La gestación subrogada u optar por un vientre de alquiler ¿cómo es?

Cada vez más personas desean ser padres y recurren a la gestación subrogada u optar por un vientre de alquiler, ¿cómo es? Básicamente una madre sustituta lleva en su vientre a su bebé hasta el momento de su nacimiento, lo que es una elección que ha dado muy buenos resultados para ayudar a las parejas infértiles a tener hijos, ya que la infertilidad es una pesadilla para quienes no tienen biológicamente esta oportunidad.

Pese a que hay varios procedimientos que pueden llevarse a cabo para solucionar este inconveniente, no todos están al alcance de quienes los necesitan: precios elevadísimos, documentación difícil de conseguir, tiempos de espera, etc. Aquí hablaremos todo acerca de la gestación subrogada: qué es, cuánto cuesta y si es un sistema legal para conseguir el sueño dorado de la maternidad.

Gestación subrogada, ¿en qué consiste el proceso?

La gestación por sustitución es un procedimiento por el que una mujer lleva a cabo un embarazo y da a luz a un bebé en nombre de otra persona. Es decir, se llega un acuerdo con la 'madre gestante' (la que va a pasar por el embarazo) para tener un hijo, el cual, posteriormente, debe ser entregado a los padres intencionales (los que han pedido este embarazo y que no pueden llevarlo a cabo de forma natural).

Una vez que el bebé nace, esta mujer debe entregarlo a la pareja en cuestión, renunciando a cualquier derecho legal que pudiera tener sobre el bebé. En Estados Unidos, la idea ha ganado en aceptación y actualmente en ocho estados hay leyes que permiten los contratos de gestación. Todo esto supervisado en el marco legal y con abogados especializados.

Aunque en España esta solución aún no es legal, lo cierto es que se trata de un fenómeno cada vez más extendido en otros países como Canadá, Israel, India, Rusia, Nueva Zelanda, Sudáfrica o Estados Unidos. En Latinoamérica no es tan común y sigue siendo tabú muchas veces, en países como México casi no se habla del tema de la gestación por sustitución, más bien son tratamientos para la infertilidad.

Hay una gran variedad de razones para recurrir un vientre de alquiler. Una de las causas suele ser la infertilidad de la mujer que desea un hijo, los posibles embarazos de riesgo o la imposibilidad de llevar una gestación a término. Otra opción es que quieran ser madres o padres solteros, o quizá tengan una pareja de su mismo sexo, por lo que se recurre a la gestación subrogada.

Cómo es optar por un vientre de alquiler para tener un bebé

Para empezar hay dos tipos de gestación subrogada: la tradicional y la gestacional. Por un lado, la gestación subrogada tradicional es aquella en la que se insemina a la mujer con el esperma de otra persona, ya sea del padre 'legal' del futuro bebé o de un donante. Esta inseminación puede llevarse a cabo mediante relaciones sexuales o bien a través de la inseminación artificial.

Por otro lado, la gestación subrogada gestacional es aquella en la que todo el proceso de inseminación se hace de manera artificial: es decir, se extrae el óvulo de la madre, se insemina artificialmente y, posteriormente, se introduce en la madre gestante para su desarrollo y futuro embarazo. El modelo de gestación subrogada se selecciona en función del acuerdo entre las partes implicadas, así como los consejos médicos a los que estas puedan someterse.

Al margen de las legalidades de cada país, en la gestación por sustitución, los nombres de los padres biológicos son los que aparecen en el certificado de nacimiento del bebé que se realiza en el hospital, lo que significa que queda registrado como hijo de la pareja. Optar por un vientre de alquiler es una de las soluciones más costosas que hay actualmente para revertir problemas de infertilidad, y por ello, es una opción a la que no todas las parejas pueden acceder ni costear.

Cuando se quiere llevar a cabo un proceso de gestación subrogada es importante hacer un contrato entre las partes. En este documento se incluye la identidad de ambos lados, las condiciones en las que se va a llevar a cabo este procedimiento, la cuantía a pagar y los derechos y obligaciones de las partes. Es decir, en algunos casos, la madre gestacional tendrá derecho a estar en contacto con el bebé, mientras que en otros no será así.

