El autismo a través de la mirada de una madre: historia y lecciones
Cómo entender el autismo de los niños. Entrevista con Amaya Áriz, madre de un niño con TEA
- Mi experiencia con un hijo con Trastorno del Espectro Autista
- Cuando el diagnóstico de TEA en tu hijo duele... y mucho
- Evolución, esperanza y la importancia de la detección temprana
- Tips útiles para padres de hijos con TEA
El autismo, un trastorno neurológico que afecta a millones de niños en el mundo, se vuelve aún más comprensible cuando se narra desde la experiencia íntima de una madre. Amaya Áriz, autora de La alegría muda de Mario, nos abre las puertas a su vida familiar, marcada por el diagnóstico de su hijo Mario y por una transformación profunda que va más allá de la maternidad. Su relato nos invita a mirar con empatía, a formarnos y, sobre todo, a no rendirnos. Así se vive el autismo a través de la mirada de una madre.
Mi experiencia con un hijo con Trastorno del Espectro Autista
Amaya es abogada y madre de Mario, un niño diagnosticado con autismo severo. Lo que comenzó como una forma de desahogo personal terminó convirtiéndose en un libro que ha ayudado a miles de familias. "Empecé a escribir para poder gritar", cuenta. Al recibir el diagnóstico, Amaya vivió un duelo inesperado: no por el niño que tenía frente a ella, sino por el que había imaginado. "Ese hijo que proyectaste ya no será", explica. En lugar de hablar, escribió. Y lo que fue un espacio íntimo pronto se convirtió en un blog seguido por muchas personas que buscaban consuelo, guía y comprensión.
Uno de los aspectos clave de su mensaje es romper los mitos que aún rodean al autismo. No es una enfermedad mental, ni una discapacidad intelectual, sino un síndrome neurológico que afecta tres áreas: la socialización, la comunicación y la flexibilidad de pensamiento. Mario, por ejemplo, no hablaba, jugaba de forma distinta y parecía desconectado, señales que hoy Amaya reconoce claramente, pero que en su momento no fueron tan evidentes ni para ella ni para los profesionales que lo atendieron.
Cuando el diagnóstico de TEA en tu hijo duele... y mucho
Aceptar el diagnóstico no solo implicó un cambio interno, sino también aprender a enfrentar el juicio externo. "A veces nos duele más el qué dirán que el propio diagnóstico", afirma. Para Amaya, es fundamental que las familias se formen, que cambien su forma de comunicarse con sus hijos y que aprendan a entrar en su mundo. Hablarles a su altura, mirarlos con empatía y demostrarles que los entendemos puede marcar una gran diferencia. "No es que no quieran conectar con nosotros, es que les cuesta entender este mundo", insiste.
Mario le enseñó muchas cosas: que la impaciencia es una construcción de los adultos, que todos los niños —tengan o no autismo— merecen que respetemos sus intereses, y que la clave para comunicarse con ellos no está en imponer, sino en imitar, compartir y acompañar. "Imitar lo que él hacía fue el inicio de nuestra conexión. Si él se tumbaba, yo me tumbaba. Si tocaba el tambor, yo me unía con una cuchara". Así comenzó a construir un puente hacia su hijo.
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Evolución, esperanza y la importancia de la detección temprana
Aunque Mario también tenía un trastorno de planificación motriz que dificultaba su habla, Amaya no se rindió. Aprendió un sistema de signos asociados a sílabas y lo aplicó a diario, durante meses. Hasta que un día, su hijo empezó a repetir palabras. "Oír su voz fue tocar el cielo", recuerda emocionada. Hoy, Mario juega con su hermana, escribe su nombre, reconoce números y letras, y se comunica cada vez más.
Nada de esto hubiera sido posible sin una terapia intensiva, diaria y constante. Pero antes de eso, fue necesario obtener un diagnóstico certero, algo que, en su caso, tardó demasiado. Por eso, Amaya insiste en la importancia de escuchar a las familias, de no minimizar las señales y de buscar ayuda profesional desde los primeros indicios. "Con terapia, un niño con autismo siempre evoluciona. Y mucho", afirma con convicción.
El testimonio de Amaya Áriz es una voz potente que representa a muchas otras. A través de La alegría muda de Mario, comparte no solo la historia de su hijo, sino también un mensaje de esperanza y fortaleza. Porque cuando una madre se sumerge en el mundo de su hijo, por complejo que sea, puede descubrir en él un paraíso inesperado.
Tips útiles para padres de hijos con TEA
La experiencia de Amaya Áriz deja grandes enseñanzas para otras familias que conviven con el autismo. Desde su vivencia, comparte algunas claves que pueden marcar una gran diferencia en la vida de los niños y sus padres.
El primer consejo es formarse. Entender qué es el autismo, cómo se manifiesta y cuáles son las mejores formas de comunicación, ayuda a reducir la incertidumbre y a sentirse más preparado. Libros como More than words, ampliamente recomendados por familias, pueden ser una guía muy útil.
Otro aspecto fundamental es aprender a entrar en el mundo del niño. En lugar de forzar una interacción, conviene observar qué le interesa, qué le llama la atención, y acompañarlo desde ahí.
Hablarles mirándoles de cerca, a su altura, sin prisa ni juicios, también favorece la comunicación. Mostrarles que les entendemos, incluso sin palabras, es un primer paso poderoso.
Además, es importante confiar en que la evolución es posible. Con diagnóstico temprano y terapia constante, muchos niños pueden desarrollar habilidades que parecían inalcanzables al principio. Y, sobre todo, es fundamental recordar que cada pequeño avance es una gran victoria.
Por último, rodearse de otras familias, pedir ayuda y compartir experiencias puede ser de gran alivio. Saber que no estás solo en el camino cambia la perspectiva y da fuerza para seguir adelante.
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Bibliografía
- Autism Speaks, 2011. Guía para padres sobre el autismo. https://www.autismspeaks.org/sites/default/files/parents-spanish.pdf