Controlar la ira y el enojo ante los hijos. ¿Qué enfada a los padres?
Algunos comportamientos que suelen tener los niños dejan muy nerviosos a los padres
- Qué hacen los niños que más hace enojar a sus padres
- Técnicas para controlar las emociones en momentos de estrés con los niños
- Recursos para que los niños entiendan el enfado
Los humanos nos enojamos por naturaleza, por ello controlar la ira y el enojo ante los hijos hace preguntarnos: ¿qué enfada a los padres? Sin duda alguna, hay muchísimas reacciones de nuestros hijos que pueden derivar en un descontrol de las emociones y reacciones por nuestra parte. Cuando esto sucede, nuestros hijos pueden llegar a ver una parte de nosotros de la que nunca vamos a estar orgullosos.
Además, los hijos son capaces de ponernos a prueba como nunca nadie lo ha hecho. Si pensabas que tenías una paciencia infinita o que eras de carácter tranquilo, nada mejor que vivir la paternidad para darte cuenta que tu personalidad puede cambiar radicalmente cuando hay niños de por medio: suelen ser capaces de sacar lo mejor de nosotros pero también tienen la capacidad de elevar nuestro estrés hasta el límite.
Qué hacen los niños que más hace enojar a sus padres
La mayoría de los padres de niños entre los 3 y 8 años hablan de las trastadas que hacen habitualmente los pequeños y que les saca de quicio. Por lo regular se trata de las actitudes que más enfadan de los hijos y que pueden detonar en un serio problema de control de la ira por parte de los adultos.
Según Steinar Sunde, psicólogo experto y terapeuta cognitivo, en su libro Guía de control de la ira para padres, 'los padres desean lo mejor para sus hijos y quieren ser buenos padres. Sin embargo, alrededor del 20 por ciento de ellos consideran que asustan a sus hijos con comportamientos violentos o agresivos y están preocupados por la manera en que esto puede afectar a los niños', por lo que es vital el manejo correcto de la ira. Aquí las situaciones más comunes que desestabilizan a los papás:
1. Que no obedezcan
La desobediencia ocupa el primer lugar, ya que eso de tener que decir las cosas 10 veces, encabeza la lista de casi todos los padres. No nos acostumbramos a la 'sordera transitoria' de nuestros hijos cuando se trata de obedecer.
2. Dejar comida en el plato
Los niños que no comen nos desesperan. Tener que inventar mil artimañas, tonterías y trucos para que al final tomen dos trozos de carne y un poco de ensalada es un desafío para casi todos los papás.
3. Uno, dos, tres, ¡a pelear!
Otra de las situaciones típicas que sacan de quicio son las peleas entre hermanos. Hay hermanos que a la mínima ya están peleando, picándose o discutiendo. Tener que acudir a mediar y poner paz constantemente entre ellos por cosas nimias contribuye a que acabemos enfadados.
4. Actitud de tortuga
Nada desespera más que ver que los niños no se apuran y son más lentos que una tortuga, por lo que frecuentemente te hacen llegar tarde. Cierto o no que para salir de casa con niños es necesario prever con antelación y calcular unos 15 minutos desde que ya están vestidos y calzados para lograr salir por la puerta. Como no siempre es posible, esa parsimonia y tranquilidad con las prisas que solemos llevar no suele terminar bien.
5. Los típicos berrinches
¿Quién no ha soportado una rabieta? Es fácil decir que hay que estar calmado y no prestar al niño demasiada atención cuando hace un berrinche. Puede que logremos que así parezca ante los ojos de los demás y permanezcamos inmutables, pero por dentro el enfado y la ira se apoderan de nosotros cuando nuestro hijo comienza a patalear, gritar o tirarse por el suelo en un momento determinado.
6. ¡Adiós, adiós!
¿A poco no? De pronto estás con tu hijo al lado, te distraes por una fracción de segundo y ves cómo se escapa de tu mano. Los hijos suelen hacer esto de echar a correr en los momentos más inoportunos como cuando cruzas la calle o estás en un centro comercial atestado de gente.
