Los niños que viven y conviven con el sida

Todavía son muchos los que piensan que el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) afecta solamente a los adultos.

El VIH también ha cambiado el rumbo y la vida de millones de niños en el mundo. En parte, porque heredan el virus de su madre, o porque se quedan huérfanos con la muerte de sus progenitores por la enfermedad. De una forma u de otra, el sida tiene alterado negativamente a la vida de muchísimos niños.

Los niños que viven y conviven con el sida

Casi no se habla de la transmisión del VIH a los niños. La gran mayoría de niños portadores del virus, se contagió mediante la trasmisión vertical (de madre a hijo) o por transfusión de sangre infectada. Algunos lo contraen de forma más traumática, a través de una violación o abuso sexual por alguien infectado. De todos los modos, los niños no perciben la gravedad de su estado.

No saben qué les pasa, no consiguen identificar lo que ocurre con su padre y/o madre. Sufren los daños de la enfermedad en sus propias carnes. Y así acontece aquí y en todas las partes del mundo. Casi no se habla de la transmisión del VIH con los niños. Es muy difícil explicar a los más pequeños de qué se trata el sida.

En Talkingwithkids, encontré un documento muy interesante. No solo enseña cómo hablar con los hijos sobre el alcohol, las drogas, el sexo y la violencia, sino también sobre el VIH y el Sida; qué es, cómo se previene y se contagia, etc. Niños bien informados son niños más seguros y protegidos. Claro que la explicación debe ser transmitida según el nivel de capacidad de cada niño para entenderla. Cada cosa a su hora y a su debido tiempo.

Como cualquier otra enfermedad grave, como es el caso del cáncer o de la diabetes, es fundamental que se la diagnostique lo antes posible. Un informe de la ONU asegura que el diagnóstico precoz y el tratamiento salvarían la vida del 75 por ciento de los niños que nacen con VIH. En España se calcula que viven más de 100 mil personas infectadas por este virus. Los casos tratados en pediatría alcanzan un 0,5 por ciento del total, y hay más casos en adolescentes que en niños.

En países menos desarrollados, las cifras aumentan en la población infantil. Y el tratamiento a niños pequeños está llenos de obstáculos. Primero, por la falta de tratamientos antirretrovirales que ofrezcan dosis a la medida de los niños. Su sistema inmune no está preparado para enfrentarse a que un virus atente contra él, por lo que presentan más riesgo de desarrollar el sida.

Los niños poseen más células susceptibles de ser infectadas, con lo que el virus llega a muchos órganos, y pueden causar infecciones graves muchas veces irreversibles. El peligro para los niños es mucho mayor que para los adultos. Se celebra el día Mundial de lucha contra el Sida y las últimas estadísticas demuestran que aún queda mucho por hacer, a pesar de las innúmeras campañas que existen. De todos modos, sigo creyendo que todo el esfuerzo para prevenir esta enfermedad debe ser empleado a través de la educación.

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