Causas de los dientes amontonados de los niños
Por qué algunos niños tienen los dientes apiñados y torcidos
- Qué hace que la mandíbula del niño crezca de forma correcta
- Qué factores alteran el crecimiento de la mandíbula del niño
¡Qué bonita es una sonrisa con los dientes perfectamente alineados! Pero cuando falta espacio, cuando los dientes están amontonados decimos que hay 'apiñamiento' y este apiñamiento estéticamente se aprecia sobre todo cuando afecta a la parte delantera de la boca; y suele ser más común en la arcada inferior que en la superior.
La falta de espacio en la arcada para contener los dientes es la causa primaria del apiñamiento. No caben los dientes en su posición correcta y no queda otra solución que colocarse girados.
Qué hace que la mandíbula del niño crezca de forma correcta
La típica explicación de que el niño ha heredado 'los dientes grandes del padre y el hueso pequeño de la madre' parece que no se sostiene. También habrá heredado entonces los fémures grandes, los cúbitos grandes, las vértebras grandes del padre y la piel (de la misma procedencia embriológica que los dientes) de la madre, y no por eso la piel se le queda corta para cubrir tanto hueso.
¿Qué es entonces lo que puede justificar el apiñamiento? Habrá que explicarse por qué el hueso del niño no ha crecido para albergar a los dientes. ¿Qué es lo que impide o 'dirige' el crecimiento del hueso? La función. La mandíbula crece porque al amamantar los movimientos hacia adelante y hacia atrás “tiran” de la mandíbula a la altura de la articulación temporomandibular y promueven el crecimiento en longitud de la mandíbula.
Posteriormente, van saliendo dientes y muelas. Las muelas son para masticar. Desde que sale la primera muela el niño está capacitado para comer sólido (la salida de la primera muela coincide con que el niño ya se sostiene sentado y otras señales que indican que no se atragantará). Cuando salen la primer muela de arriba y la de abajo, cada vez que contactan se produce una 'chispa' de crecimiento que hará que la mandíbula se engrose y crezca en volumen. Así que mamar y masticar, por los dos lados de forma alternante, es toda la gimnasia que el niño necesita para que le crezca bien la boca y por tanto la cara.
Qué factores alteran el crecimiento de la mandíbula del niño
Pero si la boca se utiliza para otras cosas, como por ejemplo para respirar, todo se ve alterado. Un niño que respira por la boca no mastica por los dos lados, no puede, utilizará solo uno porque se atraganta al tener que masticar y respirar por el mismo sitio. La boca se estrechará, el paladar adquiere forma de bóveda y todo se transformará en una 'nariz' para que el aire pueda pasar a una temperatura mejor. La fuerza del aire al respirar y la tonicidad de los tejidos blandos, que estarán flácidos, no permiten un crecimiento normal del hueso. Para el individuo es importante estar lo mejor oxigenado posible y respirar es una función vital, de forma que el organismo del niño tendrá como prioridad la respiración, y la masticación pasa a un segundo plano. La lengua no ayuda a que los dientes estén bien colocados, y los labios y los carrillos tampoco.
Otra causa muy habitual de apiñamiento es la pérdida prematura de piezas de leche, normalmente por caries. Cuando un diente o una muela tienen caries en un lateral, esa pieza pierde anchura. Los dientes definitivos son más anchos que los de leche, así que si el de leche se 'estrecha' el definitivo tendrá menos sitio y erupcionará en mala posición.
Con lo cual volvemos a las causas que suelen justificar casi cualquier problema bucodental de la infancia: el amamantar por lo menos los 2 años que recomienda la OMS, el introducir alimentos sólidos cuando la boca ya está preparada para ello, y una higiene correcta son las claves para disfrutar de una correcta salud bucodental en la infancia y que esta se prolongue en la edad adulta.
Odontóloga materno - infantil
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