Estar sano está relacionado directamente con ser feliz, y no hay nada que haga más feliz a los niños que estar rodeado por la gente le quiere. A todos nos gusta sentirnos queridos, así que debemos tratar a la gente como nos gusta que nos traten.
Ya sea en el deporte o en el día a día, si eres amable con los demás, los demás serán amables contigo. Así que dibuja siempre tu mejor sonrisa y respeta a todos los que estén a tu alrededor por muy diferentes que sean a ti.
No sólo evitaras la obesidad mejorará tu cuerpo si haces ejercicio varios días a la semana, tu ánimo será mucho mejor al ver que superas retos y te sentiráss en paz contigo mismo.
Para hacer frente a todas las obligaciones que tiene el niño durante la jornada, es fundamental que se relaje durmiendo durante, más o menos, nueve horas. Si les cuesta relajarse, podéis leer un cuento para dormir.
Por muy buenos que estén, los dulces de este tipo solamente se pueden tomar una vez por semana. Un abuso de tartas, bollos y chucherías desemboca en sobrepeso.
El calcio, mineral fundamental en el crecimiento y buen desarrollo de los huesos, está principalmente en la leche. Así que si queremos crecer fuertes, hay que darles leche a diario.
Los expertos recomiendan unos seis vasos de agua al día y cinco piezas de fruta, y aunque parezca imposible no lo es. Si tomamos una pieza de fruta y bebemos un poquito más de un vaso de agua en cada una de las comidas que hacemos, ya está el reto cumplido.
Comer deprisa y sin masticar provoca una digestión mucho más pesada de lo habitual, así queno podemos tomarnos la hora de la comida como una competición. También es importante tener en cuenta que el niño debe comer bien, pero no más de lo necesario.
Si queremos prevenir la obesidad de los niños, es deber de los padres el enseñarle a comer varias veces al día. Desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. No vale de nada no almorzar o no merendar si luego vamos a comer demasiado en la comida y en la cena.