Todos los niños tienen el derecho a ser escuchados - Oír no es lo mismo que escuchar

Hay cosas que hay que decir alto y claro a todos: los niños tienen el Derecho a ser escuchados. A medida que vamos refinando nuestra comunicación con los hijos, nos vamos dando cuenta que escuchar no es lo mismo que oír. Cuando les oímos estamos haciendo apenas un esfuerzo físico para enterarnos de lo que nos cuentan, mientras cuando les escuchamos no solo nos estamos poniendo al corriente del tema como también nos involucramos en ello.

En qué consiste el Derecho de los niños a ser escuchados

Escuchar es más que oír, es establecer una comunicación más profunda y duradera, es alimentar la confianza entre padres e hijos. Los niños tienen derecho a ser escuchados. La comunicación entre padres e hijos fomenta el acercamiento y la unión de una familia. No me refiero a las charlas de todos los días, sobre lo que deben hacer los hijos, y sí a saber escucharlos con interés y atención.

Los niños no son tontos, ellos lo saben. Además, estaría bien que supieras que los niños que no son escuchados pueden tener problemas de autoestima. Por eso, es importante saber que todos los niños tienen derecho a ser escuchados.

10 claves para saber escuchar activamente a los hijos

Una de las virtudes y actitudes más importantes de los padres en la educación de los hijos es la capacidad de escucharlos. Es ofrecerles un tiempo de calidad para escucharlos y conocer sus deseos, necesidades, dificultades... Una escucha activa es beneficiosa para la familia. Sirve para que los niños se sientan valorados y para estrechar el vínculo entre padres e hijos.

Es aconsejable que se practique la escucha activa con los hijos desde que sean muy pequeños. Saber escuchar a los niños es abrir una vía de comunicación eterna. Puede que tu hijo no sepa expresar lo que siente, pero si lo observas, puedes leer en las 'entrelineas' de sus gestos y acciones, las emociones que él está sintiendo o viviendo. Jamás pierda la oportunidad de escuchar a tus hijos.

Aquí te dejamos 10 consejos para escuchar a tu hijo, siguiendo algunas pautas importantes:

1- Acércate a tu hijo
Ponte al mismo nivel físico que él. No es aconsejable que estés ni más arriba ni más abajo que él.

2- Préstale atención plena a tu hijo
Olvida lo que tengas que hacer por un momento y dedica algunos minutos al día a estar totalmente a la disposición de tu hijo. Presta total atención a lo que te dice tu hijo.

3- Demostrar empatía hacia el niño
Procura ponerte en el lugar de tu hijo y pregúntate a ti mismo si le das atención. Si lo escuchas, le estarás educando a que también te escuche a ti y a los demás.

4- Involúcrate en los intereses de tus hijos
Haz un esfuerzo para involucrarte más en lo que dice tu hijo que de la forma con la que él te cuenta o habla.

5- Escucha no solo lo que dice tu hijo
Aprende a escuchar no solo las palabras de tu hijo, pero especialmente a sus gestos, silencios, expresiones, etc.

6- Elige ambientes de paz para hablar con tu hijo
Busca un lugar tranquilo para escuchar a tu hijo. Evita lugares con mucho ruido o con muchas distracciones.

7- No pienses en lo que contestar mientras tu hijo esté hablando
Lo más importante en una conversación con los hijos es escucharles y no estar absorbido en la reflexión de lo quieres decir en respuesta.

8- No interrumpas a tus hijos
Mientras tu hijo esté hablando, no lo interrumpas. Deja que él concluya su punto de vista y no te precipites en hacer conclusiones o suposiciones.

9- Muéstrate interesado por todo lo que dice tu hijo
De vez en cuando sonríe y asiente con la cabeza de que estás comprendiendo lo que te dice tu hijo. Si ves que es necesario, haz preguntas a tu hijo sobre lo que te está contando.

10- Mírales a los ojos mientras hablan los niños
Es importante que mantengas un contacto ocular durante la conversación.

9 requisitos básicos para que los niños sean escuchados

Escuchar a los niños y niñas es una oportunidad para que ellos participen en las decisiones que a respeto de ellos mismos. El Comité de los Derechos del Niño presenta nueve requisitos básicos sobre el modo adecuado de dar la importancia debida a las opiniones de los niños en todos los asuntos de que les afectan. Los procesos en los que participen han de ser:

1. Transparentes e informativos
Se debe dar a los niños y niñas información completa, accesible, atenta a la diversidad y apropiada a la edad acerca de su derecho a expresar su opinión libremente y a que su opinión se tenga debidamente en cuenta.

2. Voluntarios
Jamás se debe obligar a los niños a expresar opiniones en contra de su voluntad y se les debe informar de que pueden cesar en su participación en cualquier momento.

3. Respetuosos
Se deben tratar las opiniones de los niños con respeto y siempre se debe dar a los menores oportunidades de iniciar ideas y actividades.

4. Pertinentes
Las cuestiones respecto de las cuales los niños y niñas tienen derecho a expresar sus opiniones deben tener pertinencia auténtica en sus vidas y permitirles usar a sus conocimientos, aptitudes, habilidades y capacidad.

5. Adaptados a los niños
Los ambientes y los métodos de trabajo deben adaptarse a la capacidad de los niños y niñas. Se debe poner el tiempo y los recursos necesarios a disposición de los niños para que se preparen en forma apropiada y tengan confianza y oportunidad para aportar sus opiniones.

6. Incluyentes
La participación debe ser incluyente, evitar las pautas existentes de discriminación y estimular las oportunidades para que los menores marginados, tanto niñas como niños, puedan participar.

7. Basados en la formación
Los adultos necesitan preparación, conocimientos prácticos y apoyo para facilitar efectivamente la participación de la infancia, por ejemplo, para impartirles conocimientos relativos a escuchar, trabajar conjuntamente con sus pares y lograr efectivamente su participación con arreglo a la evolución de sus facultades.

8. Seguros y atentos al riesgo
En algunas situaciones, la expresión de opiniones puede implicar riesgos. Los adultos tienen responsabilidad respecto de los menores con los que trabajan y deben tomar todas las precauciones para reducir a un mínimo el riesgo de que los niños y niñas sufran violencia, abusos, explotación u otra consecuencia negativa de su participación.

9. Responsables
Es esencial el compromiso a dar seguimiento y a la evaluación.

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