Feng shui. Una habitación ideal para los niños
Cómo decorar la habitación de tu hijo con la técnica de Feng shui
- Cómo lograr un buen Feng Shui
¿A quién no le gusta entrar en una habitación y respirar un aire de orden, de tranquilidad y de acogimiento? El dormitorio es uno de los lugares más importantes de nuestra vida. Debe ser el lugar de descanso y de sueño. Si quieres que tu hijo se despierte más relajado, en paz consigo mismo, con la vitalidad y la energía que necesita para afrontar las tareas del día a día, siga algunos consejos de cómo lograr un buen Feng Shui.
Cómo lograr un buen Feng Shui
El Feng shui, una técnica milenaria, propone que:
La cuna o la camita debe ser el protagonista de la habitación. Todo debe estar dispuesto en torno a ella, en su debida proporción y distancia. Es recomendable que a la hora de situar el cabecero se tenga en cuenta que lo que el niño vea desde su camita o cunaserá siempre lo primero y lo último que él guardará en su memoria. Por esta razón, lo que él vea desde el momento que se acuesta o se levanta debe ser una imagen que le transmita paz y descanso.
Cuánto más equilibrada sea esta percepción, más relajado se sentirá el pequeño. Si es posible, la cama o la cuna no deben estar orientadas directamente a ninguna puerta ni ventada, ni a un pasillo abierto ni a un baño. Tampoco debe estar bajo un depósito de agua. Las paredes con cañerías pueden favorecer el insomnio ya que estimulan la energía vital. La forma en que estén orientadas la cuna o la cama, según los puntos cardinales, también tiene su significado. Ejemplo:
- Una cama orientada al Sur, fortalece la intuición y estimula los sueños y la capacidad de retención
- Una cama orientada al Norte, favorece la salud y la energía vital
- Una cama orientada al Este, provoca dinamismo y ganas de vivir
- Una cama orientada al Oeste, constituye un buen mecanismo contra el estrés y la agitación.
Se debe evitar poner algunos aparatos u objetos junto a la cama o la cuna que puedan favorecer el nerviosismo, la inquietud y el insomnio, como es el caso de un ordenador, una bicicleta, una televisión, plantas, o un espejo. Los espejos no deben ser colocados a la vista. Se aconseja que estén dentro del armario.
En cuanto a la televisión, ponerlo frente a la cama o la cuna, perjudicará el equilibrio o el Feng Shui del dormitorio de los niños. Mejor que los niños concilien el sueño a través de un cuento, una canción de cuna o una buena lectura.
- Los sofás, sillones o divanes son compatibles y coherente con la cama o cuna porque sugieren el mismo placer e intimidad.
- Las sábanas y los edredones o colchas también influyen en el Feng Shui de la habitación. Se aconseja que tengan colores cálidos, tonos lisos, suaves y planos. Las rayas, y los estampados exagerados no transmiten calidez ni acogimiento.
- Los bordes de los muebles, cama, cuna o armarios, no deben ser excesivamente puntiagudos. Los picos son elementos que pueden desequilibrar la armonía decorativa. Mejor optar por los bordes redondeados y de sencillo diseño.
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