7. La temida hora de dormir
Por si fuera poco lo vivido en el día, llegamos a la noche y a la pelea por no querer ir a dormir. Tu cuerpo y tu mente están ya en estado catatónico pero los niños que parecen tener pilas autorecargables, no ven el momento de irse a la cama. Eso de que salgan de la habitación o se nieguen a ir a dormir al final del día nos enerva.
Técnicas para controlar las emociones en momentos de estrés con los niños
Existen algunas técnicas que pueden ayudarnos a reducir el estrés ante ciertas situaciones que vivimos siendo padres. Os mostramos algunas de las más efectivas:
Técnica del ABC
La técnica del ABC consiste en clasificar las situaciones, nuestros pensamientos y nuestras reacciones. Seguidamente, es fundamental cuestionar los pensamientos intrusivos (aquellos que se consideran negativos) y buscar una nueva respuesta a la situación en concreto.
Esta es una técnica que necesita un poco de dominio, por lo que no podemos esperar que las reacciones controladas nos salgan a la primera. Sin embargo, desde el primer momento sí podremos sentirnos mejor al alejar estos pensamientos que tanto daño nos pueden hacer.
¿Cómo funciona la técnica ABC?:
- Lo primero que debemos hacer es identificar la conducta de nuestros hijos que, por cualquier motivo, nos ha llevado al límite y anotarla en una libreta.
- Luegon, al lado, vamos a anotar las emociones y los pensamientos que han surgido.
- Y, por último, nuestra reacción (ira, desesperación, etc.).
- Ya hecho, debemos centrarnos, básicamente, en la segunda columna.
Es muy frecuente que en esta columna haya frases como 'Soy una mala madre', 'Nunca conseguiré que mi hijo me haga caso' o 'Lo estoy haciendo fatal comparado con otras madres'. Ahora que ya tenemos identificados los pensamientos intrusivos, es momento de ver qué reacción han causado. ¿Nos hemos sentido desesperados? ¿Llenos de ira? ¿Enfadados con nosotros mismos?
En el ejemplo, es posible que la emoción de reacción sea desesperación. Y esta es la emoción última que debemos cambiar. ¿Cómo? Cuestionando los pensamientos que la han originado. En la misma libreta, debemos anotar cada pensamiento por separado y preguntarnos si es real o si es consecuencia del momento.
Esto quiere decir, hacernos las preguntas similares a '¿Realmente soy mala madre? Si fuera así, nunca le hubiera enseñado X' o 'Si fuera mala madre, no hubiera pasado X horas en el parque jugando con él'. Este tipo de pensamientos nos devuelven a la realidad: la realidad de ser buenos padres independientemente de una situación.
En este momento, sentiremos que nuestras emociones negativas se alejan y nos sentiremos mucho más tranquilos al ser capaces de desterrar unos pensamientos que no nos ayudan en nada. Esta secuencia de acciones debe realizarse cada vez que vivamos una de estas situaciones.
Con ello, conseguiremos dominar la técnica y la usaremos sin darnos cuenta en las futuras situaciones en las que nos encontremos. De este modo, no solamente podremos gestionar nuestras propias emociones, sino que nos será mucho más fácil ayudar a nuestros hijos a enfrentar sus propias emociones.
Técnica del diario personal
La técnica del diario personal es similar a la anterior, pero haciendo reflexiones más profundas y generales. No se trata de anotar en él solo nuestros pensamientos intrusivos ante una conducta negativa de nuestros hijos, sino de cada situación diaria que nos lleve al extremo: una discusión con la pareja, un mal día en el trabajo, etc.
Lo primero que debemos hacer es identificar los pensamientos negativos y relacionarlos con las emociones que hemos sentido. No estaría de más añadir también qué situación nos ha llevado a ello. Seguidamente, debemos escribir por qué no somos malos compañeros o mala pareja. En este caso, y a diferencia del anterior, podemos explayarnos añadiendo una gran cantidad de acciones y de momentos que hemos vivido. Del mismo modo, podemos puntuar nuestro desempeño, nuestra dedicación, etc.
