Por qué no debemos quitar a los niños su objeto de apego
El error de tirar las mantas, muñecos o almohadas de apego que dan seguridad y placer a nuestros hijos
- Por qué no debemos quitarles los objetos de apego a los niños
- Las razones por las que los niños se apegan a algunos objetos
- Otros tipos de apego que los niños suelen tener en la infancia
Muchos niños y bebés tienen un objeto fetiche del que no se separan ni pierden de vista en ningún momento. Para algunos es un osito, para otros un muñeco, una mantita, una almohada, un cojín... Son objetos de consuelo que necesitan, sobre todo, para sentirse seguros y les acompañan durante su infancia. Quizás un buen día se olviden de ellos o no, pero no debemos cometer el error de apartarlos de su vida.
Por qué no debemos quitarles los objetos de apego a los niños
El objeto de apego suele ser muy importante para el niño, a veces no nos damos cuenta de ello y le restamos importancia. Ya puede estar roto, viejo, mordido, babeado o feo pero el niño lo lleva a todas partes o simplemente lo busca cuando necesita consuelo. Es un objeto que ha elegido el niño para acompañarle, y con el que se siente seguro.
Mi hijo pequeño, que ahora tiene 2 años, es el único de mis 3 hijos que ha tenido un objeto de apego. Se trata de una almohada que lleva de un lado al otro en casa, en muchas ocasiones la deja y la olvida, pero de pronto, salta como un resorte y corre a por ella. La utiliza para dormir, cuando se siente cansado o si no se encuentra muy bien.
En alguna ocasión, he escuchado a alguna madre decir que a los niños hay que quitarles ese objeto cuando ya no son bebés, sin embargo, no estoy de acuerdo con esta afirmación. Yo creo que debe ser el propio niño el que lo decida cuando esté preparado para dejarlo o incluso puede guardarlo para siempre, ¿qué hay de malo? Todo lo contrario, le ayuda porque:
- Le aporta seguridad y consuelo
- Está estimulando la capacidad de establecer vínculos afectivos
- Le recuerda a su familia, a sus padres y al hogar por lo que le vincula con su entorno
- No son señal de debilidad ni perjudican el desarrollo y la madurez del niño
- Ayudan al niño a expresar sus emociones
Las razones por las que los niños se apegan a algunos objetos
El Dr. Madhu Rai y Dr. Gabriel Ybarra analizan en el documento 'Understanding Children's Attachment to Inanimate Objects: An Indian Perspective' cómo cosas y objetos como mantas o juguetes blandos, ofrecen apoyo emocional a los niños.
Hay niños que se apegan a un peluche de algún personaje de cuento e incluso les dan nombres especiales. Otros se apegan a una blusa de mamá o de papá. No hay un objeto concreto a los que se apegan los niños. Y ¿por qué estos objetos son tan importantes para ellos? Según ellos, este apego les ayudan a sentirse seguros, a manejar el miedo o el dolor y a lidiar con la ansiedad por separación de sus padres.
Según la Academia Americana de Pediatría, la mayoría de los niños elige un objeto de seguridad entre los 8 y 12 meses de edad y lo mantienen por muchos años. Esas cosas, también conocidas como 'objetos transicionales' facilitan la transición del niño de la dependencia a la independencia o autonomía. Representan la personificación de todo lo que es positivo y reconfortante en su mundo.
Los objetos de apego, como mantas o peluches, son elementos importantes en el desarrollo emocional de los niños. Estos objetos proporcionan seguridad, ánimo y fuerza a los niños, especialmente en situaciones nuevas o estresantes. Actúan como un sustituto tranquilizador cuando sus padres o cuidadores no están presentes. Son más comunes durante los primeros años de vida y ayudan a los niños a gestionar sus emociones y a sentirse más seguros en su exploración del mundo.
Otros tipos de apego que los niños suelen tener en la infancia
Según la psicopedagoga Jimena Ocampo Lozano, colaboradora de Guía Infantil, los niños pueden experimentar tres tipos de apego durante la infancia:
- Apego seguro
Se entiende como apego seguro a la exploración activa del bebé o el niño en presencia de la figura de apego, ansiedad en los episodios de separación, reencuentro con la figura de apego caracterizado por búsqueda de contacto y proximidad, y facilidad para ser consolados y tranquilizados por ella.
- Apego ansioso-ambivalente
Se entiende por apego ansioso-ambivalente cuando el niño presenta necesidad constante de contacto, pero al mismo tiempo en presencia de la figura de apego puede tener una reacción intensa casi nula. Son comportamientos ambivalentes en el reencuentro (búsqueda de proximidad combinada con oposición y cólera) y gran dificultad para ser consolados por la figura de apego.
- Apego ansioso-evitativo
Se caracteriza porque el niño presenta escasa o nula ansiedad ante la separación, no existe una clara preferencia por la figura de apego frente a los extraños y por la evitación de la misma en el reencuentro (alejándose de ella, pasando de largo o evitando el contacto visual).
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