Qué nos dicen los mocos y flemas de la salud de los niños

¿Sabes por qué se suele llamar 'mocosos' a los niños hasta aproximadamente los 5 años? ¡Porque suelen estar siempre con mocos! Pero, ¿por qué será? ¿Será una señal de resfriado, alergia, gripe, infección, enfermedad...? ¿Qué te puede decir el color de las flemas del estado de salud de tu hijo? Analizamos el tipo de mucosidad que tienen los niños y qué pueden decirnos estos mocos de lo que pueda tener ellos, según el color que presentan.

Mocos en los niños - ¿Qué nos dicen las flemas de su salud?

Para saber si es necesario consultar con el pediatra o tan solo es cuestión de limpiarles bien la nariz del niño, tendremos que prestar atención al cómo es esta mucosidad y si se acompaña de otros síntomas. Ante cualquier duda, recuerda que puedes acudir a este profesional de la salud para que haga una revisión al niño.

Por lo general, una de las primeras señales de resfriado o gripe en los niños (y los adultos) suelen ser los mocos. Pero, ¿qué dicen los colores de los mocos de su estado de salud?

- Cuando los mocos son claros, sin tos, fiebre, ni otros síntomas acompañantes
En este caso es suficiente con mantener una buena higiene nasal. Puedes realizar lavados con suero fisiológico, evitar el ambiente seco, y puedes ayudar a que el niño descanse mejor manteniéndolo en una posición semi-incorporada.

- Cuando los mocos persisten y sobre todo si son más espesos
Además se acompañan de tos o fiebre, con bastante probabilidad están producidos por una infección. En este caso, debes consultar con su pediatra. Pueden ser debidos a un cuadro vírico leve, pero si existe dolor de oido persistente, fiebre alta, dificultad respiratoria, malestar que no mejora con antitérmicos... debes consultarlo con mayor urgencia.

- Cuando los mocos pueden ser producidos por una alergia
En otras ocasiones, los mocos pueden ser debidos a una rinitis alérgica. Generalmente, en este caso, serán claros y se acompañarán de estornudos, picor de nariz o de ojos... Cuando existe una alergia muchas veces se puede relacionar la aparición de mocos con un desencadenante concreto: polen ambiental, zonas muy húmedas, contacto con animales, polvo en el ambiente...

Cómo interpretar los colores de los mocos de los niños

¿Es verdad que el moco verde y espeso significa que mi hijo tiene alguna infección y que necesita antibióticos?Aquí tienes una sencilla guía sobre cómo interpretar el color y la densidad de las flemas y mocos de los niños:

- Cuando los mocos son claros indica que el niño goza de buena salud

- Cuando las flemas son blancas o amarillas, puede que el niño tenga una infección viral como un resfriado común

- Cuando los mocos son de color verde sí que puede ser un síntoma de infección bacteriana y el niño necesitará un tratamiento médico.

- Cuando los mocos son de color marrón o rojo puede indicar la presencia de sangre. Un sangrado por una lesión o sequedad en la nariz. En todo caso, se debe consultar a un pediatra.

En todo caso, si tu hijo suele tener resfriados, gripes, con mucha frecuencia es recomendable que busque atención médica. Siempre debes consultar a un médico si algo te preocupa en la salud de tu hijo(a).

[Leer +: Síntomas y cómo curar la gripe en los niños]

8 remedios caseros para aliviar los mocos de la nariz en los niños

Llegados a cierta edad, normalmente a los dos o tres años, niños y niñas pueden aprender a sonarse los mocos solos de forma natural y segura. Esta es la mejor manera de mantener las fosas nasales limpias y de prevenir que ese moco acabe en el oído o produzca esa tos tan molesta.

Para enseñar a tu hijo a soplar los mocos aquí tienes algunas sugerencias caseras:

1. Juega con tu hijo a coger aire por la boca y soplar por la nariz como si fuera apagar una vela de cumpleaños. Hazlo tu primero para que tu hijo te imite.
2. Intenta con una ducha caliente o un baño de vapor, ayudar a aflojar o ablandar los mocos o flemas de tu hijo. Así le será más fácil expulsarlos.
3. Mantén a tu hijo siempre hidratado y en un ambiente relajado. Debe beber abundante agua. Eso hará con que los mocos se despeguen antes y que la garganta no se irrite por la sequedad.
4. Haz lavados nasales con suero fisiológico, hipertónico o agua de mar.
5. Ventila la habitación y toda la casa a la primera hora de la mañana y evita los cambios bruscos de temperatura.
6. Utiliza un humidificador para mantener el aire húmedo y ayudar a suavizar la mucosidad evitando la sequedad del ambiente y facilitando la expulsión de las flemas.
7. En caso de que el niño tosa mucho y especialmente por la noche, intenta el truco de poner media cebolla cortada en una mesita de la habitación. En muchos casos eso consigue hacer dejar de toser a los niños.
8. Y si el niño tiene la nariz congestionada con dificultad para respirar, lo ideal es que se duerma con el torso un poco más elevado. Para ello, puedes poner una toalla doblada por debajo de su almohada.

Cuándo buscar atención medica por los mocos de los niños

Los mocos son una defensa natural del organismo, ahora bien, como hemos dicho anteriormente, hay casos en los que sí será necesario contactar con el pediatra:

- En el caso de que el niño presente una respiración dificultosa, respire muy deprisa o su pecho se mueva en exceso.

- Si hay fiebre o si los mocos están acompañados de otros síntomas como malestar general o dolor muscular.

- Si no hay fiebre, pero el niño no juega, está decaído y apenas come.

- Si, además de mocos, tiene una tos muy persistente.

- Si se queja del oído (puede ser síntoma de que los mocos han causado una otitis).

- Si los mocos y la tos hacen que se despierte muchas veces por la noche y que no pueda descansar bien.

Cómo prevenir que los niños se enfermen con tanta frecuencia

Si tu hijo se resfría con frecuencia, puede ser una preocupación natural preguntarte qué puedes hacer para mejorar su salud. Aquí te proporciono algunos consejos que pueden ser de ayuda:

Mejora la alimentación de tu hijo
Los niños necesitan una dieta equilibrada para fortalecer su sistema inmunológico. Incluye alimentos ricos en vitaminas y minerales en su dieta diaria, especialmente frutas y verduras. Los cítricos, como las naranjas y las mandarinas, son especialmente útiles ya que son ricos en vitamina C, que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y a combatir infecciones.

Asegúrate que tu hijo duerme bien
El sueño es fundamental para la salud de tu hijo. Un sueño adecuado ayuda al cuerpo a recuperarse y fortalece el sistema inmunológico. Cuando duerma tu hijo poner su cabecita un poco elevada para favorecer que los mocos fluyan y no se queden estancados y se resequen.

Mantiene siempre una buen higiene de tu hijo
Enseña a tu hijo la importancia de lavarse las manos con frecuencia, especialmente antes de comer y después de tocar superficies comunes. Esto puede ayudar a prevenir la propagación de gérmenes. Además, los lavados nasales son muy útiles para descongestionar la nariz de los niños.

Mantén a tu hijo bien hidratado
El agua ayuda a mantener las membranas mucosas húmedas, lo que puede ayudar a prevenir la propagación de virus y bacterias.

Evita que tu hijo sea expuesto al humo del tabaco
El humo del tabaco puede empeorar los síntomas del resfriado y aumentar todavía más la producción de mocos y flemas.

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