Qué son los moluscos en la piel de los niños. Síntomas y tratamiento

Existen muchos tipos de granitos en la piel de los niños. Y muchas veces son síntomas de algún tipo de enfermedad, en la mayoría de los casos, vírica. Unos simples granitos pueden ser indicativo de una varicela, un sarampión o ser causados por una simple sudamina, (esos granitos que salen por el calor, sobre todo en recién nacidos). Sin embargo, hay otros granitos en la piel conocidos como moluscos. Esta afección de la piel, muy común entre los niños, es de carácter vírica, y se contagia por contacto. Te explicamos qué son los moluscos en la piel de los niños, sus síntomas y tratamiento correcto.

Te explicamos qué son los moluscos en la piel de los niños y cómo reconocerlos

Los moluscos son granitos en la piel en niños o lesiones dérmicas que aparecen en la piel en algunas zonas concretas. Están causadas por un virus (llamado poxvirus), y se dan sobre todo en niños en edad escolar, que es cuando tienen el sistema inmune más inmaduro. Afecta más a niños con predisposición a la dermatitis atópica. ¿Cómo son? Reconocerás este tipo de granitos por su apariencia:

• Aparecen pápulas (pequeños granitos) de carácter rojizo en los pliegues de la piel.
• Son brillantes.
• Son umbilicadas (tienen como un pequeño agujerito dentro).
• Aparecen sobre todo en los huecos de los brazos y detrás de las rodillas.
• Si el niño además tiene dermatitis atópica, los granitos le picarán más y aparecerán eccemas.
• Pueden variar en tamaño, desde un pequeño punto hasta una lesión de varios milímetros.
• Tienen color variable, aunque suelen ser de color rojizo.
• Se agrupan en racimos en una misma área de la piel, en lugar de estar aislados.
• Las pápulas de los moluscos suelen tener una superficie lisa y no escamosa.
• El centro de las pápulas puede contener una sustancia blanca y cerosa.
• Los moluscos pueden aparecer en el tronco, la cara, los párpados, el cuello y las manos.
• Generalmente, los moluscos no causan dolor, aunque pueden ser molestos si se irritan o infectan.
• Los moluscos se propagan a otras partes de su cuerpo al rascarse, un fenómeno conocido como autoinoculación.
• Los moluscos pueden persistir en niños con sistemas inmunitarios comprometidos o condiciones de piel como la dermatitis atópica.
• Las lesiones tienden a propagarse en ambientes húmedos, como piscinas, gimnasios y baños públicos.

Cómo se contagian los moluscos en los niños y cuál es su tratamiento

Los moluscos no aparecen de forma aislada. Suelen aparecen varios agrupados en una zona concreta. Se expanden por rascado. Es decir, que si tu hijo tiene moluscos en diferentes partes del cuerpo, lo más probable es que se haya frotado o rascado la primera zona de granitos y la haya extendido hasta otra de las zonas corporales. Por eso es tan común ver, por ejemplo, moluscos en la barbilla y en la frente, en la rodilla y en la mano... Para evitar el máximo posible esta expansión, lo mejor es mantener las uñas de los niños lo más cortas posibles para que no pueda rascarse la zona afectada y extender los granitos a otra parte del cuerpo.

Los moluscos, aunque sean molestos, no son graves. De hecho, afecta solo a la capa de la dermis, no a la mucosa. Existen varias formas de tratarlo, aunque siempre lo decidirá un dermatólogo:

• Un suplemento que refuerce el sistema inmunitario.
• Tratamiento tópico de cremas con componentes químicos que propician la quemadura del molusco.
• Procedimiento quirúrgico mediante curetaje: mediante un instrumento llamado cureta (es como una pequeña cucharilla muy afilada), el dermatólogo extirpa los granitos de moluscos utilizando antes una crema con anestesia. Sin embargo, este sistema puede dejar alguna cicatriz en la piel.
• Crioterapia. Se queman los moluscos mediante el frío, gracias al nitrógeno líquido. Este tratamiento puede necesitar un repaso a la semana siguiente de la primera sesión.
• Terapia fotodinámica. Primero se aplica acetona en cada lesión y transcurridas unas 24 horas, se aplica una fuente de luz durante unos minutos.
• No aplicar tratamiento. Es decir, aunque suene contradictorio, una opción de tratamientos es no tratarlos. Esto se toma en cuenta si el niño tiene pocos moluscos, no tiene dermatitis y ya llevan tiempo dichos moluscos. Al final se curan solos como infección vírica.

Prevención y cuidados para la piel de los niños con moluscos

Además de los tratamientos mencionados anteriormente, hay varias medidas preventivas y de cuidado general que pueden ayudar a manejar y prevenir la propagación de los moluscos en los niños. Aquí, lo que necesitas saber para reducir el riesgo de infección y mejorar la salud de la piel de los niños en general:

1. Correcta higiene personal. Tener una buena higiene personal es fundamental. Los niños deben lavarse las manos con regularidad con agua y jabón, especialmente después de jugar al aire libre, usar el baño y antes de comer. Mantén la piel limpia y seca para prevenir la proliferación de virus.
2. No compartan objetos personales. Enséñale a tu hijo a no compartir sus objetos personales como toallas, ropa, juguetes o utensilios de aseo personal, ya que los moluscos se pueden transmitir a través del contacto directo con objetos contaminados.
3. Eviten rascarse. Como el rascado propaga la infección a otras partes del cuerpo, es crucial mantener las uñas de los niños siempre cortas y limpias. El uso de guantes de algodón durante la noche también ayuda a reducir el rascado inconsciente mientras duermen.
4. Hidratación permanente. Mantener la piel hidratada es básico para la salud de los niños en general. Prefiere para tu pequeño cremas hidratantes suaves y sin fragancia para evitar posibles irritaciones. La piel hidratada de un niño es menos propensa a desarrollar eccemas, lo que ayuda a minimizar el malestar asociado con los moluscos.
5. Baños y duchas breves. Limita el tiempo de los baños y duchas a 10 o 15 minutos como máximo y usa agua tibia en lugar de caliente. Opta por jabones suaves y sin fragancia para no irritar la piel de tu hijo. Seca su piel suavemente con una toalla después del baño.
6. Protección solar a diario. La exposición al sol agrava las lesiones de la piel, por lo que es muy importante que tu hijo use protector solar de amplio espectro diariamente, más cuando esté al aire libre. Prefiere los protectores solares con óxido de zinc o dióxido de titanio, ya que son opciones mucho más seguras y eficaces.

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