6 razones por las que padres e hijos deberían dar las gracias todos los días

Todas las celebraciones tienen algo en común, el deseo de compartir. Celebrar algo significa reunirnos alrededor de una buena mesa en la que no faltará una comida especial y donde los protagonistas serán la familia y los amigos, todos los seres queridos, que en definitiva son las personas que más nos importan y, por tanto, nos hacen más felices. Aprovechemos la celebración del Día de Acción de Gracias para despertar el valor de la gratitud en los niños y enseñarles que el acto de agradecer tiene mil beneficios.

Cómo y por qué debemos enseñar a los niños a dar las gracias

Dar gracias alrededor de una mesa tiene connotaciones religiosas, pero también puede ser para muchos un acto sencillo de agradecimiento por lo que nos está brindando la vida con nuestro esfuerzo, con la dedicación a nuestros hijos y con la lucha diaria por el trabajo, la vivienda y el alimento.

A muchos nos sirve para darnos cuenta de lo que tenemos y valorarlo, ya que como referente nunca debemos olvidar que no es más feliz el que más tiene, sino que la verdadera felicidad reside en valorar lo que uno tiene.

El Día de Acción de Gracias o Thanksgiving Day es una celebración con mucha tradición y antiguedad, que abre el preludio de las fiestas navideñas, ya que tiene lugar el cuarto jueves de noviembre. Moviliza a las familias en torno a un gran pavo asado, que se sirve con maíz, batata, la calabaza, el puré de patatas y salsa de cranberry o de arándanos.

Esta celebración es el momento de expresar agradecimiento y honrar los vínculos familiares, aunque esta tradición no se limita sólo a los Estados Unidos. Dar gracias es algo que la gente de todo el mundo hace en distintos momentos del año y en diferentes países como por ejemplo el Chuseok (festival de la cosecha) en Korea, Sucot (festividad especialmente alegre en la que los elementos religiosos se entremezclan con los agrícolas) en Israel, y Pongal (gran festival anual de cosechas) en la India.

Juntarnos para dar las gracias nos brinda la oportunidad de estar con familiares para empezar a celebrar las fiestas. Y además, nos pone nostálgicos porque nos recuerda la enorme distancia que nos separa de nuestros familiares y amigos, a los que tanto queremos, y que hoy están, de alguna manera, muy presentes en nuestra mente y en nuestros corazones.

Motivos por los que debemos cultivar la gratitud en la familia

Cultivar la gratitud debe ser un hábito en el cotidiano de la familia. En Guiainfantil.com hemos reunido 5 motivos para que la familia sea agradecida:

1. Reconocer y tener conciencia de lo que uno tiene, y no solo a nivel material, hace muy bien a la salud. Agradecer previne la ansiedad, el estrés y la depresión, y fomenta el optimismo.
2. Cultiva y promueve la juventud. Personas que saben agradecer se sienten más jóvenes, aunque tengan más edad.
3. Fomenta la calma y la relajación. El hábito de agradecer hace bien al corazón y por supuesto a la mente. Combate las enfermedades mentales.
4. Promueve a creación de vínculos. La gratitud hace con que las relaciones entre los familiares y amigos sean más harmoniosas y seguras.
5. Mejora la presión arterial y equilibra el peso. La práctica de la gratitud puede reducir hasta un diez por ciento de la presión arterial sistólica, y un 20 por ciento de grasas en el cuerpo.
6. Hace con que estemos más felices. No hay nada como ser agradecido para sentir paz en el corazón. Y eso repercutirá positivamente en el sueño y en otras situaciones.

Qué significa y cuál es la historia del Día de Acción de Gracias

Pero, ¿cuál es el verdadero significado del Día de Acción de Gracias? Un gesto de amistad. Al parecer, los primeros colonos que desembarcaron con el Mayflower en Plymouth pasaron hambre y no tenían recursos para abastecerse de alimentos. Un indio les entregó algunas semillas de maíz que cultivaron y les enseñó a pescar.

Gracias a eso, al año siguiente, los colonos recogieron su cosecha y celebraron su abundancia de alimento con una fiesta en la que compartieron pavos, gansos, maíz, langostas, almejas, calabazas y calabacitas, y frutos secos.

Aunque durante unos años no pudo volver a celebrarse por problemas con los indios, el espíritu de compartir las enseñanzas y los frutos del esfuerzo realizado, perduró en el tiempo y con el devenir de los años se instauró definitivamente el cuarto jueves de noviembre.

Para nosotros, cada día puede ser un día de agradecimiento, un día de acción de gracias, con significado completo. Las duras condiciones de la vida para algunos, el esfuerzo y la lucha que representa para otros salir adelante todos los días, merece su recompensa. Saber apreciar los logros conseguidos es lo más importante para quienes ansían ser felices. Compartida, la vida es más gratificante.

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