Guía rápida para identificar y tratar las erupciones en la piel del bebé
Te decimos cuáles son las erupciones comunes en la piel tu hijo, cómo identificarlas y tratarlas fácil
- Cómo reconocer las ronchas y los eczemas en la delicada piel del bebé
- Más tipos de erupciones que pueden afectar la piel de los bebés
- Cuidados para la piel del bebé y cuándo acudir al médico
La piel de los bebés es tan delicada que no es raro que presente algunas irritaciones, granitos o enrojecimientos en sus primeros meses de vida. Conocer las causas y los tipos más comunes de erupciones te ayudará a actuar con rapidez para aliviarlas y en esta guía rápida para identificar y tratar las erupciones en la piel del bebé, encontrarás información clara para reconocer los síntomas, aliviar el malestar y cuidar su piel de forma adecuada.
Cómo reconocer las ronchas y los eczemas en la delicada piel del bebé
Como bien mencionamos, la piel del bebé es muy delicada, así que dependiendo del tipo de erupción que muestre su piel se tratará de una enfermedad u otra, por lo que aprender a reconocerlas será de utilidad. Estas enfermedades exantemáticas suelen caracterizarse por la presencia de ronchas o lesiones en la piel, en ocasiones que causan escozor y picor.
Las erupciones cutáneas en la piel del bebé pueden aparecer por distintas razones: por reacciones alérgicas, por contagio, por el sudor o las babas, por un virus, por falta de higiene, o por otras causas. Además, algunos factores como el clima, el uso de productos no adecuados para la piel o incluso la ropa pueden influir. Dependiendo de la causa suele ser grave o no, pero siempre tratable:
Sarampión
Es una enfermedad producida por un virus y se transmite por el contacto con secreciones. Comienza por una erupción en la boca y después continúa por la cara, tronco y extremidades. Se trata de una erupción de manchas rojas, planas y redondas (las llamadas manchas de Köplik), en la cara y por detrás de las orejas, que se extiende posteriormente a todo el cuerpo.
Síntomas comunes
- Fiebre alta.
- Tos seca persistente
- Congestión nasal y lagrimeo
- Pérdida de apetito y decaimiento general
El sarampión es muy contagioso, pero gracias a la vacunación, es cada vez menos común. Sin embargo, en algunas regiones donde la cobertura de vacunación es baja, puede resurgir. Si sospechas sarampión, acude al pediatra de inmediato.
Varicela
Al principio salen unas manchas rojas en el cuerpo y el cuero cabelludo, después se extiende a la cara y extremidades. Se transforman en unos granitos con relieve y llenos de un líquido transparente. Cuando los granos de la varicela se secan queda una costra que no conviene arrancar. En general, suele causar picores, fiebre alta, cefalea, náuseas, vómitos y pérdida de apetito. Se pueden usar pomadas cicatrizantes son muy útiles cuando ya las costras empiezan a caer.
Cuidados para aliviar los síntomas
- Mantener las uñas del bebé cortas para evitar rascarse
- Aplicar lociones calmantes como avena coloidal o cremas recomendadas por el pediatra
- Baños tibios frecuentes ayudan a aliviar el picor
Urticaria
Se pueden apreciar zonas rojas e inflamadas que pican mucho y pueden salir en cualquier parte del cuerpo. Suelen ser muy molestas y suele producirla alguna intoxicación alimentaria, alergia a alimentos o a medicamentos. La urticaria suele darse mucho en niños y en general es inofensiva aunque molesta. Su causa más frecuente es la infecciosa, generalmente son virus y es muy característico que las lesiones van y vienen, duran menos de 24 horas son evanescentes y se llaman habones.
Causas comunes de la urticaria en bebés
- Alimentos como huevos, leche o frutos secos
- Picaduras de insectos
- Contacto con productos químicos o tejidos irritantes
En la mayoría de los casos, la urticaria desaparece por sí sola, pero si persiste o se acompaña de dificultad para respirar, es fundamental buscar atención médica urgente.
