Valores de una madre. Virtudes que tiene una buena mamá

Partamos de la base de que ser una madre perfecta es prácticamente imposible. La que se desespera por las mañanas porque los niños llegan tarde al colegio, la que castiga a un hermano cuando la pifia la hizo el otro, o termina haciendo los deberes al niño porque no tienen tiempo para una larga tarde de tareas. Sin embargo, en la mente de todas está ser la mejor madre y un objetivo claro: criar hijos felices. Hay una serie de valores básicos que las mamás deberíamos respetar por encima de todo y todos, para estar cada vez más cerca de la ansiada meta.

Valores que tiene una madre como guía vital para los hijos

Ser madre es una experiencia que cada mujer la vive una forma diferente. No hay un modelo o un perfil que defina una buena maternidad. Todo dependerá de las experiencias que ha vivido en su seno familiar, de si tiene o no pareja que comparta el mismo deseo de tener hijos felices, de su situación personal, cultural y emocional, y de muchas otras consideraciones.

Sin embargo, hay ciertos valores comunes que pueden enriquecer la experiencia de ser madre y fortalecer la conexión entre madre e hijo. Aquí te presentamos algunos valores que se destacan en una maternidad.

1. Constancia
La constancia o perseverancia es el valor que impulsa a las mamás a no tirar la toalla para lograr que su hijo coma verdura, porque saben que una buena dieta ha de incluirla; para lograr que haga sus tareas y aprenda a ser autónomo porque necesitará de esa cualidad en la vida adulta; para conseguir que se esfuerce en los estudios a pesar de tener que pasar tardes y fines de semana estudiando; para que supere sus miedos...

La disposición para aprender y crecer junto con sus hijos, reconociendo que la maternidad es un viaje de descubrimiento mutuo.

2. Esfuerzo, fortaleza y resiliencia
El esfuerzo es el valor que te permitirá seguir adelante día a día, pese al cansancio, la desesperación y el muro con el que chocamos muchas veces. Emplearnos a tope a nuestro primer trabajo, darlo todo, dejarnos la piel... es garantía de éxito, incluso en esos momentos en los que nos atrapa la frustración porque parece que pese a nuestro esfuerzo las cosas no salen. Ya lo decía uno muy antiguo: "el éxito depende del esfuerzo" (Sófocles). Criar a un hijo requiere fuerza y superación.

Por qué es importante la paciencia en la maternidad

3. Paciencia
Los niños tienen esa especial habilidad para que perdamos la paciencia por el camino, sin embargo esto nos llevará a cometer los errores más comunes y típicos en la educación de los hijos: perder la calma, alterarnos, enfadarnos y gritar, actitudes poco pedagógicas que no ayudan a resolver los problemas. Practicar la paciencia y ejercitarla debe ser una meta diaria para ser buenas madres.

Ser madre es andar por caminos de desafíos y pruebas, desde noches sin dormir hasta lidiar con berrinches o rabietas de los hijos. La paciencia permite a las madres gestionar estos momentos con calma y serenidad, promoviendo un ambiente de tranquilidad y seguridad para sus hijos.

4. Comprensión
Muchas veces nos olvidamos de que fuimos niños, sin embargo, debemos mostrarnos más tolerantes y comprender la conducta de los hijos en determinadas circunstancias. En lugar de castigar por sistema si el niño se porta mal, tratar de entender por qué lo hizo para poderle poner solución. Es un valor muy asociado a la empatía y el respeto a los demás y, por supuesto, las madres también debemos ejercerlo con los hijos en cada momento del día.

5. Empatía
La madre que es capaz de usar el valor de la empatía, es decir, que sabe ponerse en lugar de sus hijos, y comprender sus emociones y necesidades, demuestra ser una buena madre.

6. El ejemplo
Lo he dejado para el final no por ser el valor menos importante, sino todo lo contrario. El ejemplo es el valor de los valores a la hora de ser buenos padres. De él depende que nuestros hijos sean educados, respetuosos, bondadosos o responsables. Somos un espejo en el que mirarse, imitan nuestra conducta, repiten lo que ven en casa.

Ser un modelo a través del ejemplo, y una madre que muestra integridad enseña a sus hijos a valorar estos principios desde que son muy pequeños.

Las madres son un espejo y un modelo para sus hijos

7. El amor incondicional
La base para construir una relación saludable entre madre e hijos es el amor incondicional. Un amor que acepta, apoya y valora a los hijos tal y como son, independientemente de cualquier situación o circunstancia. Un amor sin condiciones se dispone a compartir tiempo, atención y esfuerzo para el bienestar con los hijos.

8. Responsabilidad y compromiso
El valor de la responsabilidad en la maternidad implica no solo cuidar de las necesidades físicas de los hijos sino también de sus necesidades educativas y emocionales. Una madre responsable logra educar a niños autónomos, éticos y emocionalmente equilibrados.

9. Confianza y respeto
Mantener una comunicación abierta con los hijos es una manera perfecta para conquistar la confianza y el respeto mutuos. Una madre respetuosa sabe escuchar y comunicarse de forma correcta. El dialogo asertivo permite que los hijos se sientan seguros para compartir sus sentimientos, pensamientos y preocupaciones.

10. El auto-cuidado
Una madre hará feliz a sus hijos si ella es feliz. Por ello, debes valorar tu bienestar. Al cuidar de sí misma, tanto física como emocionalmente, una madre puede estar en su mejor forma para cuidar de los demás.

Todos esos valores pueden ser aplicados a cualquier persona de cuidado primario en la vida de los niños. No son exhaustivos ni exclusivos de las madres. Lo más importante es el amor, el compromiso y la voluntad de ofrecer lo mejor de uno mismo para el desarrollo y la felicidad de los hijos.

Cuentos para niños sobre el valor de las madres

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