Solamente con llevar a cabo esta relación de pensamientos y emociones, ya nos vamos a sentir mucho más calmados. Sin embargo, lo mejor de esta técnica es poder establecer patrones que nos ayuden a ir gestionando y alterando estos pensamientos negativos. Se trata, al fin y al cabo, de conocernos mejor y querer mejorar como persona día tras día.
Las técnicas para gestionar nuestros pensamientos y emociones son de lo más útiles a la hora de lidiar con los pequeños conflictos que aparecen a lo largo de la crianza. Dominar estas técnicas, no solamente nos permitirá estar más calmados y conocernos mejor, sino que también nos permitirán disfrutar mucho más de la maternidad para evitar los enfados innecesarios.
Recursos para que los niños entiendan el enfado
Es importante para su crecimiento, que los niños entiendan el por qué se enfadan o qué cosas pueden hacerles sentir enfadados, y que comprendan que sus padres también se enojan. Para ello, es necesario que sepan más sobre esta emoción. Por ello, hemos seleccionado algunos cuentos, poemas, que pueden enseñar a los niños a controlar sus enfados.
El escarabajo refunfuñón. Cuento para niños enfadados. Este es un cuento para niños que siempre están enfadados, se titula El escarabajo refunfuñón. Es una historia ideal para leer a los niños que han de cambiar su comportamiento porque se muestran maleducados, antipáticos y molestones con otros niños. A través de los cuentos cortos los niños pueden aprender a normas de convivencia con los demás.
Pregunta mágica para desmontar un enfado en los niños. Toma nota y haz la prueba: te ofrecemos la pregunta mágica para frenar una rabieta o un momento de enfado en los niños. Aprende a manejar una rabieta o enfado infantil. Puedes hacer la prueba con este sistema, muy efectivo según numerosos padres. Prueba si también funciona con tu hijo.
La princesa enfadada. Un cuento que habla del enfado. Cuento de La princesa enfadada. Con este cuento los niños pueden aprender que estar siempre enfadado aleja a los amigos. La protagonista de este cuento solo consiguió tener amigos cuando dejó de enfadarse siempre y empezó a sonreír, a ser respetuosa y alegre. Cuento que habla del valor de la amistad a los niños.
La reconciliación. Cuento corto para niños que se enfadan por todo. Si tu hija enfada con facilidad y le cuesta hacer las paces con sus amigos, ¡atenta este cuento corto: 'La reconciliación', un cuento corto para niños que se enfadan siempre con un claro mensaje sobre la amistad. Además, podrás encontrar actividades de comprensión lectora.
El enfado. Poema con rimas para que los niños entiendan el enfado. Esta poesía con rima para niños que trata sobre el enfado. Las poesías son transmisoras de valores y una herramienta muy útil para explicar a los niños emociones difíciles de gestionar como la rabia o la ira. Un poema con rima para que los niños entiendan qué consecuencias tiene el enfado.
En qué situaciones enfadarse es bueno. Tenemos una buena noticia para ti. ¿Sabes qué es bueno que los niños se enfaden? Y es que se trata de emoción y de un sentimiento que les va a ayudar en su desarrollo y en su crecimiento personal para su presente y su futuro. Mira todo lo que van a aprender.
El enfado de las vocales. Cuento infantil sobre las letras. Te proponemos un divertido cuento infantil para aprender las letras. Se titula El enfado de las vocales y ayudará a tus hijos a repasar el abecedario y a practicar la lectura. Si tu hijo se está aprendiendo las letras, este cuento para niños sobre las vocales le va a encantar. ¡No te lo pierdas!
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Bibliografía
- Sunde, S. (n.D.) Guía de control de la ira para padres. Bufetat/Littsint (ed.) Noruega, pp. 1-12, Disponible en: https://www.littsint.no/downloads/Gu%C3%ADa_de_control_de_la_ira_para_padres.pdf