meses, la fiebre es una urgencia médica y se debe ir a emergencias lo antes posible.
En caso de fiebre baja, debemos recordar que no siempre es necesario bajarla. Si no afecta a la vitalidad de los niños, ni sienten molestia alguna, podemos esperar a que baje (siempre controlando que no suba). En cualquier caso, estos remedios caseros pueden ayudarte, siempre con precaución, a regular la temperatura corporal de los niños. La presencia de fiebre es una señal buena y expresa una reacción de defensa del organismo contra toxinas que se tienen que eliminar.
- Quitarle la ropa de más abrigo o mantas si está en la cama para que no siga subiendo la fiebre.
- Darle al niño abundante agua para compensar la pérdida de líquido por el sudor. Es importante controlar la deshidratación.
- Mojar una compresa o toalla en agua tibia y colócala en los tobillos del niño. También puedes colocarla en la frente y muñecas. Jamás usar alcohol ya que puede producir intoxicación etílica en los niños.
- Dejar al niño en una habitación bien ventilada, con temperatura ambiente y con luz suave, pero que no le dé la corriente de aire directamente. Cuidado también con las corrientes de los aires acondicionados.
- En último extremo, bañar al niño pero comprobar que la temperatura del agua esté solo dos grados menor que su temperatura corporal.
2. Remedios caseros para el dolor de garganta
La amigdalitis o faringitis es muy molesta y a menudo puede darse junto al resfriado o catarro. Si los síntomas son graves o se mantienen durante mucho tiempo, es conveniente llevar al pequeño al pediatra para que revise si se ha podido complicar.
Si tu hijo está incómodo y molesto con el dolor de garganta, puedes:
- Calentar agua, añadir miel y un chorrito de limón para que el niño haga gárgaras.
- Puede hacer gárgaras con un preparado a base de media cucharada de sal por cada vaso de agua calentada previamente. Esto podría aliviar las molestias relacionadas con la garganta y, sobre todo, suavizarla.
- Dos cucharaditas de miel tomadas directamente ayudan a combatir el dolor de garganta y también la tos. A la hora de dar miel a los niños, debemos tener en cuenta que es un alimento a evitar en los menores de un año.
[Leer +: Cómo curar la gripe de los niños]
- Mantén caliente la garganta del niño, ponle un pañuelo al cuello; mejor aún si el pañuelo está calentito.
- La garganta ha de estar siempre húmeda, dale abundante agua o zumo natural. Esto ayudará, además, a evitar la deshidratación.
- La sopa caliente alivia el dolor de garganta, sobre todo si es a base de caldo de pollo.
3. Remedios caseros contra los mocos
La mucosidad excesiva asociada al catarro infantil es una molestia que puede ser muy incómoda y además, el no eliminar loa mocos puede traer otras infecciones como otitis o bronquitis. A continuación, te proponemos algunos remedios naturales para que los mocos no sean tan molestos para los niños.
- Podemos dejar una cebolla cortada en rodajas bajo su cama por la noche. La casa tendrá un fuerte olor a cebolla, pero los vapores que emana tienen un fuerte efecto mucolítico. Se trata de uno de esos remedios caseros que las abuelas recomiendan a sus hijos y nietos, ¿verdad?
4. Remedios naturales contra la tos
La tos persistente o tos perruna que trae un resfriado es realmente incómoda y no hay una medicina que acabe radicalmente con ella, solo si podemos aliviarla un poco. ¿Cómo?
- Tomar cucharaditas de miel, que suavizan la garganta en caso de catarro. Una vez más, te desaconsejamos el uso de la miel en los niños menores de 1 año.
- Animar al niño a beber abundante líquido y mantener la garganta siempre húmeda.
- Hacer un jarabe a base del zumo de un limón, 2 cucharadas de miel, un poco de cebolla picada y jengibre rallado. Removemos bien la mezcla, la dejamos reposar 10 minutos, la colamos y se bebe a sorbos pequeños durante todo el día.
