Qué es la felicidad para los niños - Momentos de alegría con tus hijos

¿Qué es la felicidad para los niños?: 'Cuando consigues que alguien con quien te llevas muy bien, sea tu amigo'. Esta es una de las respuestas que dieron los niños de un colegio cuando les hicieron esta pregunta. Las respuestas de estos pequeños filósofos de la vida sirven para darnos cuenta de que lo material apenas es importante en sus vidas. La felicidad no tiene forma ni puede comprarse.

La felicidad, a menudo planea invisible ante nuestros ojos. Es un instante, un sentimiento, un momento pasajero que deja una honda huella sin que nos demos cuenta. De ahí, la importancia de que los padres nos paremos un momento a reflexionar sobre qué es aquello que hace felices a nuestros hijos.

Los momentos de felicidad para los niños

Inmaterial y efímera, la felicidad es para los niños un sentimiento que les llena de emoción, nerviosismo y exaltación. Es un latir acelerado del corazón, un logro, una conquista... Aquí tenemos algunas de las respuestas que los niños suelen dar a la gran pregunta: ¿Qué es la felicidad?

- Cuando haces un amigo

- Cuando después de perder tres semanas seguidas jugando al fútbol, por fin ganas

- Cuando la profesora te pone un sobresaliente

- Cuando vienen a verme mis abuelos y juegan conmigo

- Cuando te levantas de golpe y ves los regalos que te trajeron los Reyes Magos

- Cuando por fin te toca el cromo que te faltaba

- Cuando te dejan dormir en casa de un amigo

- Cuando la chica más guapa de la clase me sonríe

- Cuando mi madre me deja ver mi serie favorita en la televisión

- Cada vez que me dejan comer chocolate

Párate un segundo, reflexiona y saca tus propias conclusiones... ¿Qué hacen que los niños sean felices? ¿Corresponde con lo que esperabas? ¿Te ha sorprendido la sencillez del pensamiento infantil? ¿Qué crees que podemos aprender de nuestros hijos e hijas?

[Leer +: Frases para que las familias sean felices]

Lo que realmente hace que los niños sean felices

Ya ves, para hacer a tu hijo feliz no necesitas comprarle el juguete más caro. Basta con dedicarle tiempo, jugar con él a su deporte favorito, dejarle pasar grandes ratos con sus amigos, preparar un detalle inesperado, regalarle constantes besos y abrazos, apoyarle en cada fracaso, ayudarle a levantar cuando se caiga. Preguntarle, hablar con él, dejar que hable de sus sueños. No exigir demasiado. No esperar demasiado.

Tal vez puedas hacer que tu hijo sea feliz siendo firme pero al tiempo compartir momentos de locura. Improvisar, buscar nuevas experiencias. Emocionarte junto a él con la primera nevada de invierno. Saltar las olas, buscar rayos de sol entre las hojas o saborear un enorme helado de chocolate mientras paseas a su lado. No hace falta mucho. Suelen ser pequeños detalles.

Dedicar tiempo a tu hijo o hija es esencial, pero no vale cualquier tipo de tiempo; los niños necesitan que compartamos con ellos tiempo de calidad. ¿Qué significa esto? Que esos momentos que estemos con ellos lo hagamos de forma consciente, estando presentes. No vale que estemos viendo la televisión mientras o revisando las redes sociales con el móvil. Debemos darlo todo.

Qué pueden hacer los padres para fomentar la felicidad en los hijos

Tenemos claro que los niños no necesitan grandes cosas para ser felices. A pesar de ser muy jóvenes, son capaces de encontrar la felicidad en las pequeñas cosas que les rodean, en aquello que pasa desapercibido para nosotros. Sin embargo, los padres tenemos un papel muy importante a la hora de construir una familia y un ambiente agradable, estimulante y cómodo para que nuestros hijos puedan crecer felices y libres.

Y estas son algunas de las consideraciones que debemos tener en cuenta.

- Para ser felices, los niños necesitan que sus padres también sean felices
Todos queremos ser los mejores padres para nuestros hijos. A veces, nos obsesionamos tanto en ello que nos olvidamos de lo realmente importante para los niños: no necesitan que sus padres sean perfectos, sino felices.

- Necesitan que nos dediquemos tiempo para nosotros mismos
Seguro que has oído eso de: para poder cuidar a otros, antes tienes que cuidarte a ti mismo. ¡Toda la verdad! Para tener la capacidad de educar y criar a tu hijo como se merece, debes dedicarte tiempo de autocuidado que te otorgue serenidad y salud mental.

- Un niño sin límites no puede ser felices
A veces nos confundimos y tendemos a pensar que los límites coartan y coaccionan a los niños de una forma muy autoritaria de la que, desde luego, queremos huir. Pero nada más lejos de la realidad... Los niños, por supuesto, necesitan tener límites para ser felices. Estas normas son las que les ayudan a sentirse seguros, protegidos y saber qué pueden esperar en cada momento. Sin embargo, sí que debemos reflexionar sobre cómo ponemos a los niños esos límites: deben ser firmes, pero amables.

[Leer +: Cuando los niños crecen sin límites]

- Respetemos a nuestros hijos (si queremos que ellos nos respeten a nosotros)
¿Cómo podemos esperar que nuestros hijos nos respeten si nosotros no les respetamos a ellos? Esto no significa, ni mucho menos, dejar que hagan lo que quieren. Se trata de hablarles como lo que son: personas muy valiosas y especiales.

- Asegurémonos que los niños sabemos que les amamos
Cuando los niños crecen con un vínculo de apego seguro con sus padres, su autoestima es mucho mejor. Pero, además, nuestros hijos necesitan saber que les queremos muchísimo (incluso cuando no se portan como a nosotros nos gustaría o están enfadados).

- Los niños necesitan sentirse escuchados
Muy conectado con la importancia de pasar tiempo de calidad con nuestros hijos, debes recordar que los niños necesitan sentirse escuchados. Debes hacerle saber a tu pequeño o pequeña tanto con tus palabras como por tus gestos que le escuchas y que valoras su opinión. Tu hijo necesita saber que para ti es único. Esto, sin duda, le hará sentir muy feliz.

Antes de terminar nos gustaría preguntarte... Y para ti, ¿qué es la felicidad?

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