Niños que lloran y tienen berrinches o rabietas al cambiarles el pañal

Para algunos padres, el momento de quitar el pañal sucio y poner uno limpio a su bebé (generalmente a partir de un año y medio o dos años) es sinónimo de pataleta. Resulta frustrante cuando los niños lloran y tienen berrinches o rabietas al cambiarles el pañal, sobre todo porque es una rutina que hay que realizar muchas veces a lo largo del día. ¿Qué podemos hacer los padres para que el cambio del pañal sea más llevadero?

Cuando los bebés lloran y tienen rabietas a partir del año y medio

Los berrinches, pataletas o rabietas de los niños, que aparecen sobre el año y medio y se pueden extender hasta los 5 años aproximadamente (aunque esto dependerá de cada menor y de sus circunstancias particulares) tienen que ver con el afianzamiento de la personalidad y de la autonomía del niño y con el desarrollo de la percepción de su individualidad como persona.

Los niños manifiestan rabietas por diferentes motivos, pero siempre cuando perciben una amenaza: no pueden o no les dejan hacer lo que quieren, les interrumpen una actividad placentera para ellos, no les prestan atención, estás cansados, tienen hambre, sueño... Todo ello puede desembocar en un berrinche.

Dentro de este compendio de situaciones se incluye el cambio de pañal. No es de extrañar que, en muchos hogares, algo tan habitual y normalizado que hasta ese momento no había supuesto ningún inconveniente se convierta en una auténtica pesadilla (berrinche) a partir del año y medio o los dos años.

Por qué los niños tienen berrinches al cambiarles el pañal

Esto es porque, por un lado, puede que el niño o niña se encuentre a gusto haciendo otras cosas y se siente interrumpido. Y, por otro lado, se debe a que está atravesando la etapa de desarrollo de su autonomía, así que negarse a las cosas que no le apetecen es una manera de autoafirmarse como individuo.

Por eso cuando le anunciamos que vamos a cambiar el pañal o incluso le cogemos sin previo aviso para hacerlo, el pequeño o pequeña no quiere, se niega, se siente invadido, violentado y manifiesta su disconformidad llorando, gritando, diciendo que no, retorciéndose, tirándose al suelo, haciendo una pataleta... En definitiva, se resiste con todas sus fuerzas al momento del cambio de pañal con las formas en que es capaz de expresarse.

Qué hacer para que el cambio del pañal sea más llevadero

Primeramente, debemos comprender que estas reacciones nada tienen que ver con un pulso por su parte; el niño no nos está retando ni pretender manipularnos. Simplemente es incapaz de controlar sus emociones y sus impulsos y responde a lo que para él es una amenaza de una manera instintiva.

Una vez que sabemos esto, ¿qué podemos hacer nosotros para que el cambio de pañal sea menos traumático para todos y más llevadero?

1. Darle al bebé un papel más activo en el proceso de cambiar el pañal
Esto supone permitirle participar en los preparativos o en el propio momento del cambio de pañal: que coja las toallitas y el pañal, que nos vaya entregando las toallitas según las necesitemos, que se limpie él (aunque sea casi de forma simbólica y al final del proceso), que deposite el pañal en la papelera...

No olvidemos que a estas edades a los niños les encanta sentirse útiles y partícipes de las cosas que ocurren a su alrededor, de modo que con estos pequeños gestos contribuiremos a ello.

2. Anticipa el cambio de pañal
Relacionado con lo anterior, podemos ir preparando al bebé para el cambio y que este no surja de forma inmediata o 'violenta'. Podemos ir preguntando al niño si está mojado, si tiene pis o caca, e ir avisando de que vamos a proceder al cambio en cinco minutos, después en tres... Aunque el niño aún no controla los conceptos temporales, al ir avisando comprenderá que cada vez el momento del aseo está más cerca de producirse.

3. Aprovecha el cambio de una actividad a otra
Otra forma es hacerlo utilizando el final de otra actividad (cuando termine de merendar, cuando acabe de pegar los gomets en la hoja o cuando finalice el capítulo de los dibujos animados que está viendo). De esta manera también le haremos partícipe de la situación porque puede anticiparse a los acontecimientos y sentirse incluido, por lo que puede aceptarlo de mejor grado.

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4. Interactúa y juega con tu bebé mientras le cambias el pañal
Podemos cambiar el tono de la situación haciéndole a nuestro hijo o hija arrumacos, pedorretas o cosquillas cuando le coloquemos sobre el cambiador, de manera que alteremos su estado de ánimo. También podemos realizar en el cambiador algún juego tipo cucú-tras o cualquier otro que le guste o le divierta antes de proceder al aseo. Esto posiblemente evite el berrinche.

5. Deja que se lleve un juguete u objeto de apego
Dejarle acudir al cambiador con algún juguete fetiche o cuento pequeño que le guste y que le sirva de entretenimiento mientras realizamos el cambio de pañal.

6. Busca otros lugares para hacer el cambio de pañal
A veces ocurre que el lugar donde solemos cambiarle de repente comienza a agobiarle por la altura, porque ya no le gusta permanecer tumbado o por cualquier otra cuestión, así que evitar el berrinche por el cambio de pañal puede ser tan sencillo como trasladar la ubicación del cambiador: suelo, cama, mesa más baja, cambio de pie (siempre que sea posible...).

Por último, conviene recordar que debemos estar atentos a las señales que nos indican que el bebé ya está preparado para abandonar el pañal y comenzar a utilizar el orinal (o el wc con adaptador) ya que, en caso de estarlo, podemos evitar al niño disgustos innecesarios relacionados con el cambio de pañal.

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