Causas comunes de hematomas y moretones en las piernas de los niños

Los niños por naturaleza, son en su mayoría inquietos, les encanta saltar, correr, descubrir, y en ese afán de disfrutar y jugar a menudo se golpean provocando la aparición en su cuerpo de hematomas, también conocidos como moretones. En la gran parte de los casos es debido a las continuas caídas o golpes accidentales sin consecuencias que sufren los más pequeños jugando, y que propician esta acumulación de sangre bajo la piel, que va cambiando de color según va evolucionando de morado a amarillo. Hablemos de las causas comunes de hematomas y moretones en las piernas de los niños.

Cuándo preocuparse si los niños muestran moretones en sus piernas

Hay niños más propensos a presentar hematomas que otros con mayor facilidad, esto se debe a que tienen vasos sanguíneos delgados o una piel fina que propicia la aparición de moretones con golpes en apariencia débiles. Las piernas de los niños es el lugar donde con más frecuencia aparecen aunque igual se encuentran en las rodillas, brazos y con menor frecuencia en la cabeza.

En algunos casos, la aparición de hematomas en las piernas es hereditaria. Si uno de los padres era propenso a tener moretones con facilidad, es probable que los hijos también. Además, el uso de medicamentos anticoagulantes o suplementos aumenta la facilidad con la que se forman los hematomas. Por eso hay que informar al médico cualquier tratamiento que tome.

También es posible que los niños activos físicamente, como los que practican deportes o juegan al aire libre, tengan mayor probabilidad de presentar moretones por el contacto constante con superficies duras o las caídas accidentales. En estos casos, los hematomas son normales, pero conviene observar constantemente si sanan con rapidez o si aparecen de forma excesiva.

Otro aspecto es la edad del niño, en especial entre los 1 y 5 años, los pequeños están en una etapa de descubrimiento en la que gatean y caminan sin tener control de su equilibrio. Esto los hace vulnerables a pequeños golpes y caídas que pueden provocar hematomas. También pueden presentar pequeñas lesiones como resultado de rascarse con fuerza o por llevar mochilas pesadas.

¿Cómo tratar los hematomas y moretones en las piernas de tus hijos?

Por lo general estos moretones no duelen y se curan por sí solos con el paso de una a dos semanas. Los dermatólogos aconsejan aplicar hielo tres veces al día durante las primeras 48 horas sobre la zona en la que aparece el hematoma. En caso de que el moretón no cambie de color durante más de 14 días o continúe el dolor sería recomendable acudir al pediatra.

Además del hielo, el niño puede elevar la pierna afectada para reducir la inflamación. También existen cremas de árnica o geles antiinflamatorios que pueden ayudar a reducir la hinchazón y acelerar la recuperación. Los masajes suaves y evitar actividades físicas fuertes durante unos días también son estrategias para favorecer la desaparición de los moretones.

Es fundamental mantener limpia y protegida la zona del hematoma, sobre todo si ha habido una herida. Luego hay que aplicar una compresa tibia después de las primeras 48 horas para ayudar a reactivar la circulación. Si el niño siente dolor o molestia en la zona, puede tomar un analgésico como el paracetamol, pero siempre con autorización y dosis recomendadas por el pediatra.

Se debe evitar el uso de aspirina, ya que tiene propiedades anticoagulantes que podrían agravar el hematoma. Observa si el niño presenta hematomas recurrentes en las mismas zonas del cuerpo y en caso de que los hematomas tengan otros síntomas como sangrados nasales, encías sangrantes, fiebre o fatiga, hay que consultar con el médico de inmediato para una evaluación.

Hematomas en niños sin motivo aparente - Deficiencia de vitamina K

Los expertos recomiendan que si estos hematomas aparecen sin ningún motivo que lo ocasiones, y se presentan en repetidas ocasiones debemos consultar inmediatamente con el pediatra porque podría ser una señal de una deficiencia de la vitamina K, un síntoma de alguna dificultad hematológica del niño como la púrpura, un nivel bajo de plaquetas, o de cáncer en la sangre o leucemia.

Es importante atender la frecuencia y ubicación de los moretones. Si aparecen en zonas poco habituales o si se acompañan de otros signos como manchas rojas en la piel (petequias), fatiga o pérdida de peso, podrían indicar una condición médica. Una de las pruebas más comunes que puede indicar el pediatra ante la sospecha de un problema hematológico es un hemograma completo.

Este análisis de sangre permite conocer el estado de las plaquetas y los componentes de la coagulación. En caso necesario, el niño debe ir al hematólogo pediátrico para una evaluación más detallada. También hay que considerar la posibilidad de un trastorno hereditario de la coagulación, como la hemofilia o la enfermedad de Von Willebrand, especialmente si hay antecedentes familiares.

Por otro lado, algunas infecciones virales provocan una disminución temporal de plaquetas, lo que hace que el niño presente moretones sin un golpe. Esta situación suele ser transitoria, pero requiere control médico. Una alimentación deficiente también importa, ya que una dieta baja en vitamina C, vitamina K, hierro o proteínas afecta la salud de los vasos sanguíneos y la coagulación.

Tipos de hematomas que pueden aparecer en las piernas de los niños

Existen distintos tipos de hematomas que pueden manifestarse en las piernas de los niños, y reconocerlos es muy útil para los padres. Los moretones superficiales son los más comunes porque aparecen justo debajo de la piel y suelen ser pequeños, indoloros y fáciles de identificar. Por lo regular, su coloración va del morado y pasando después al verde y amarillo conforme sanan.

También aparecen hematomas más grandes o profundos, conocidos como equimosis, que no siempre se relacionan con un golpe aparente. Abarcan zonas más extensas de la pierna y provocan dolor o hinchazón. En casos menos frecuentes, aparecen petequias o puntos rojizos y aunque no son moretones como tal, sí pueden alertar de problemas de coagulación.

Para saber si un hematoma ha sido causado por un golpe o por otra causa, una de las pistas principales es recordar si el pequeño ha tenido una caída reciente. Si el niño corre, salta y juega, es probable que los moretones sean normales y estén relacionados con pequeños traumatismos. Sin embargo, esto cambia si los hematomas aparecen espontáneamente.

Pon atención a los moretones en zonas como la espalda, el pecho o detrás de las orejas, si son numerosos y no hay recuerdo de golpes, es recomendable consultar al pediatra. Otros signos de alerta son hematomas acompañados de sangrados frecuentes, fatiga o infecciones recurrentes. En esos casos, pide realizar pruebas médicas para descartar púrpura trombocitopénica o leucemia.

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