Por qué no dejar que un extraño cargue o tenga en brazos a tu bebé

¿Qué es lo que más te aterra a ti ahora que eres madre? ¿Que tus hijos se pongan malos, tal vez? ¿O quizás que alguien se los lleve cuando sales a dar un paseo y dejas de mirar el carrito por un instante? Los temores y las inseguridades van a estar ahí, son una especie de instinto o mecanismo de defensa pero, aunque no debamos obsesionarnos o preocuparnos excesivamente, sí que podemos adoptar una serie de medidas por nuestro propio bien y el de nuestro hijo. Estos son los motivos por los que no dejar que un extraño lleve en brazos a tu bebé.

No permitas que un extraño cargue a tu bebé en sus brazos

Coincidirás conmigo que hay que evitar ser alarmistas: no todo el mundo que pasa a nuestro lado tiene malas intenciones. Pero, se oyen tantas cosas en las noticias: secuestros de niños pequeños en los parques, raptos en los centros comerciales, que una no puede evitar estar pendiente de su pequeño a cada rato. En este sentido, hay una cosa bien sencilla que podemos hacer: evitar que un extraño cargue en brazos a nuestro bebé.

• Seguramente solo sea alguien que pretende ser amable, pero en verdad no nos podemos fiar. Desconocemos quién es y cuáles son sus intenciones. Por lo tanto, si estamos, por ejemplo, haciendo la compra, y alguien mira a nuestro bebé, le dice qué bonito es, y a continuación pide permiso para cogerlo o incluso echa sus brazos con esta intención, le diremos rápidamente que preferimos que no lo haga pues al bebé no le gusta estar en brazos de personas que no conocemos. No es cuestión de ser descortés, pero tampoco hay que exponer al pequeño a ningún riesgo.
• Es más, si es una persona mayor o incluso anciana la que quiere coger al bebé, la podríamos estar exponiendo a posibles virus o bacterias.
• Lo mismo le sucedería a nuestro hijo, cuando alguien le toca sus manitas o mejillas le podría estar trasmitiendo un virus ¡un riesgo totalmente innecesario!
• Otro motivo por el que no dejar que un extraño cargue a nuestro bebé es que este podría romper a llorar, sentirse agobiado o incluso con ansiedad: una persona que no reconoce, de la que no identifica ni su olor, está invadiendo su espacio vital.

Los desconocidos no deben tener a tu hijo en brazos sin permiso

Te dirán que esos son miedos propios de las madres primerizas, que qué exagerada eres, que no pasa nada de nada, pero ¿tú en verdad quieres que un extraño se acerque tanto a tu hijo?

No debemos obligar a que los hijos den besos a aquellas personas que estén fuera de su círculo, es más, no deberíamos siquiera insistirles para que se lo den a la familia si es que nuestro hijo no quiere. Sí es que es cierto que les debemos enseñar buenos modales: damos los buenos días, respondemos si alguien nos habla. Pero las muestras de cariño tan personales no forman parte de esos buenos modales.

Pues lo mismo sucede con el hecho de que nuestro hijo pequeño esté en el parque y de pronto pase por ahí un vecino; nos saluda y a continuación le carga en brazos. ¿Y si el niño se asusta? ¿Y si se siente incómodo? Mejor no permitir a los extraños que no tengan en brazos a tu bebé o niño.

Los niños más pequeños pueden no tener aún desarrollada la capacidad para saber todo lo que implica la diferencia entre un conocido, un familiar y una persona extraña. Si se acostumbra a que todos sean de 'confianza', no sabrá qué hacer si alguien le dice que se vaya con él.

[Leer+: Reglas para proteger a un niño de un secuestro]

Cómo enseñar a tus hijos a no fiarse de los extraños

Por lo tanto, para mostrar a nuestros hijos por qué es importante no fiarse de personas extrañas o desconocidas usaremos los siguientes cuatro recursos:

1. Comenta con palabras, también puedes ayudarte de cuentos, y de forma natural, que si alguien le ofrece algo de comer o le dice que le acompañe a un lugar, él debe decir que no y seguidamente irse al lado de mamá y papá.
2. También es importante que sepan que no todo el mundo tiene buenas intenciones y, por lo tanto, no es conveniente fiarse de los extraños. Ante cualquier duda debe contárselo a mamá y papá o a los maestros. En caso de que se pierdan en la calle, es mejor que se dirijan a un establecimiento o alguna persona que vean con uniforme de autoridad.
3. Explica a tu hijo que hay que ser precavidos en cuando a la higiene: no dar la mano a personas fuera del entorno ni usar sus objetos personales.
4. Si en presencia de tu hijo alguien le dice: '¿te puedo coger?', '¿me das un beso?', sé tú la que diga: 'no, es que los besos se los damos solo a la familia'. De este modo, tu hijo aprenderá la respuesta correcta ante este tipo de situaciones.

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