Causas de pérdida de peso brusca en los niños
Enfermedades, conductas e intolerancias que pueden provocar una rápida pérdida de peso o adelgazamiento en la infancia
- Las causas de una brusca pérdida de peso en los niños
- Enfermedades que provocan pérdida de peso en un niño
- Cuándo acudir al pediatra ante una bajada de peso repentina
La pérdida de peso en los niños siempre es algo preocupante, sobre todo cuando ocurre de forma brusca, salvo cuando esta está prescrita y controlada por un médico, en casos de sobrepeso. Por eso, si se observa una perdida drástica e inexplicable de peso, es mejor consultar con el pediatra. A continuación hablamos de algunas de las posibles causas relacionadas con esta bajada de peso brusca y algunas enfermedades infantiles que podrían estar relacionadas.
Las causas de una brusca pérdida de peso en los niños
La pérdida de peso o adelgazamiento repentino puede deberse a muchos motivos, cuando tiene lugar en los niños, por ejemplo:
1. A que los pequeños no se consumen suficientes calorías. A menudo, esto se debe a que tienen falta de apetito o inapetencia.
2. Se consumen las calorías recomendadas pero se queman más de las ingeridas.
3. Un episodio de estrés.
4. Por una enfermedad.
Una de las enfermedades más comunes que se traducen en una pérdida de peso inexplicable a simple vista, es la mal absorción de algún nutriente. Estas malas absorciones suelen ser las causantes directas de la pérdida de peso, que a veces ocurre de manera brusca. Sin embargo, en algunas aunque raras ocasiones, la mala absorción de los nutrientes puede ser el resultado de otra enfermedad subyacente y, por lo tanto, ser solo la causante indirecta de la perdida de peso.
Enfermedades que provocan pérdida de peso en un niño
A continuación hablamos de algunas de estas enfermedades que podrían estar relacionadas o que podrían estar causando una pérdida de peso brusca en los niños. Como hemos mencionado antes, ante este adelgazamiento repentino, hay que acudir al pediatra para encontrar el origen de esta bajada en los kilogramos que muestran la báscula.
1. Anemia infantil
El cuerpo necesita un amplio rango de micronutrientes, además de los macronutrientes (proteína, grasa e hidratos de carbono) para funcionar, por lo que la falta de alguno de ellos puede generar pérdida de peso.
La anemia es la más frecuente de estas malas absorciones. Un nutriente necesario, como es el hierro, no se está administrando, se administra en cantidades inferiores a las necesarias o algún otro compuesto, como la fibra, dificulta su absorción, lo cual resulta en una pérdida de peso.
Tras hacer unos análisis, el pediatra podrá determinar si tu hijo tiene anemia y si necesita algún cambio de hábitos alimenticios o algún tipo de tratamiento. No dudes en consultarle si sospechas que tu niño o niña podría estar teniendo anemia.
2. Falta o mal absorción de las vitaminas
Otro ejemplo de mal absorción podría darse con las vitaminas. Aunque no es tan común, deben también descartarse cuando se observa un adelgazamiento drástico en un niño. Algunas de ellas han tenido gran importancia a lo largo de la historia, como la deficiencia en vitamina B3 o Niacina, que causa pelagra, la falta de vitamina C, responsable del escorbuto, o la mal absorción de vitamina D, causante del raquitismo.
El doctor de tu hijo podrá darte algunas pautas a seguir para mejorar el estado de salud de tu pequeño y que no se siga produciendo esta baja de peso brusca.
3. Celiaquía, intolerancia a la lactosa y diabetes
La celiaquía o intolerancia al gluten, pero también la intolerancia a la lactosa o los problemas metabólicos como la diabetes también pueden estar relacionadas con una bajada de peso repentina a un niño. Tampoco podemos dejar de lado las alergias a ciertos alimentos, como la alergia a la proteína de la leche de vaca, ya que estas también pueden resultar en una pérdida de peso difícil de explicar.
Si bien estas no son mal absorciones en sí mismas, el resultado es el mismo, ya que un nutriente no se asimila, el organismo se resiente y se produce, entre otros síntomas, una pérdida de peso. Una vez más, el médico tendrá que hacer las pruebas médicas indicadas para hacer el diagnóstico y, posteriormente, establecer el tratamiento más adecuado según las necesidades del niño.
4. Trastornos gastrointestinales ligeros
Nos referimos a, por ejemplo, una diarrea pasajera causada por un virus o infección bacteriana, o más serios, como la enfermedad de Crohn. Las alteraciones de la glándula tiroides causan también pérdidas drásticas de peso. Los padres debemos estar alerta para detectar aquellos síntomas que podrían llevarnos a intuir que nuestro hijo tiene un problema de salud.
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5. Anorexia o bulimia en niños y adolescentes
Los desórdenes alimentarios, como la anorexia nerviosa o la bulimia, aunque no son muy comunes en la primera infancia, si lo son en la adolescencia, y cada vez más temprano desafortunadamente, por lo que, ante un adelgazamiento, es conveniente estar atentos a la actitud del niño o adolescente frente a la comida.
También deben observarse cambios en el comportamiento y/o problemas psicológicos como la depresión o la ansiedad, que pueden ser derivados de problemas en casa (divorcio, nacimiento de un hermano...) o en el colegio (cambio de colegio, acoso escolar...) y pueden incurrir en una pérdida de apetito y de peso.
Cuándo acudir al pediatra ante una bajada de peso repentina
Aunque lo más probable es que la pérdida de peso del niño, aunque sea repentina y brusca, no sea resultado de una enfermedad grave, conviene consultar al pediatra cuando se observe un cambio de actitud hacia la comida. Sobre todo, debemos estar alerta si se produce una perdida superior al 5 por ciento del peso o una reducción dramática del percentil (como 40-50 por ciento).
También deberás acudir al pediatra si aprecias que junto a esta pérdida de peso (sea repentina o paulatina) han aparecido otro tipo de síntomas o molestias en los niños. Estas otras señales (manchas en la piel, hinchazón, decaimiento, etc.) podrían servir como pista para saber qué le está ocurriendo al pequeño.
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El pediatra realizará las pruebas médicas que considere oportunas para determinar cuáles son las causas detrás de ese adelgazamiento de los niños. Los resultados de las analíticas y demás exámenes permitirán a este profesional de salud a hacer un diagnóstico tras la pérdida de peso. A partir de ahí, podrá determinar si es necesario pautar un tratamiento con medicamentos al niño, si es necesario establecer nuevos hábitos alimenticios saludables, etc.
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Bibliografía
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