¿Qué estarías dispuesto a sacrificar por tu hijo?

Si alguien sabe sacar lo mejor de nosotros, estos son nuestros hijos. Nuestro amor paternal hace que ocupen el primer puesto en el podio de nuestra vida, que aspiremos a cosas grandes para ellos, que nos volquemos en todas sus necesidades, que les ayudemos a crecer, que nos donemos por completo en las adversidades y que no podamos dejarles de querer jamás. Y tú... ¿qué estarías dispuesto a sacrificar por tu hijo?

Lo que estarías dispuesto a sacrificar por tu hijo

La llegada de un hijo despierta en nosotros sentimientos únicos y también nuevas maneras de entender y vivir la vida. El amor de los padres por los hijos es auténtico, ya que se les quiere por lo que son, no por lo que hacen o por lo que pueden darnos. La mayoría de los padres sabemos que tenemos un tesoro, pero no siempre sabemos valorarlo o se nos olvida con frecuencia.

No a todos los padres se nos da la oportunidad de saber el valor que tiene nuestro hijo para nosotros porque la vida no nos pone pruebas demasiado difíciles, pero nos sorprendería saber el sacrificio y renuncia a los que estaríamos dispuestos por ellos. Durante el Mundial de fútbol 2010, el portero de la selección australiana, Brad Jones, abandonó el Mundial de Sudáfrica para estar junto a su hijo de cuatro años al que se le diagnosticaron una leucemia.

Mientras dure el tratamiento de su hijo, decidiódisponer de todo su tiempo para estar junto a él. ¡Algunos se echaron las manos a la cabeza viendo cómo este futbolista renunció a una oportunidad única! Jones tomó la decisión de anteponer su papel de padre a su exitosa carrera como futbolista. ¿A cuántos les encantaría estar en su pellejo de deportista y a cuántos no les gustaría en absoluto pasar por ese mal trago como padre?

Aún así, él decidió ponerse el traje de padre y, quitarse temporalmente las botas de futbolista. 

No me cabe duda que hay un antes y un después de la paternidad, que nos hace más fuertes y más valientes, que cambia nuestras prioridades y que aumenta enormemente nuestra capacidad de sacrificio ¿Qué tendrán nuestros hijos que con una sonrisa, un balbuceo, un abrazo, un beso... o con tan sólo pronunciar la palabra "papá" son capaces de transformarnos para siempre?

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