Lo que nos dicen los niños cuando se chupan el dedo

Las complicaciones para la salud del niño que mantenga el hábito de chuparse el dedo tras los cuatro años de edad

Carla Estrada, Pediatra
En este artículo
  1. Qué se esconde detrás del gesto de un bebé de chuparse el dedo
  2. Malas consecuencias para el niño que se chupa el dedo tras los cuatro años de edad

Que un bebé se chupe su dedo o sus manos no es algo patológico, al contrario, es fisiológico y es un signo de madurez de su desarrollo psicomotor que puede considerarse normal hasta los 4 años de vida. Se trata de un gesto con un mensaje para los padres. ¿Qué nos quiere decir el niño cuando se chupa el dedo? ¡Desciframos el enigma!

Qué se esconde detrás del gesto de un bebé de chuparse el dedo

bebé que se chupa el dedo

Antes de descifrar que nos quieren decir los niños al chuparse el dedo (succión digital), les quiero recordar que el reflejo de succión tiene su origen desde la vida fetal. A partir de la decimosegunda semana de gestación, el bebé empieza a realizar este gesto y este hecho se ha podido confirmar cuando se realiza una ecografía durante el control prenatal. Cuando el bebé nace y activa este reflejo, se pueden producir dos tipos de succión:

- Succión nutritiva
Se produce cuando el bebé se prende al pecho de la madre y comienza a succionar la leche materna de una forma activa, acompasada y vigorosa con el objetivo de obtener su alimento y saciar su necesidad de hambre.

- Succión no nutritiva
Se da cuando al terminar de alimentarse, se queda pegado al pecho de la madre y observamos movimientos de succión más débiles, superficiales y puede quedar hasta dormido(a) en ese instante. En ese momento no está extrayendo leche, por eso se le llama no nutritiva, aunque en realidad sí nutre su parte afectiva, ya que ese tipo de succión lo provee de muchas sensaciones que necesita como son contención, calma, tranquilidad, placer y seguridad.

Esta succión no nutritiva que le proporciona placer y consuelo la necesita conseguir de alguna forma y si no lo hace con el pecho de la madre, lo va a hacer con sus manos dentro de su boca, por lo general, con el dedo pulgar o con un chupete que le proporciona su madre u otra persona.

De ahí que cuando veamos que el niño se chupa el dedo podamos decir que nuestro hijo tiene hambre, quiere dormir o está triste, así que deberíamos ir a cogerlo en brazos y a acompañarle. ¡Se trata de momentos puntuales! Otra cosa distinta es, como explica el doctor José Luis Pedreida, psiquiatra del Hospital La luz en Madrid, si se produce en otras situaciones distintas o nuevas. ¡Ahí habría que hacer un estudio del niño!

Les recuerdo que la boca es el principal órgano sensorial del recién nacido, a través del cual se alimenta, se comunica con su entorno (llanto), conoce su propio cuerpo y recibe placer, por eso a esta etapa se le llama oral y puede llegar hasta los 2 años de vida.

Malas consecuencias para el niño que se chupa el dedo tras los cuatro años de edad

peligro de chuparse el dedo

Estudios realizados por expertos han demostrado que alrededor de un 80 por ciento de niños se han chupado el dedo en algún momento de su primer año de vida y otras investigaciones han determinado que un 6 por ciento de niños menores de 11 años se chupan el dedo después de los 4 años.

En este caso ya sí se consideraría como una conducta anómala y, por tanto, hay que buscar las causas de su prolongación y también evitar complicaciones de una succión digital prolongada en el tiempo. ¿Qué complicaciones se pueden presentar?

- Infecciones orofaríngeas frecuentes (amigdalitis, estomatitis)

- Patologías dentales (maloclusión dental, mala orientación de las arcadas dentales)

- Deformidades orales (hipoplasia del maxilar superior, deformidad del paladar)

- Alteraciones del lenguaje

- Infecciones o patologías gastrointestinales (gastritis, gastroenteritis)

- Trastornos psicológicos por ser objeto de bullying, sobre todo por parte de sus compañeros del colegio.

Donald Woods Winnicott, pediatra, psiquiatra infantil y psicoanalista inglés, fue el primero en estudiar este comportamiento y lo llamo ‘objeto transicional’ que aparece cuando se empieza a separar al bebé de la madre y ejerce una acción de mediador simbólico de la presencia materna durante su ausencia. El Dr. Winnicott también considera que ese 'objeto transicional' puede ser también un peluche, es decir, cualquier objeto que le dé seguridad y confianza al niño mientras su madre está ausente.

El chuparse el dedo, al menos hasta la primera infancia, puede considerarse normal, es parte del desarrollo evolutivo y de las necesidades de contención, seguridad, placer y tranquilidad que le aporta el reflejo de succión. Al pasar esta edad (mayor de 4 años) se debe buscar ayuda de profesionales que determinar la causa de ese apego a chuparse el dedo y aplicar medidas correctivas para que esa acción no traiga consecuencias patológicas físicas y psicológicas importantes.

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