Cómo disfrutar con ilusión de la primera Navidad con tu bebé arcoíris

Se acerca una época que para muchos significa celebraciones, fiestas, regalos, abrazos y buenos deseos; una época de fraternidad donde los sentimientos están a flor de piel. Sin embargo, las navidades pueden no resultar un momento tan alegre y esperado para todos los padres, sobre todo para aquellos que han pasado por una muerte perinatal. Si este es tu caso, no dejes de leer los siguientes consejos en los que te contamos cómo enfrentarse sin culpas y con mucha ilusión la primera Navidad con un bebé arcoíris.

Emociones en Navidad tras la llegada de un bebé arcoíris

Muchos de los que tenemos la fortuna de ser padres, sabemos sin duda, toda la emoción que significa pasar estas temporadas ahora con nuestros hijos; es como si pudiéramos vivir nuevamente cosas que habíamos dejado atrás al crecer, ahora experimentándolas a través de ellos.

Para aquellos padres que estarán viviendo sus primeras navidades a la espera o con un bebe arcoíris en sus brazos, los sentimientos de estas fechas, pueden ser un poco confusos e incluso contradictorios.

Recordemos que se les llama bebes arcoíris a aquellos que llegan poco tiempo después de que sus padres han enfrentado la pérdida de un bebe, ya sea durante el embarazo, en el momento del parto o después de nacer. Se les ha denominado así a estos bebes ya que como el arcoíris representan la calma después de la tempestad y un hermoso augurio de una época más tranquila y feliz.

Sin embargo, a pesar de la gran alegría que significa estar por recibir un bebe o tenerlo en brazos en estas fechas, en estos casos, existen ciertas emociones y sentimientos que pueden ser difíciles de manejar para los padres tales como:

- Ansiedad de pensar que el recuerdo del bebé anterior se borre o se diluya con esta nueva llegada.

- Culpa por pensar que es muy pronto para celebrar y sentirse bien después del duelo anterior.

- Tristeza al pensar como sería celebrar con el bebé que no está.

- Miedo de que la felicidad por el nuevo bebé no dure y pase algo malo, etc.

Todas estas emociones pueden afectar e impedir a los nuevos papás entregarse de lleno a vivir esta época plenamente y es normal y perfectamente entendible que así sea.

7 Consejos disfrutar de tu bebé arcoíris en su primera Navidad

A continuación, algunos consejos que pueden servirles para sobrellevar estos sentimientos:

1. No tratar de huir de estas emociones y sentimientos. Es mejor dejarlos fluir, tanto los negativos como los positivos, y entender que son normales y que pronto habrá una mayor calma.

2. Saber que el proceso y el tiempo de duelo para cada persona es diferente. Incluso dentro de la misma pareja puede haber diferencias entre los sentimientos que vive cada uno. Es necesario respetar el proceso de los dos sin juzgar, sobre todo ahora que vivimos la Navidad y las emociones están a flor de piel.

3. Tener una buena comunicación con la pareja. Poder hablar, desahogarse y entender cómo se siente cada uno, siempre ayuda a enfrentar los momentos más difíciles y darse fuerza.

4. Comprender que tener momentos para recuperar la alegría o el disfrute ante la llegada de un nuevo bebe y en este caso ante las celebraciones de la época, deben permitírselas sin culpa. Ello no significa en lo absoluto que su dolor sea menos, solo que la vida trae consigo alegrías que también tienen derecho a disfrutar.

5. El día de Navidad pueden llevar a cabo algún ritual que les haga sentirse cerca de su bebe perdido y desahogar cómo se sienten. Pueden escribirle una carta, lanzarle un globo o tener alguna ceremonia religiosa donde puedan expresar sus sentimientos.

6. En el caso de que les esté siendo muy complicado manejar sus emociones, pedir ayuda profesional no solo es válido, sino necesario.

7- Muchos de quienes están al lado de una pareja en estas circunstancias, pueden llenarles de consejos y quererles hacer sentir bien con las mejores intenciones, sin embargo, en ocasiones estos intentos pueden llegar a agobiarles o hacerles sentir que deben ocultar sus verdaderos sentimientos.

Lo mejor que pueden hacer quienes les rodean es escucharles y hacerles sentir que cuentan con ellos tanto para confortarlos en los momentos tristes, como para compartir sus momentos de felicidad.

Motivador testimonio de una mujer embarazada de un bebé arcoíris

Una mamá nos envía un precioso y positivo mensaje sobre cómo es estar embarazada de un bebé arcoíris sin sentirse culpable o triste.

'Siempre he llevado una vida bastante libre de traumas, y es que no me puedo quejar. En mi familia están todos vivos y saludables y, aunque he participado en varias "guerras personales", como cualquier otra persona o madre, las cosas generalmente me han ido bien... ¡hasta el año pasado!

En enero de 2018, estaba embarazada de gemelos, algo que creo que no todas las mujeres quieren escuchar, ¡gemelos, dos de golpe! Ya era madre de dos hijos, pero, después de hacer campaña con mi esposo durante casi un año para tener un tercer hijo (seguro que esto te suena), finalmente cedió. La alegría era doble, aunque ello podía suponer algún que otro cambio de logística.

Pero la alegría pronto se tornó en tristeza: los corazones de los gemelos se detuvieron en la semana 14, justo cuando comenzaba el segundo trimestre de embarazo. No hubo advertencia o señales de que algo había salido mal. Ellos simplemente se fueron y desaparecieron de mi vida.

Las consecuencias fueron devastadoras, tanto física como emocionalmente. Debido a que mi embarazo ya estaba avanzado, necesité someterme a un proceso conocido como dilatación y evacuación (D&E, por sus siglas en inglés), que dilataría mi cuello uterino y esencialmente aspiraría todo mientras estaba bajo anestesia general. ¡Un horror por el que ninguna padre debería pasar!

Se suponía que la cirugía iba a ser bastante rápida, pero estuve en el quirófano durante una hora y perdí mucha sangre. Después de la operación estaba demasiado débil para caminar sola y parecía que no recuperaba. Recuerdo un día, cuando parecía que empezaba a mejorar que mi marido me susurró al oído: "Pensé que íbamos a perderte a ti también".

Finalmente me recuperé físicamente, pero luché emocionalmente durante meses. Al principio, lloraba varias veces al día, conseguí mis lágrimas solo aparecieran una vez al día pero era difícil. Pensaba en lo que había perdido. Estaba claro que yo solo no iba a poder superar este trance, así que decidí por voluntad propia acudir a terapia. Yo buscaba una pócima mágica que me liberará de esa tensión y de esas emociones y, solo con el paso del tiempo, me di cuenta de que no existe esa medicina.

Seis meses después, mi marido y yo descubrimos que estábamos embarazados de un bebé. Recibí la noticia de que estaba embarazada de un bebé con gran emoción, pero sin evitar pensar que la historia podía volver a repetirse'.

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