Curar heridas y hemorragias en niños

Cómo atender una herida o una hemorragia en los niños

Juan Jesús Hernández, Medicina General
En este artículo
  1. Curar heridas y hemorragias en los niños

¿Qué debemos hacer cuando nuestro hijo se hace una herida o se quema con una fuente de calor? Saber cómo atenderle y ofrecerle un primer auxilio es fundamental para evitar infecciones.

El doctor Juan Jesús Hernández, responsable del Plan de Salud del Departamento de Salud y Socorros, de Cruz Roja, nos explica todo lo que necesitamos saber para atender heridas y quemaduras en los niños.

Curar heridas y hemorragias en los niños

Herida sangrando rodilla

¿Cómo podemos curar en casa una herida profunda a un niño o detener una hemorragia hasta que llegue la asistencia medica?
El procedimiento de actuación que tenemos en Cruz Roja es: proteger, alertar, socorrer (PAS). Esto quiere decir que ante una herida profunda o una hemorragia importante, lo primero es hacer seguro el lugar en el que estemos, por ejemplo, si el niño se ha cortado con un vaso que se ha roto, lo primero es apartar los cristales. Después, llamaremos al servicio de emergencias si la gravedad lo requiere, y luego ya podremos atender a nuestro hijo.

Hay que tener en cuenta que las hemorragias pueden poner en peligro la vida de la persona, y si no somos capaces de controlarlas, siempre hay que hacer la llamada de emergencia o derivar a un centro hospitalario. ¿Cuáles son esas medidas?

Primero, ejercer una presión directa sobre el foco de la hemorragia, teniendo en cuenta que el primer apósito o las primeras gasas que coloquemos pegadas a la piel nunca las vamos a quitar, porque es posible que se esté creando un coágulo y al retirar ese primer vendaje podríamos aumentar todavía la intensidad de la hemorragia. Por lo tanto, si se nos empapa en sangre, añadiríamos otro apósito al inicial que ya teníamos puesto.

En las extremidades conviene aumentar la efectividad de nuestra presión haciendo una elevación del miembro por encima del corazón, que nos va a ayudar a controlar también la hemorragia. La presión se puede hacer en el punto de control arterial, tanto en el brazo como en la ingle y en la raíz de los miembros. Si con la elevación no hemos conseguido que la hemorragia se controle, si sigue saliendo sangre, si el niño empieza a estar taquicárdico, sudoroso o muy pálido, debemos trasladarlo a un centro sanitario.

De la misma manera, una herida que se sale de lo normal, siempre debe ser valorada por un equipo sanitario, y limpiada y curada por el personal de enfermería. Con todo aquello que el sentido común nos diga que se sale de lo normal, siempre la idea más acertada es que traslademos al niño a un centro de salud.

¿Qué aspecto presenta una herida cuando se infecta?

Las heridas infectadas tienen un aspecto feo, los bordes inflamados y el entorno de la herida puede estar enrojecido. Es muy frecuente que esto ocurra en heridas que tienen los bordes rotos, con entrantes, salientes y recovecos, en los que es más fácil que la infección aparezca, incluso puede haber una tumefacción en toda la piel que está alrededor de esta herida, y si ha evolucionado más en esos días, incluso puede aparecer esa destrucción de tejido, esa acumulación de glóbulos blancos muertos que es el pus, que en algunos casos, podemos notar que está saliendo de los bordes o del lecho de la herida.

¿Cómo podemos saber si una herida necesita puntos de sutura y hay que llevar al niño al hospital?

La decisión de suturar una herida siempre tiene que venir por parte del equipo sanitario. En casa, podemos pensar que una herida necesita sutura cuando hay una separación importante de los bordes de la herida, sobre todo y muy frecuentemente, cuando son heridas incisas, las que se pueden hacer con un material cortante como un cuchillo.

Las heridas que sangran también pueden precisar sutura. Hay que tener en cuenta que, una herida después de las 4 a 6 horas de haberse producido en ningún caso se puede suturar. Por lo tanto, si sospechamos que la herida del niño necesita sutura, lo mejor es que acudamos rápidamente a un centro sanitario.

¿Qué es lo que nunca debemos hacer al atender una herida o quemadura en un niño?

Quizá, las más frecuente puede ser la utilización de un antiséptico como sustitutivo de un buen lavado. Cuando tenemos una herida, lo primero es lavarla bien. Ese lavado con agua y jabón es fundamental para tratar la herida, todo lo que hagamos después nos va a ayudar, pero no puede sustituir a ese lavado.

En general, un fallo habitual es utilizar con los niños tratamientos farmacológicos dentro de lo que es un cuidado de una herida. Los medicamentos o las pomadas antibióticas, por ejemplo, son tratamientos que debe indicar el personal médico y que no pueden ser los padres, madres o tutores de los niños los que decidan que se debe de administrar.

Puedes leer más artículos similares a Curar heridas y hemorragias en niños, en la categoría de Primeros auxilios en Guiainfantil.com.

Publicado:
Actualizado: