Cómo enseñar a tu hijo a manejar y enfrentar las palabras ofensivas

- Mamá, Juan dice que soy tonto
- Papá, hoy se han reído de cómo hablo
- Mamá, los niños me llaman gordo

Personas ofensivas y tóxicas que intentan hacer daño a través de la palabra las ha habido siempre y siempre las habrá, y a lo largo de la vida hemos de enfrentarnos a ellas. Nosotros, que ya somos adultos, tenemos más argumentos para defendernos de esas personas o de esos insultos que duelen, pero ¿y nuestros hijos? ¿Cómo enseñarles a enfrentarse a las palabras ofensivas y tóxicas de otros niños? ¿Cómo hacerlo sin violencia pero con contundencia y firmeza? En Guía Infantil te ayudamos.

Ayudar al niño a hacer frente a las palabras ofensivas sin violencia

Todos los padres hemos escuchado en alguna ocasión a nuestros hijos quejarse porque un amigo o un compañero les ha insultado o dicho algunas palabras ofensivas. Llegan a casa afectados porque les han llamado bajitos, idiotas, delgaduchos, carabola, gafotas... El insulto puede ser por cualquier nimiedad o por algo que realmente afecta al niño.

Muchos niños carecen de habilidades necesarias para responder a esos insultos, no tienen la agilidad mental para poder ser ingeniosos y salir reforzados cuando alguien les insulta. Es por ello que, en ocasiones, agachan la cabeza y siguen su camino, algo que hace fuerte a quien insulta y hace daño a la víctima de esas palabras.

Sin embargo, no podemos dejar que nuestro hijo viva "arrodillado", sometido a las palabras tóxicas de otros niños. Hemos de enseñarle a actuar, a solucionar esa situación. Eso sí, ha de hacerlo sin violencia y sin agresividad, evitando que caiga en la pelea, y eso... ¡es posible!

6 técnicas para enseñar al niño a enfrentarse a los insultos sin violencia

¿Qué podemos hacer para ayudarles? No estaremos en su día a día en el colegio, son ellos los que han de enfrentarse a las palabras ofensivas de otros niños.

Enseñar a nuestros hijos a insultar más alto o más fuerte no es una buena solución. No les dará las herramientas necesarias para afrontar adversidades y, además, al final terminarán ellos pagando el pato por haber dicho la palabrota más grande o por haber pegado al otro niño. Lo mejor para enfrentarse a quien ofende es:

1 - Recurrir a la indiferencia
Seguir lo que dicen algunos refranes como 'a palabras necias, oídos sordos' o 'no hay mayor desprecio que no hacer aprecio'. Si los niños se enfadan, lloran o reaccionan con violencia le estarán dando argumentos a ese niño que ofende para que siga haciéndolo porque sabe que sus palabras tienen un impacto y desea verlo. Mirarle con desdén y seguir jugando, le desarmará.

2 - Responder con frases ingeniosas
Frases tan comunes como '¿no se te ha ocurrido nada mejor?, ¿eso es lo más inteligente que puedes decir?' Sin insultar, ni gritar, el niño ha dejado en evidencia a ese compañero que intenta reírse de él.

3 - Sonreír
Cuando el niño que intenta burlarse de nuestro hijo recibe una sonrisa o una carcajada por respuesta se quedará sin palabras. Lo que intentaba hacer no funcionó y provocó el efecto contrario al que esperaba.

4 - Decir un simple...¿y?
Por ejemplo:
Un niño dice a tu hijo:
- ¿Eres un enano?
Pues tu hijo dice:
- ¿Y?
Otro ejemplo:
Un niño dice a tu hijo:
- ¿Tus zapatillas son muy horteras?
Pues tu hijo dice:
- ¿Y?

Es una manera de mostrar indiferencia ante esas palabras ofensivas, el niño que insulta se acabará aburriendo al ver que lo que dice no tiene efecto ninguno sobre tu hijo.

5 - Contraatacar con un halago
Si critican el aspecto físico del niño y le llaman gordo, alto, bajo, flacucho o gafotas, basta un simple '¿tú eres muy guapo?'.

6 - Desviar la atención del otro niño
Otra técnica recomendada y muy usada en artes marciales como el Aikido o el judo para derrotar al adversario sin lastimarlo es desviar la atención del otro niño. Por ejemplo, si le dicen, 'Tu camiseta es horrorosa', el niño puede atraer la atención hacia otro tema diciendo: 'Pedro, Sara y los demás están jugando al fútbol, ¿vamos con ellos?'

Quizás a tu hijo no le salga este tipo de respuesta positiva ante palabras tóxicas a la primera, ni a la segunda, pero si insistes en que es la mejor manera de responder a un ataque verbal, sin violencia y con el ingenio, acabará haciéndolo. Podéis practicar en casa, creando situaciones en las que tú le dices algunas palabras ofensivas al niño y ayudándole a responder a ellas.

Qué hacer si a mi hijo le insultan o humillan en el colegio, ¿un simple insulto o bullying?

Los insultos y la humillación en el colegio son experiencias dolorosas para los niños y pueden ser difíciles de manejar. La primera pregunta que muchos padres se hacen es si se trata de un simple insulto o si se está ante un caso de bullying.

Un simple insulto puede ser un comentario ocasional que no se repite con frecuencia y que puede ser manejado con estrategias adecuadas. Sin embargo, si tu hijo enfrenta constantes ataques, menosprecios o humillaciones, es crucial reconocer que esto puede ser bullying, una forma de acoso que puede tener graves efectos emocionales en el niño.

Enfrentar esta situación requiere una respuesta cuidadosa. Habla con tu hijo para entender lo que está sucediendo. Escucha sus sentimientos y ofrécele apoyo incondicional. Es fundamental que sepa que no está solo y que tiene un espacio seguro para expresar sus preocupaciones.

Si el problema persiste, contacta a la escuela y habla con los docentes o el personal de apoyo. Es importante que trabajen juntos para abordar la situación y encontrar una solución. La prevención y la intervención temprana son clave para proteger el bienestar emocional de tu hijo y fomentar un entorno escolar seguro y respetuoso.

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Cómo trabajar los insultos en el aula con los niños

Trabajar los insultos en el aula es fundamental para fomentar un ambiente seguro y respetuoso para todos los estudiantes. Aquí hay algunas estrategias efectivas que ayudarán a construir un aula más inclusiva y respetuosa:

- Crear un espacio seguro
Establecer un entorno donde los estudiantes se sientan cómodos para expresar sus preocupaciones. Fomentar la comunicación abierta y el respeto mutuo entre compañeros y docentes.

- Educar sobre empatía
Realizar actividades que ayuden a los estudiantes a ponerse en el lugar del otro. Ejercicios de rol o discusiones grupales pueden ayudarles a entender el impacto de sus palabras.

- Promover la autoestima
Fomentar la autoconfianza en los alumnos a través de actividades que celebren sus talentos y logros. Un estudiante seguro de sí mismo es menos susceptible a ser afectado por los insultos.

- Establecer normas claras
Definir expectativas claras sobre el comportamiento y las consecuencias de los insultos. Esto ayuda a crear una cultura de respeto.

- Intervención temprana
Actuar rápidamente ante cualquier incidente de insulto. Hablar con los involucrados y ofrecer apoyo a la víctima, así como educar al agresor sobre el daño que sus palabras pueden causar.

- Involucrar a los padres
Mantener a los padres informados sobre la política de la escuela en torno al acoso y trabajar juntos para abordar el comportamiento inadecuado.

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