El estirón de crecimiento y la talla de los niños - La altura infantil

El estirón de crecimiento de los niños es un factor que resaltamos con alegría en las reuniones sociales. Es muy frecuente escuchar felicitaciones de familiares y amigos a los niños cuando notan que han crecido ('¡qué altos está ya!') y a ellos les llena de satisfacción e, incluso, se ruborizan pensando en que ya son un poco más mayores. A continuación hablamos de qué influye en este aumento de talla o altura (además del peso) en los niños.

¿Qué influye en el estirón de crecimiento de los niños?

El asunto de la altura de los niños se ha convertido en una preocupación, que puede derivar en complejos, incluso en los propios padres, que nos hacemos migas el cerebro preguntando al pediatra si es mejor comprar la leche enriquecida con calcio para los niños o no, porque también hemos oído que un exceso de calcio puede ser perjudicial para el riñón.

El otro día me comentaba una amiga que creía que su hija de 15 años se había quedado bajita porque ahora medía 1,56 cm. 'Ni siquiera ha llegado a mi estatura', se lamentaba y estaba preocupada por saber si iba a crecer algo más hasta los 18 años, sobre todo, porque ahora los jóvenes son cada vez más altos.

Así es, cada generación va ganando en altura en general. Y es que son diversos los factores que influyen en el crecimiento de un niño. Los genéticos vienen determinados desde la concepción y tienen influencia por la talla de los padres, el sexo y la raza, y otros externos como el sueño, la alimentación, el ejercicio, los hábitos de vida, el estrés y las enfermedades que ha padecido el niño.

Está demostrado que el cariño también afecta en el crecimiento de los niños. Los niños que reciben más amor crecen más que los que han tenido carencias afectivas y, al parecer, el clima en el que se desarrollan también influye en su talla adulta.

Durante la primera infancia, el crecimiento es un proceso gradual y dinámico, con períodos concretos clave cuando puede acelerarse produciéndose un estirón repentino. Estos periodos son: la etapa fetal, los primeros dos años de vida y la etapa de la adolescencia. A veces sucede en la primavera y el verano, momentos en que los niños suelen realizar mayor actividad física, uno de los factores que favorece el proceso de crecimiento.

Los mayores picos de secreción de la hormona del crecimiento se segregan durante el sueño, pero esta hormona también actúa durante el día. De ahí, entre otros motivos, que sea tan importante que los pequeños duerman las horas que necesitan, de acuerdo a su edad.

¿Un niño bajito puede llegar a ser un adulto alto? La talla infantil

Sí, un niño bajito (de estatura baja) puede llegar a ser un adulto alto. Hay niños que, por diferentes razones ambientales, alimenticias, metabólicas u hormonales, experimentan un crecimiento más lento y, en un momento determinado, adquieren el ritmo normal consiguiendo una altura correcta e, incluso, elevada.

También hay niños que, por diversas razones patológicas, sufren una maduración ósea acelerada, para después detenerse y no alcanzar demasiada estatura. Cada niño es un mundo, también cuando hablamos de la talla y el peso.

Más tarde, en la pubertad, el niño sufre un crecimiento muy acusado (lo que conocemos popularmente como 'dar el estirón') a causa de la acción de las hormonas. El proceso de crecimiento finaliza cuando al concluir esta etapa se cierran los cartílagos de los huesos. La estatura que tendrá un niño cuando sea adulto se puede calcular con un margen de error de unos centímetros.

A partir de los 6 años, es posible realizar unas sencillas pruebas que orientarán al pediatra sobre el proceso de crecimiento del niño comparando con los resultados de una radiografía de la muñeca con la talla y el estado nutricional, así como las mediciones periódicas para hallar su ritmo de crecimiento.

Mientras, una alimentación balanceada rica en lácteos (que son una de las fuentes más típicas, aunque no la única, de calcio, que es un nutriente esencial para el crecimiento y fortalecimiento de los huesos del esqueleto humano), frutos secos por su alto contenido en magnesio, elemento imprescindible en el crecimiento del cuerpo humano, sal yodada puesto que la falta de ese mineral suele suponer un menor crecimiento infantil y huevos que contienen zinc, hierro, vitamina B2, vitamina D... para el metabolismo del calcio en los huesos y el ejercicio regular pueden contribuir al crecimiento de los niños, en lo que se refiere a su talla o altura.

La tabla orientativa de crecimiento de los niños según edades

Una de las preocupaciones que tienen los padres es saber cuánto medirá su hijo cuando sea mayor. Como ya hemos mencionado, la estatura o altura de los niños viene determinada por factores genéticos, alimentación, enfermedades y condiciones de salud.

Guiainfantil.com ha considerado unas tablas de crecimiento, de peso y estatura, para orientar a los padres sobre cuánto pueden pesar y medir sus hijos según las edades. Se trata de unas tablas orientativas, según el percentil 50 de las tablas realizadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Estas se realizaron tras un amplio estudio, considerando niños de diversas etnias y procedencias, y la novedad es que todos han sido alimentados con leche materna, que se considera el patrón de referencia en cuanto a alimentación.

Para leer los valores de esta tabla debes distinguir si tu pequeño es un niño o una niña, pues el ritmo de crecimiento ni las medidas estimadas, tanto para el peso como la altura, son iguales. También debes considerar la edad (meses o años) del bebé o niño.

Si te preocupa que tu hijo no alcance la altura estimada

Recuerda, estas tablas de altura y peso son orientativas; cada niño es diferente y, por tanto, cada pequeño puede crecer a su propio ritmo o alcanzar una altura diferente una vez han llegado a la edad altura. A veces le damos una importancia demasiado grande a la estatura de cada persona, ya que puede dar lugar a comentarios de otras personas (tanto por una talla demasiado alta o baja). Quizá, esto es algo en lo que tenemos trabajar a nivel social.

A nivel personal, como padres, antes de caer en una preocupación excesiva porque nuestro hijo es más alto o más bajo (o tiene más o menos peso) que sus compañeros del salón de clases, lo mejor es acudir al pediatra. Tras un estudio de la talla y peso de tu hijo, establecerá en qué percentil se encuentra (de acuerdo a su edad) y si es necesario tener en cuenta algún tratamiento o cuidado extra.

No olvidemos que existe el diagnóstico de talla baja familiar, determinado por la condición genética. Por lo tanto, no debemos caer en la preocupación excesiva, transmitiéndoles a nuestros hijos esta angustia (que puede llegar a causarles problemas de autoestima). Hay que recordar que una talla baja o una talla alta no tiene tanta importancia como que nuestro hijo sea un niño sano con la misma capacidad y habilidad para ser un adulto sano con mucho potencial.

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