¿Es frágil un bebé recién nacido?

Ayer fui a visitar a unos amigos a la maternidad ¡se han convertido en padres de un precioso niño! Charlando con el papá, que rebosaba alegría, nos comentaba lo difícil de tratar con un niño tan pequeñito, 'no sé cómo cogerle en brazos sin arquear la espalda de esta manera tan incómoda', decía. Le parecía tan frágil y tenía tanto cuidado con su hijo como si tuviera en brazos un jarrón de la dinastía Ming.

La fragilidad de un recién nacido

Oportunamente, durante el breve espacio de tiempo que duró la visita, pasó el neonatólogo para comprobar el estado general del recién nacido, y ¡nos quedamos boquiabiertos! Pude ser testigo de las proezas de lo que es capaz un bebé con 24 horas de vida, pese a la aparente fragilidad de su anatomía.

El especialista 'engendró' en los nuevos papás seguridad a la hora de manejarse con su hijo: cogió al bebé con una sola mano, lo giró con naturalidad, revisó atentamente su cuerpecito y empezó a hacerle unas pruebas que parecían propias de un marine de los EEUU: le dejó colgado sólo agarrado de 2 dedos de su mano, le hizo caminar a lo Groucho Marx, le dejó caer brevemente hacia atrás, mientras el bebé intentaba agarrarse a algo, le rozaba las plantas de los pies con un nudillo de su mano... ¡El pequeño niño parecía Rambo! ¡Estaba tan contento y todas las pruebas las superaba a la perfección.

La imagen del recién nacido que todos poseemos es la de un ser físicamente desvalido, dependiente de sus progenitores en todo y así es, pero tenemos que tener en cuenta sus grandes capacidades mentales y su desarrollado instinto de supervivencia; quizá, entonces, logremos tratar a nuestro hijo con más naturalidad y tranquilidad, y así poder disfrutar más de él en estos importantes y maravillosos momentos de su vida y de la nuestra. ¡Enhorabuena por vuestro bebé!

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