El cambio de horario afecta al comportamiento de los niños

Acostar ayer a mis hijos a la 'hora de siempre' fue misión imposible. En realidad, ni era la hora de siempre, ni un día de la semana como cualquier otro. Era sábado, después de una semana larga, llena de actividades y de deberes escolares, con lo que aprovecharon para irse a la cama mucho más tarde que de costumbre.

Pero hoy, claro, pudieron descansar y dormir hasta tarde. Una hora menos, pero por lo menos ya tendremos todo el día para que se vayan acostumbrando con el nuevo horario y así, cuando empiece la semana, ya estarán adaptados al cambio de hora.

El cambio de horario y el comportamiento de los niños

Tampoco fue fácil la hora de la comida. Les entró hambre antes de tiempo, entre otras cosas porque casi ni cenaron, o mejor dicho cenaron chuches, y nos hicieron pasar un día de locos… porque estuvieron más inquietos y gamberros de lo habitual, poniendo a prueba nuestra paciencia con su comportamiento.

Aunque algunas personas no lo notan, otras, especialmente los ancianos y los niños, acusan más el cambio de horario. A partir de ahora amanecerá una hora más tarde y, por la tarde, ganaremos una hora de luz. Con el nuevo horario habrá más ocasiones de hacer deporte, dar un paseo o estar en el parque hasta la hora de cenar.

El cambio de hora puede provocar alteraciones hormonales, tener efectos en el sistema nervioso central y sobre el apetito, fomentar estados de irritabilidad o depresión y provocar alteraciones del sueño que pueden dar lugar a episodios de insomnio o cansancio por las mañanas.

En general, el organismo está preparado para asumir estos desajustes producidos por el cambio en el horario de sueño y el ciclo de luz en el día.

Los pequeños trastornos no duran más de una semana. De modo que, durante esta semana, ármate de paciencia, si notas que tu hijo presenta un pequeño déficit de atención, está más inquieto y alborotador que de costumbre, sufre cambios en su régimen de alimentación y le cuesta conciliar el sueño por la noche y despertarse por la mañana. Pronto pasará. Aún nos queda un mes para hacernos a la idea de que a las nueve de la noche será aún de día.

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