Cada país tiene sus propias leyes respecto al registro de los nombres infantiles, pero me ha resultado sorprendente saber que en Suecia se ha permitido a los padres poner a sus hijos nombres de empresas y marcas comerciales como Google, McDonald's, Coca-cola, Lego o Batman. Seguro que la medida dará lugar a más de una anécdota divertida o a una situación caótica que la familia no podrá olvidar.
La apertura en el camino de las libertades para elegir el nombre de los bebés también se ha producido en España, pero de forma más moderada que en el caso sueco. Si hasta hace poco no era posible
registrar en España a un bebé con el nombre de Lola, por ejemplo, porque era el diminutivo de Dolores, ahora existe una mayor flexibilidad en cuanto a diminutivos y nombres relacionados con fenómenos naturales y lugares geográficos.
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En Estados Unidos, en cambio, prefieren copiar a las celebridades de Hollywood que han apodado a sus hijos con nombres poco comunes. Así, según un estudio realizado por el Departamento de Salud de Nueva York, el nombre más popular anotado en los hospitales últimamente era Jayden, que es el elegido por la cantante Britney Spears para su segundo hijo. Rihanna, Keira, Siena, Charlize o Suri, como la hija de Tom Cruise y Katie Holmes, forman parte de los 100 nombres más utilizados en EE UU junto con el de Obama, debido a la popularidad del Presidente. En cambio, parece que en España no somos tan excéntricos a la hora de elegir el nombre de nuestro bebé. Así, entre los diez
nombres de niña más utilizados en España, según los datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) figura
Lucía, seguido de Paula, María, Sara, Daniela, Carla, Claudia, Marta, Irene y Sofía, en décimo lugar, que es el nombre de la Reina y el que eligieron los Príncipes de Asturias para su segunda hija. El preferido por los padres para los niños es
Daniel, seguido de Alejandro, Pablo, Hugo, Álvaro, Adrián, David, Javier, Sergio y Diego. Y es que la
musicalidad y la belleza parecen ser los principios por los que nos regimos para elegir el
nombre del bebé, una decisión importante y difícil donde entran en juego componentes emocionales, el gusto de cada uno y, a veces, también la moda. Mientras que unas parejas lo tienen claro desde el principio, a otras les cuesta decidirse. Unos buscan la originalidad, que nadie más se llame así en la familia, otros en cambio prefieren ponerle el
nombre de uno de sus hermanos o de sus padres. Algunos prefieren nombres tradicionales, de toda la vida porque piensan que ahora casi nadie los elige y su hijo tendrá un nombre único, mientras que para otros la musicalidad, la moda y la aprobación de los demás cuentan y mucho.
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