Lugares dónde es legal llevar a cabo la gestación subrogada

Una duda que surge a la hora de considerar una gestación subrogada es su legalidad, es decir, en qué países este procedimiento es legal y puede llevarse a cabo libremente. Lo cierto es que, mientras que en España este procedimiento no es legal, hay muchísimos países en los que sí se permite: Estados Unidos, Canadá, Ucrania y Georgia, entre otros.

Dada esta diferencia, son muchas las parejas que deciden emigrar a uno de estos países, establecer una estancia prolongada en la que poder llevar a cabo la gestación por sustitución para, posteriormente, regresar a sus países de origen y legalizar al bebé como hijo legal del matrimonio. En los casos en los que no hay pareja, la legalización se lleva a cabo como 'padre o madre soltera'.

Una vez los padres intencionales regresan a sus países, deben iniciar un proceso para legalizar el bebé y su nacionalidad en el país de origen de estos o en el que se vaya a establecer la residencia habitual. Pese a que puede haber alguna complicación y se exige mucha documentación, la gestación subrogada suele ser aceptada en muchos países.

Costes de optar por un vientre de alquiler: aspectos a tomar en cuenta

El precio de la gestación subrogada varía mucho en función de cada país, del acuerdo al que se llegue, de si se realiza mediante una empresa especializada o de los cuidados extras que puedan necesitar tanto la madre gestante como el bebé: incubadora, pruebas prenatales, exploraciones físicas que avalen el correcto estado físico de la madre gestante, vitaminas, ultrasonidos, etc.

En Estados Unidos, por lo general, una gestación por sustitución puede costar entre los 20.000 y 50.000 dólares siempre que se haga entre las partes y no se involucre una empresa en ello. En este último caso, el precio puede incrementarse hasta los 170.000 dólares. Optar por un vientre de alquiler es algo que muchas parejas consideran cuando enfrentan dificultades para concebir un hijo biológico.

Sin embargo, esta alternativa es de las más costosas, ya que no solamente es el procedimiento de fertilización, sino el de los cuidados de la madre gestante antes, durante y después del parto. Varios factores, pero sobre todo los financieros, son lo que hacen que la gente que se decide por esta vía para ser padres lo piensen más de una vez, ya que se deben cubrir los costes de:

• Honorarios de la madre sustituta.
• Honorarios del personal médico.
• El proceso de la fecundación in vitro.
• El seguimiento del embarazo.
• Los gastos legales (elaboración del contrato entre particulares o la contratación de agencias especializadas en gestación subrogada).

Por qué sí o por qué no elegir la gestación por sustitución para tener un bebé

Son diferentes los expertos que se han posicionado sobre la legalidad y la moralidad de este procedimiento. Mientras unos consideran que se trata de un procedimiento con el que se ayuda a aquellas mujeres que no pueden tener hijos, otros alegan que el bebé y la madre biológica deberían tener contacto, pues la madre siempre será la madre.

En el debate, ya no solo se discuten los derechos de la madre gestante, sino también los del bebé. Se considera que este debe conocer la realidad de la familia una vez llegado a la madurez y que sea él quien decida si quiere tener contacto o no con su familia biológica.

Sin embargo, y lejos de estas opiniones subjetivas, sí hay expertos que se posicionan en contra de este procedimiento, ya que lo ven como una forma de hacer negocio. Este concepto se asocia a delitos en varios países, pues la concepción no es otra que la 'venta' de los bebés, de la cual unos pocos sacan provecho.

La gestación subrogada siempre estará rodeada de polémica, ya que quienes no pueden ser padres o madres biológicos lo llevan a cabo para cumplir su sueño, no importando implicaciones religiosas o morales de los demás. Sin embargo, a decir verdad es un proceso muy costoso, no es legal en todos los países y no todos pueden asumir el pago y desgaste emocional que el procedimiento supone.

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