12 signos y señales que pueden indicar un cáncer de mama

En este mes de la concienciación del cáncer de mama, te diremos los 12 signos y señales que pueden indicar un cáncer de mama, a los cuales debes estar atenta para detectar precozmente la enfermedad. Recuerda que entre más temprano sea el diagnóstico, el tratamiento es menos complejo y se puede lograr la curación de la enfermedad.

12 síntomas que pueden indicar un cáncer de mama

Seguro que muchos han visto esta imagen por las redes sociales, alguna vez. A mí me llegó a través del correo electrónico y me pareció un claro, rápido y sencillo material para alertar a las mujeres sobre algunos síntomas o señales que pueden indicar un cáncer de mama.

Como se sabe, el cáncer de mama es una enfermedad proliferativa que, cuando no es tratada a tiempo, puede progresar localmente e incluso hacer metástasis en diferentes partes del cuerpo y, en último caso, llevar a la muerte. 

Como se muestra en la fotografía, existe una serie de signos o señales que pueden indicar un cáncer de mama. La imagen no revela la autoría, pero creo que vale la pena difundirla. Toda mujer debería conocer estas señales. Al fin y al cabo, una imagen vale más que mil palabras.

La prevención es una de las grandes armas contra el cáncer de mama. Cuando el cáncer de mama es detectado a tiempo, hay un 95 por ciento de posibilidad de cura. ¿Y cómo prevenirlo? Pues observando, haciendo la mamografía en mujeres mayores de 40 años y auto-explorando los pechos.

Cualquier cambio o alteración de color, de forma de textura que podamos observar en nuestras mamas, puede ser un signo o síntoma de cáncer de mama. Tenemos que estar atentas a las siguientes señales de advertencia del cáncer de seno.

• Un bulto nuevo en la mama o la axila (debajo del brazo)
• Aumento del grosor o hinchazón de una parte de la mama
• Irritación o hundimientos en la piel de la mama
• Enrojecimiento o descamación en la zona del pezón o la mama
• Hundimiento del pezón o dolor en esa zona
• Secreción del pezón: sanguinolenta o transparente
• Cualquier cambio en el tamaño o la forma de la mama
• Hendiduras visibles en una o ambas mamas
• Una vena creciente a los costados o al centro de la mama
• Dolor en cualquier parte de la mama
• Mama más rígida que lo normal
• Mama enrojecida y con ardor

Sin embargo, es necesario aclarar que el tener uno u otro de estos síntomas no significa que tengas un cáncer de mama. Algunas veces puede ser apenas un nódulo benigno o una inflamación del tejido mamario que deben ser revisadas de inmediato por el doctor para descartar cáncer de mama.

¿Qué es el cáncer de mama?

Aunque es la pregunta más básica, todos debemos saber que el cáncer de mama tiene su origen cuando las células mamarias comienzan a crecer sin control. Por principio todos estamos compuestos por distintas células que si presentan alguna anomalía o envejecen, mueren.

Sin embargo, el cáncer (cualquier tipo, de hecho) se presenta cuando la célula anómala o vieja no muere, sino que comienza a reproducirse masivamente. Se van acumulando y en poco tiempo empiezan a superar en número a las células sanas. Ahí es cuando aparece el cáncer. En este caso, las células mamarias son las que no pueden complementar el proceso natural de envejecimiento y muerte celular.

De ahí la importancia de la detección temprana: entre más rápido el médico detecte el crecimiento anormal de las células, mayores serán las probabilidades de éxito de superación de la enfermedad. Una mamografía y la autoexploración mamaria son las claves para prevenir o diagnosticar tempranamente el cáncer de mama: la detección oportuna, mejora la calidad de vida después del tratamiento contra la enfermedad.

Pruebas de prevención para el cáncer de mama

El objetivo principal de las pruebas para detectar el cáncer de mama es lograrlo antes de que empiece a causar síntomas, por ejemplo, antes de palpar una protuberancia. Además, en las pruebas se puede confirmar el tipo de nódulo que es (fibroadenoma) o quizá algún ganglio inflamado.

Las pruebas de tamización se realizan en las mujeres sanas asintomáticas, para determinar quiénes de ellas están en riesgo de padecer la enfermedad o presentarla en estados muy tempranos de la misma. Al ser así, se optan por tratamientos menos agresivos y el cáncer de seno se controla de manera más efectiva.  

Entre las pruebas de tamización del cáncer de mama está la mamografía, recomendada en la mujer a partir los 40 años cada año si existen factores de riesgo para cáncer tales como: historia familiar en primer grado de cáncer de mama, ser portadora de mutaciones en genes como BRCA 1 y 2, PTEN, TP53, ATM, CHECK-2, ser de raza judía asquenazi, antecedente de radioterapia en la niñez, ser obesa principalmente en la menopausia, entre otros.

En tanto las mujeres de 45 a 54 años deben realizársela sin excepción cada año. Sin alguna alteración importante, a partir de los 55 años, se puede realizar la mamografía cada 2 años. Las mamografías son radiografías de dosis bajas de los senos y pueden ayudar a encontrar el cáncer de seno en una etapa temprana. Al ser así se puede evitar la cirugía para extirpar el seno, la conocida mastectomía, y un tipo de quimioterapia agresiva, con lo que tienen más probabilidades de curarse.

Existe además, la mamografía en 3D conocida como tomosíntesis, que se realiza en algunas pacientes con indicaciones claras y específicas definidas por el médico. Existen además otras dos estrategias para detección temprana del cáncer de mama además del examen clínico y el autoexamen de los senos. La autoexploración debe realizarse siete días luego del sangrado menstrual delante de un espejo, con los brazos extendidos primero hacia los lados, luego al frente y luego arriba, en búsqueda de cambios, hendiduras o bultos visibles.

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