Cuándo se sale el ombligo de la embarazada - ¿Es normal?

Parece un pequeño botón en medio de una inmensa barriga. De hecho, muchos niños se ven tentados a presionarlo. En algunas mujeres embarazadas, es realmente llamativo. Y alguna teme que no vuelva nunca a su estado original. Pero el ombligo, vuelve, claro que vuelve (no tanto la piel del abdomen, mucho más difícil de domar tras el parto). Pero, ¿en qué momento el ombligo deja su hueco y sale disparado hacia afuera como un resorte? ¿Sucede antes o después de que aparezca esa línea oscura (la línea alba) a lo largo del vientre?

Cuándo sale el ombligo de la embarazada hacia afuera

El cuerpo de la embarazada cambia por semanas: se hincha (retiene líquidos), aumenta el volumen de los pechos, la piel se estira poco a poco conforme al crecimiento uterino y del feto... Y llega un momento en que el volumen del útero es tal, que presiona ese pequeño recuerdo que aún nos queda de nuestro cordón umbilical y este sale hacia afuera como un pequeño botón.

Esto sucede aproximadamente, a partir de la semana 28 (7 meses de gestación), mucho después de que apareciera esa línea oscura (no se aprecia en todas las mujeres embarazadas), llamada línea alba. Si te fijas en embarazadas a término, verás que muy pocas conservan su ombligo tal y como lo tenían antes del embarazo. La inmensa mayoría han visto cómo el ombligo salía hacia afuera, incluso cómo se mueve cada vez que lo golpea el bebé con la mano o el pie.

Por lo visto, el que se note más o menos también depende de la elasticidad de la piel y la flacidez de los músculos de la embarazada. Si la mujer embarazada tiene mayor laxitud de la piel, el ombligo saldrá hacia fuera con más facilidad. La siguiente pregunta que se hace la embarazada es: ¿se quedará el ombligo así o volverá a su estado anterior?

Menos mal que hay cosas que vuelven a sus ser tras el parto. Una de ellas, es el ombligo. En muy pocos casos se da un caso de hernia umbilical. Ésta se produce por un sobreagotamiento de los músculos abdominales. En ese caso aparece un bulto blando y mucho dolor y precisa cirugía. Lo cierto es que muy pocas veces sucede, pero había que mencionarlo.

¿Cuándo vuelve el ombligo a su estado original?

La siguiente pregunta que se hace la embarazada es: ¿se quedará el ombligo así o volverá a su estado anterior? Esto depende de varios factores como nombrábamos antes, la laxitud de la piel de la paciente, el tono de los músculos rectos anteriores del abdomen, factores genéticos… En muy pocos casos se da un caso de hernia umbilical. Esta se produce por un extrema laxitud de los músculos abdominales. En ese caso aparece un bulto blando y mucho dolor y en algunos casos precisa cirugía.

Pero lo normal es, que en cuanto los músculos abdominales pierden la tensión que empujó al ombligo hacia afuera, éste volverá a su lugar (aunque hay mujeres que aseguran que cambia de aspecto). Sin embargo hay otros cambios que dejan huella en la mujer embarazada: estrías, varices, manchas en la piel y sí, esa terrible 'tripilla' que asoma como un pellejín a pesar de los ejercicios de pilates, aerobic y natación. Por eso hay que dar especial atención a continuar con actividad física durante el embarazo, y si la detuvo a retomarla durante el puerperio.

Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer experimenta una serie de transformaciones asombrosas para acomodar el crecimiento del bebé, y el cambio en la apariencia del ombligo es solo uno de esos ajustes visibles. A medida que el útero se expande para dar espacio al bebé en crecimiento, otros cambios menos visibles pero igualmente significativos están ocurriendo simultáneamente.

La piel y los tejidos que rodean el abdomen también sufren un gran estiramiento, lo que puede resultar en la aparición de estrías. Estas marcas, que inicialmente pueden ser rosadas, rojas o moradas, son pequeñas rupturas en el tejido que sostiene la piel, causadas por el estiramiento rápido. Aunque estas marcas pueden desvanecerse después del parto, a menudo no desaparecen completamente.

Otros cambios visibles después de la gestación

Además del aspecto físico, la presión adicional en el sistema circulatorio durante el embarazo puede resultar en várices, que son venas hinchadas y retorcidas que aparecen principalmente en las piernas. Aunque son generalmente inofensivas, pueden ser incómodas y causar dolor o pesadez en las piernas. Para ello conviene acudir con un angiólogo.

El melasma, también conocido como 'máscara del embarazo', es otra condición común donde aparecen manchas oscuras en la cara debido a los cambios hormonales. Aunque estas manchas pueden desvanecerse después del embarazo, en algunos casos pueden permanecer mucho tiempo después de este, lo que a veces es incómodo para la madre.

Es importante recordar que muchos de estos cambios son temporales. Los músculos abdominales, por ejemplo, pueden volver a su forma original con el tiempo y con ejercicio adecuado. Ejercicios de bajo impacto como pilates, yoga o natación durante el embarazo pueden ayudar a mantener la elasticidad y fuerza muscular, facilitando la recuperación postparto.

Retomar el ejercicio después del parto, siempre que el médico lo autorice, es fundamental para recuperar la fuerza muscular, mejorar la circulación, y ayudar a reducir el estrés. Además, mantener una dieta equilibrada y hidratarse adecuadamente puede ayudar a mejorar la elasticidad de la piel y a reducir la aparición de estrías y várices.

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