- Dar al niño un baño caliente porque los vapores suavizan las vías respiratorias. También podemos preparar una vasija o barreño con agua caliente y acercárselo mucho a la cara (con cuidado de no provocar quemaduras o lesiones).
5. Remedios caseros para descongestionar la nariz
Los niños duermen peor y descansan mal con la nariz tapada por los mocos, por lo que también podemos optar por alguno de los siguientes remedios caseros. Para ayudar a mitigar la descongestión nasal de los niños ante un resfriado o catarro puedes:
- Propiciar que respirar vapor de eucalipto mediante, por ejemplo, humidificadores con esencias.
- Limpiar las fosas nasales con agua de sal o agua marina.
- Pelar un diente de ajo y masticarlo, el niño tendrá un fuerte aliento pero mejorará su olfato.
- Aplicar compresas calientes en los senos paranasales y en la nariz.
- Tomar sopa bien caliente ayuda a desinflamar las mucosas y a respirar mejor. Recuerda preparar un rico caldo casero de pollo. El pollo, como muchos alimentos proteicos, contiene un aminoácido llamado cisteína, el cual tiene un gran parecido con la acetilcisteína, que es un mucolítico que disuelve o destruye el moco. Idealmente, se debe preparar con condimentos picantes.
Otras pautas a tener en cuenta cuando los niños están enfermos
Tanto si tu hijo tiene gripe, como si es un resfriado o catarro, tener en cuenta las siguientes medidas os ayudarán a que se sienta mejor y la convivencia con el resto de la familia sea más agradable.
- Extremar las medidas de higiene
Ya sea para evitar contagios o para sentirnos mejor, es importante que durante los días en los que los niños están enfermos tengamos más cuidado con las medidas de higiene y limpieza en casa. ¡El lavado de manos es esencial!
[Leer +: Cuento para enseñar higiene a los niños]
- No le obligues a comer
Durante un proceso de resfriado o gripe, es habitual que los niños pierdan el apetito. A menudo, esto se debe a que están cansados, pero también a la acumulación de mocos. No obligues a tus pequeños a comer si no tienen hambre, pero sí que es importante asegurarnos de que están bien hidratados.
- No lleves a tu hijo al colegio
Parece algo obvio, pero a veces nos vemos forzados a llevar a los niños al colegio aunque tengan algunos síntomas porque los padres debemos ir al trabajo. Esto no es buena idea por muchos motivos. En caso de gripe, por ejemplo, podemos hacer que otros pequeños se contagien. Pero, además, debemos recordar que nuestro pequeño no se encuentra bien y necesita descanso.
- Buscar ocio infantil
Es posible que tu hijo, si está enfermo, tenga muchos tiempos en los que quiera descansar y dormir. Pero es posible que poco a poco se vaya sintiendo mejor y le apetezca hacer algo. Busca cuentos y películas para que no se aburra.
- Dar mucho amor y cariño
¡Este sí que es un buen tratamiento para cualquier resfriado!
Ante cualquier duda, acude con tu hijo al pediatra
Antes de terminar este artículo queremos reiterar la importancia de acudir al pediatra (a veces de forma urgente y, en otras ocasiones, con una revisión o cita periódica) para supervisar la buena salud de nuestros hijos. Este profesional es el indicado para aconsejarnos los mejores medicamentos (¡nunca automediques!) para tratar o para aliviar los síntomas de cualquier enfermedad que sufran los niños.
Si bien la sabiduría popular nos puede recomendar algunos remedios caseros que llevan usándose generaciones para tratar resfriados o catarros, no podemos olvidar que no son tratamientos médicos. Los debemos usar con mucho cuidado y siempre vigilando los efectos que tienen en los niños.
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Bibliografía
- Suárez Castañón, C. (2016) Infección respiratoria de vías altas. V Congreso Asociación Asturiana de Pediatría de Atención Primaria. Oviedo. https://www.aepap.org/sites/default/files/infeccion_respiratoria_vias_altas.pdf