Por qué los padres deben enseñar a los niños a manejar sus emociones
¿Cuál es la importancia de la educación emocional en la crianza de los hijos? Aquí te lo decimos
- Importancia del manejo de las emociones en la crianza de los niños
- Por qué los padres deben desarrollar la inteligencia emocional de sus hijos
- Consejos para que los padres eduquen las emociones de sus pequeños
Por qué los padres deben enseñar a los niños a manejar sus emociones es clave en la crianza de todo pequeño, ya que el equilibrio emocional influye en su desarrollo y bienestar. Los niños que aprenden a reconocer, expresar y gestionar sus sentimientos de forma saludable son mucho más seguros, empáticos y tienen la capacidad para enfrentar mayores desafíos. Aquí, la importancia de la educación emocional y cómo los papás pueden ayudar a sus hijos a fortalecerla.
Importancia del manejo de las emociones en la crianza de los niños
Hace muy poquito, cuando nosotros éramos chicos, se medía la inteligencia de las personas con base a su cociente intelectual. A nosotros nos hicieron creer que el desarrollo cognitivo era lo que nos iba a hacer alcanzar el éxito en nuestras vidas y por eso surgieron los centros de estimulación temprana, y nos apuntaron en mil talleres: de inglés, de violín, de ajedrez... ¡de todo!
Después apareció el terror a la obesidad entonces la consigna fue hacer deportes y anotamos a los hijos en gimnasia artística, karate, fútbol, básquetbol. Los padres con hijos en edad escolar ya lo deben haber dicho: Elige el deporte que quieras, pero algo tienes que hacer. ¿Y de las emociones quién se acuerda? Lo mejor es educar a los hijos para enfrentar las adversidades que se van a encontrar en la vida.
En nuestra sociedad, solemos enfocarnos mucho más en la formación académica, el desarrollo físico y las habilidades técnicas, pero usualmente pasamos por alto un aspecto crucial: la inteligencia emocional. Con esto queremos decir que los niños no solo necesitan aprender matemáticas o ciencias, sino también a reconocer, expresar y gestionar sus emociones de manera saludable.
Por qué los padres deben desarrollar la inteligencia emocional de sus hijos
Para empezar, los niños deben poder manejar sus emociones y esto tiene que ver con manejar las frustraciones, pero también las alegrías, con aceptar los diferentes estados emocionales por los que todos los seres humanos atravesamos. Aprender que estar tristes no es mala palabra, sino parte integral de nuestra existencia y para ello el apoyo de los padres es fundamental.
Muchas veces los adultos no sabemos gestionar nuestras propias emociones porque nunca nos enseñaron cómo hacerlo. Hemos crecido bajo la falsa idea de que mostrar tristeza es signo de debilidad, que enojarse es negativo y que la felicidad es la única emoción válida. Sin embargo, cada una de las emociones cumple una función muy importante en nuestra vida.
Enseñarles a los niños que todas las emociones son válidas es la clave para su desarrollo emocional y mental. La evidencia científica puso de manifiesto en los últimos tiempos que las emociones son vitales, porque son determinantes para la toma de decisiones, algo a lo que los humanos nos vemos enfrentados de manera constantemente.
Algunos estudios en neurociencia han demostrado que la inteligencia emocional está directamente relacionada con el éxito personal y profesional de las personas. Un niño que aprende a manejar sus emociones podrá enfrentarse mejor a situaciones de estrés, resolver conflictos de manera efectiva y mantener relaciones interpersonales más saludables.
De hecho, casi todos conocemos personas que son muy inteligentes, muy capaces intelectualmente pero parece que no funcionaran en la vida: se pelean con todo el mundo, siempre están enojados o de mal humor, empiezan un proyecto y no lo terminan, etc. Por eso desde hace algunos años se habla de inteligencia emocional, y también de inteligencia social que están muy relacionados entre sí.
Consejos para que los padres eduquen las emociones de sus pequeños
¿Qué pasa con los niños que no desarrollan sus habilidades emocionales? Suelen tener dificultades para regular su comportamiento, presentan problemas en la escuela, tienen baja tolerancia a la frustración y pueden experimentar ansiedad o depresión con mayor frecuencia. Aprender a manejar las propias emociones es lo que nos permite campear los momentos difíciles.
Ahora, ¿cómo hacer para enseñar a los chicos a manejar las emociones, cuándo nos cuesta tanto hacerlo a nosotros mismos? Estos consejos son fundamentales para educar las emociones de los niños:
- Nombrar lo que les pasa
Es decir, que deben hablar de los sentimientos. Enseñar a los niños a identificar sus emociones es el primer paso. En lugar de decir 'no llores', puedes decir 'veo que estás triste, ¿quieres contarme qué pasó?' Darles un lenguaje emocional les ayudará a expresarse con claridad. - Evitar la violencia verbal
Decir frases como '¡No seas tonto!' o '¡Deja de llorar por tonterías!' pueden hacer que los niños repriman constantemente sus emociones. Es mejor validar lo que sienten en ese momento y guiarlos hacia una mejor comprensión de sus sentimientos.
- Decirles la verdad
Evita enmascarar la realidad con mentiras piadosas. Muchas veces intentamos proteger a los niños de situaciones difíciles, pero ellos perciben más de lo que creemos. Es importante hablar con honestidad, adaptando la información a su edad y nivel de comprensión. - Escuchar a los hijos
No se trata solo de oír lo que dicen, sino de prestar realmente atención a sus preocupaciones, validarlas y hacerles sentir que su voz es importante. Date el tiempo de hablar con ellos y aparta momentos específicos para ser empáticos con ellos. - Responderles en lugar de reaccionar
Si un niño tiene una rabieta o hace algún tipo de berrinche, nuestra reacción inmediata puede ser enfadarnos. Pero si respondemos con la calma y la paciencia necesarias, modelamos cómo manejar las emociones de una forma saludable.
Finalmente, aprovechen los beneficios de educar la inteligencia emocional de los niños, por ejemplo, la concentración en los estudios, el desarrollo de la resiliencia, el tener amistades más estables y profundas, la disminución de la ansiedad y la depresión, así como el fortalecimiento de la autoestima. Los niños que se sienten comprendidos y validados en sus emociones desarrollan una mayor confianza en sí mismos.
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Bibliografía
- Garrido-Rojas, L. (2006) Apego, emoción y regulación emocional. Implicaciones para la salud. Revista Latinoamericana de Psicología, vol. 38, núm. 3. Fundación Universitaria Konrad Lorenz (ed.) Colombia, pp. 493-507 Disponible en: https://www.redalyc.org/pdf/805/80538304.pdf