Cómo afecta la contaminación a la salud de los niños. ¿Es tóxico el aire?

Les compramos la mejor sillita para el coche. No olvidamos las rodilleras, el casco y las coderas cuando salen con los patines de paseo. Forramos las esquinas de la casa mientras son bebés. Les vigilamos y velamos constantemente por su seguridad y su salud. Y sin embargo, hay algo contra lo que no podemos luchar. Un enemigo invisible y devastador que crece y crece sin parar: la contaminación atmosférica.

El aire, sí, el aire, puede dejar de ser un aliado para convertirse en enemigo. De hecho, la contaminación atmosférica puede ser muy perjudicial para la salud. También para la de nuestros hijos. Ellos son más vulnerables, porque su organismo aún no ha terminado de desarrollarse.

El peligro de la contaminación del aire para la salud de los niños

La contaminación atmosférica puede afectar a la salud del niño incluso antes de que nazca. De hecho, el aire tóxico puede generar alteraciones en el desarrollo del bebé durante el embarazo. Estas son algunos de los problemas que la contaminación atmosférica puede ocasionar a los niños:

• Retraso de crecimiento intrauterino
• Malformaciones congénitas
• Aumento de los nacimientos prematuros
• Retraso del crecimiento
• Mayor predisposición a desarrollar enfermedades respiratorias, como la bronquitis o el asma
• Mayor predisposición a las enfermedades cardiovasculares
• Se estudia su posible relación con una mayor predisposición a desarrollar cáncer

El problema de este tipo de contaminación es que no es puntual, sino constante. Podemos intentar evitar contaminantes como el mercurio. Podemos hacer todo lo posible para no tener contacto con productos tóxicos. Pero no podemos dejar de respirar. Evidentemente, es un riesgo que nos afecta a todos, pero sobre todo, a los niños.

6 formas de proteger a tu hijo de la contaminación atmosférica

La principal causa de contaminación del aire en la ciudad es la emisión de gases tóxicos a través del tráfico. Las partículas finas que emiten atraviesan sin dificultad el aparato respiratorio. Pero también son culpables de otros dos focos de contaminación: el ozono y el dióxido de nitrógeno.

Afecta más a los niños porque ellos inhalan más cantidad de aire que los adultos. Pero... ¿existe alguna solución? En algunos países se intenta limitar el tráfico y restringir el uso de la calefacción. Se vigila el mantenimiento de los coches y se promueve el reciclado. Y nosotros, ¿qué podemos hacer para evitar que nuestro hijo respire tanto aire contaminado?

1. No olvides cerrar las ventanas de casa. Abre solo unos minutos al día para ventilar.
2. Reduce el consumo de electricidad, así como trata de ahorrar agua. No hagas un uso irresponsable de los recursos.
3. Siempre que puedas y dispongas de tiempo, haz una escapada con los niños a la naturaleza. Busca una zona apartada de la ciudad para que puedan 'oxigenarse'.
4. Intenta consumir alimentos de cultivo orgánico, que no hayan estado expuestos a contaminantes. También es importante reducir el uso de plásticos en casa.
5. Nunca fumes delante de los niños ni dentro de casa; no conviertas a tus hijos en fumadores pasivos.
6. No abras las ventanillas del coche cuando atravieses un túnel. Ahí se concentra una gran cantidad de partículas en suspensión que pueden hacer que el aire sea más tóxico.

Enseñar a los niños a cuidar el medio ambiente es crucial

Reducir la contaminación de nuestra atmósfera pasa por hacer un cambio en nuestros hábitos diarios. Debemos ser conscientes de cuáles son los gestos más dañinos para nuestro entorno que llevamos a cabo en nuestro día a día: rodearnos de plásticos y no reciclarlos, abusar del uso del coche cuando existen otras alternativas de transporte colectivo, no cuidar de la naturaleza que nos rodea, no apostar por las compras de proximidad...

Transmitir a los niños la conciencia ecológica es muy importante, incluso desde la primera infancia. Y es que es en este momento cuando van a empezar a normalizar algunos hábitos que son muy necesarios para cuidar de los ecosistemas de nuestro planeta Tierra. Lo primero que debemos cuidar es el ejemplo que les damos: si ven que nosotros reciclamos, que no pisamos las plantas, que respetamos nuestro entorno, que tratamos de usar menos agentes contaminantes... ¡Ellos también lo harán!

A través del juego también aprenderán a cuidar las plantas y los animales de nuestro alrededor. Existen muchas actividades en las que podemos involucrar a los niños desde que son muy pequeños. Se trata de encontrar juegos que ayuden a los niños a conectar con los entornos naturales, pero también a sensibilizarlos sobre la importancia de cuidar a todos los seres vivos, desde el más grande hasta el más pequeño. Todo ello es imposible si no llevamos a los niños de excursión al campo, montaña, playas... y demás zonas naturales que tengamos siempre en casa. ¡Siempre cuidando la huella que dejamos en ellas!

Cuentos infantiles sobre la contaminación y la naturaleza

Los cuentos y poemas son recursos educativos muy útiles para que los niños aprendan de una forma divertida. A través de las historias, tus hijos interiorizan aprendizajes, como por ejemplo, la necesidad de cuidar el planeta en el que vivimos. Con esta intención, a continuación hemos recopilado algunos relatos para niños de distintas edades que podéis leer en cualquier momento del día.

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