Lucecitas, chiribitas y puntos de colores - Fosfenos en los ojos de los niños

Es normal que muchos niños vean en algún momento lucecitas brillantes o chiribitas, aunque no suele ser preocupante si ocurre ocasionalmente o de vez en cuando ¿Cuándo conviene consultarlo con el oftalmólogo? Hay varias patologías que podrían salir a la luz cuando el niño ve lucecitas o chiribitas. En Guiainfantil.com te contamos las posibles causas de esta sintomatología tan curiosa, y cómo se diagnostica y se trata.

Por qué el niño ve lucecitas o chiribitas - Fosfenos en los ojos

No es raro que en alguna ocasión los niños tengan este tipo de visiones, especialmente tras hacer un esfuerzo, correr o hacer deporte, aunque también puede aparecer al levantarse rápidamente de la cama o al frotarse los ojos con fuerza.

Esta patología se conoce en el argot médico como fosfenos, y como es algo muy común y no aparece junto con un dolor continuo, no solemos darle importancia, pero conviene observarlo, ya que en ocasiones puede desvelarnos una anomalía en el organismo.

Al frotarse fuerte los ojos

Cuando nos frotamos los ojos con fuerza estamos estimulando las mismas células que cuando miras una luz brillante, es decir, las células fotosensibles de tus ojos. Hay que tener en cuenta que los ojos no son más que simples nervios ópticos, una puerta de entrada de la imagen, y que la visión real se hace con el cerebro. Así que, al estimular esos nervios con las manos, el cerebro reacciona viendo lucecitas, a veces dispersas y otras con formas geométricas.

Al levantarse muy rápido de la cama

Otra de las causas de que el niño vea lucecitas o chiribitas es levantarse rápidamente de la cama o cuando estamos agachados y nos levantamos de golpe. En estos casos no hay que preocuparse excesivamente si no es un suceso muy recurrente, pero si sucede todos los días, o muy a menudo, convendría consultarlo con el pediatra.

Al tener la presión baja

Cuando el niño tiene la presión demasiado baja, y el corazón no es capaz de bombear sangre con fuerza hacia el cerebro. Entonces esta visión de chiribitas suele ir acompañada de mareos o dolores de cabeza y debemos llevarle al pediatra sin falta.

Al tener dolores de cabeza intensas

Las migrañas fuertes y las epilepsias también pueden provocar este efecto óptico. Si el niño ve lucecitas frecuentemente o ve destellos de luz es importante no restarle importancia y llevarle rápidamente al oftalmólogo, ya que estos síntomas puede desvelar una enfermedad más preocupante como una diabetes o una lesión en la retina.

11 medidas para el cuidado de la salud visual de los niños

La salud visual es esencial para el desarrollo de los niños. Una buena visión no sólo les permite ver como tal, sino que también es fundamental para su aprendizaje y hacer actividades diarias. Por eso, es crucial adoptar ciertas medidas para cuidar y proteger la salud visual de los pequeños desde temprana edad:

1. Llévalo a revisiones periódicas. hay que llevarlos a los chequeos visuales desde que es un bebé y continúa con revisiones anuales con un oftalmólogo pediátrico. Estas revisiones ayudan a detectar y tratar problemas visuales oportunamente.
2. Pon un tiempo limitado frente a las pantallas. La exposición prolongada a dispositivos electrónicos es causa de fatiga visual. Establece algunos periodos de descanso y limita siempre el tiempo que pasan frente a las pantallas, así como la distancia.
3. Utiliza la iluminación adecuada. Asegúrate de que los espacios donde tus hijos leen o estudian tengan suficiente iluminación para evitar forzar la vista. Entre más natural sea mejor, así que evita que tengan la luz encendida por la noche.
4. Haz que sigan una dieta equilibrada. La alimentación juega un papel importante en la salud visual, ya que al ser rica en vitaminas y minerales, especialmente vitamina A, se cuidan de manera efectiva los ojos. Incluye en su dieta alimentos como zanahorias, espinacas y pescados ricos en Omega 3.
5. Siempre usa protección solar. Los rayos ultravioleta pueden dañar los ojos y causar daños severos. Cuando estén al aire libre, asegúrate de que lleven gafas de sol que bloqueen el 100 por ciento de los rayos UV.
6. Fomenta la estimulación visual. Realiza actividades que ayuden a ejercitar sus ojos, como rompecabezas, lectura leve o algunos juegos que impliquen seguimiento visual.
7. Evita el contacto con sustancias tóxicas. Asegúrate de que productos de limpieza, pinturas, aerosoles y otros químicos estén siempre fuera del alcance de los niños para prevenir accidentes que involucren los ojos de los pequeños.
8. Enseñarles buenos hábitos de higiene. Es fundamental enseñarles a no frotarse los ojos con las manos sucias o a introducir objetos en ellos. Supervisa que se laven las manos con regularidad para evitar infecciones.
9. Deja que jueguen al aire libre. Fomenta actividades en exteriores y fomenta que miren a diferentes distancias, lo que ayuda a prevenir problemas como la miopía. Eso sí, si es un lugar con mucho polvo o humo es mejor retirarse.
10. Estar siempre atentos a señales. Si notas que tu hijo entrecierra los ojos, se acerca demasiado a los libros o pantallas, o se queja de dolores de cabeza frecuentes, es hora de acudir al especialista.
11. Dormir, dormir, dormir. Nada como el sueño reparador para que el nervio óptico se relaje, es por eso que tu hijo debe tener una correcta higiene del sueño y dormir las horas que necesita según su edad.

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