Más tipos de erupciones que pueden afectar la piel de los bebés
Desde la dermatitis atópicas, hasta las engordaderas, hay que prestar atención a estas afecciones dermatológicas en los pequeños:
Dermatitis atópica
Se presenta con áreas blanquecinas y ligeramente descamadas de forma redondeada u oval en la cara, parte superior de tronco y la superficie externa de extremidades. La dermatitis atópica también se manifiesta con costras, sequedad cutánea, pápulas, descamación en la planta de los pies o entre los dedos y un doble o triple pliegue en la zona de los párpados. La dermatitis atópica siempre se presenta en bebés mayores de tres meses.
Causas y factores desencadenantes
- Predisposición genética
- Cambios climáticos
- Uso de jabones fuertes o ropa sintética
Para controlar la dermatitis atópica, es esencial hidratar constantemente la piel del bebé con emolientes adecuados y evitar factores que la agraven.
Sudamina
En ocasiones, los granitos de la sudamina pueden aparecer de forma dispersa o bien presentarse juntos formando ronchas de color rojizo. También puede producir picor. Las glándulas obstruidas no pueden eliminar el sudor y, por este motivo, los granitos pueden evolucionar hacia unas diminutas ampollas.
Consejos para prevenir y tratar la sudamina
- Evitar que el bebé pase calor excesivo
- Usar ropa de algodón transpirable
- Mantener al bebé en ambientes frescos y ventilados
- Baños diarios con agua tibia sin jabones agresivos
Costra láctea
Se caracteriza por la presencia de escamas amarillentas, blanquecinas o grises, fuertemente adheridas al cuero cabelludo. La costra láctea suele aparecer en las primeras semanas de vida y remitir antes de los 3 años. Su aspecto es grasiento y, a pesar de su nombre, no tiene nada que ver con la leche ni con la alimentación del bebé.
Cómo tratar la costra láctea
- Aplicar aceites naturales (como el aceite de oliva o almendras dulces) sobre el cuero cabelludo y dejar actuar.
- Lavar la cabeza con un champú suave recomendado por el pediatra.
- Retirar suavemente las escamas con un cepillo de cerdas blandas.
Engordaderas
Son pápulas de color blanco perlado o amarillento, de 1-2 mm de diámetro, muy frecuentes en los recién nacidos. Las engordaderas suelen aparecer en las mejillas, nariz, frente y barbilla, y son pequeños quistecitos que contienen queratina. Estas pequeñas pápulas son completamente benignas y no necesitan tratamiento, además desaparecen por sí solas en pocas semanas. Es importante no manipularlas ni intentar eliminarlas, ya que podría causar infecciones o dañar la delicada piel del bebé.
Cuidados para la piel del bebé y cuándo acudir al médico
Independientemente del tipo de erupción, es fundamental mantener la piel del bebé limpia, seca e hidratada. Algunos consejos básicos incluyen:
- Utilizar productos dermatológicamente probados para pieles sensibles. Evitar jabones, cremas o detergentes que contengan perfumes o químicos agresivos
- Baños diarios con agua tibia y sin exceso de jabón
- Usar ropa de algodón y evitar materiales sintéticos que puedan causar irritaciones
- Mantener las uñas del bebé cortas y limpias para evitar que se lastime al rascarse
- Consultar al pediatra ante cualquier duda
- Prestar atención si la erupción no mejora o se acompaña de fiebre o decaimiento
Es importante acudir al pediatra si:
- La erupción no mejora en 48 horas
- El bebé presenta fiebre alta, dificultad para respirar o cambios en el comportamiento
- La piel muestra signos de infección, como pus o inflamación excesiva
Reconocer las erupciones más comunes en la piel del bebé te permitirá actuar con rapidez y aplicar los cuidados necesarios. La mayoría de las erupciones son inofensivas, pero siempre es mejor consultar con el pediatra si tienes dudas.
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Bibliografía
- Escarrer Jaume, M., Guerra Pérez, M.T. (2019) Dermatitis atópica. Asociación Española de Pediatría (ed.) España, pp. 161-175 Disponible en: https://www.aeped.es/sites/default/files/documentos/11_dermatitis_atopica.pdf