Cómo llevar al bebé a la espalda

Orientaciones para que los padres puedan llevar a su bebé a la espalda

Estefanía Esteban, Periodista
En este artículo
  1. Cómo portear al bebé a la espalda en menos de un minuto
  2. Vídeo explicativo de cómo llevar al bebé en la espalda

Sólo necesitas 45 segundos y un pañuelo grande o fular. Menos de un minuto y tu bebé estará listo para pasear piel con piel a tu espalda. No es difícil, no se necesita ser muy hábil. El porteo no es tan complejo. Eso sí: practica antes de salir a la calle, sobre todo para comprobar si a tu bebé le gusta ir a tu espalda. No todos los bebés parecen estar a gusto en esa posición. Otros prefieren el carrito.

Cómo portear al bebé a la espalda en menos de un minuto

Madre lleva bebé a la espalda

Ten a mano un pañuelo grande o un fular, ponte de pie y sigue estos tres pasos. ¡Verás qué sencillo!:

1. Coloca al bebé a la espalda (tú debes inclinar la espalda y colocarte en ángulo recto, mirando hacia abajo).

2. Extiende el pañuelo o fular por encima del bebé y anuda los extremos superiores del pañuelo a la altura de tu pecho. Aprieta bien, para que tu bebé esté seguro.

3. Localiza los extremos inferiores del pañuelo y pásalos por debajo de trasero del bebé. De esta forma, quedará 'sentado' en el pañuelo, con las piernas por fuera. Ahora anudas el pañuelo de nuevo por delante, a la altura de la cintura. ¡Ya estáis listos para salir de paseo!

Vídeo explicativo de cómo llevar al bebé en la espalda

Fíjate qué sencillo es portear a un bebé a la espalda. Y qué poco tiempo se necesita. El bebé va cómodo y seguro, y lo más importante: se siente cerca de la piel de su madre. El contacto con su madre le hace sentirse aún más seguro. Por eso, el porteo tiene muchas ventajas para el pequeño: fortalece el vínculo con su madre o padre, se siente seguro y tonifica su espalda.

Pero no todos los bebés parecen estar tan a gusto con este tipo de porteo. Mi hija, por ejemplo, no quería ir pegada a mi pecho y mucho menos a la espalda. Lo que de verdad le gustaba era que le pasearan en la sillita, tumbada al principio, sentada después. Tal vez porque se sentía más libre. Cada bebé es su mundo, así que mi consejo es que pruebes. Porque al final, que no te quepa duda, será él quien elija.

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