Mi hijo vomitó el medicamento ¿se lo vuelvo a dar? - Tips para mamás miedosas

Muchos padres nos hemos visto en esta situación en algún momento determinado: administramos un medicamento al niño, ya sea antibiótico, antipirético o antiinflamatorio y segundos después el niño lo vomita todo. En la consulta es común escuchar: 'Mi hijo vomitó el medicamento ¿se lo vuelvo a dar?' Aquí tips para mamás miedosas: ¿le hará daño? ¿Con lo poco que se tomó es suficiente? ¿Le habrá hecho efecto? ¿Tengo que repetir la dosis? ¿Y si me paso con la medicación? Aquí te decimos la respuesta.

Qué debemos hacer si el niño vomita la medicina

Cuando un pequeño vomita el medicamento que acaba de tomar es importante actuar con calma y seguir los pasos adecuados para asegurar que el niño reciba el tratamiento que necesita. Los niños suelen reaccionar en función de cómo ven reaccionar a los adultos, así que lo principal es mantener la calma para tranquilizar al niño y que no vea más drama donde no hay.

Toma nota de cuánto tiempo pasó desde que se tomó el medicamento hasta que vomitó. Los pediatras se rigen por pautas de tiempo para reaccionar si el niño vomita, funciona de esta manera:

1. Si el niño vomita inmediatamente la medicina o han pasado menos de 15 minutos desde la toma: debemos dar la dosis de nuevo entera.
2. Si han pasado entre 15 y 30 minutos: podemos repetir, pero en este caso sólo la mitad de la dosis.
3. Si ha pasado entre 30 y 60 minutos: no repetimos la dosis pero sí podemos adelantar la siguiente toma y dársela entre 4 y 6 horas después, si era cada 8 horas, o si la toma es cada 24 horas, adelantarla 12 horas.
4. Si ha pasado más de una hora: se considera que el medicamento ha sido digerido y asimilado por el organismo, por lo tanto no habría que repetir.

Trata de determinar cuánto medicamento ha vomitado para que te guíes de las pautas anteriores. Eso sí, antes de darle otra dosis, contacta al pediatra que recetó el medicamento. Es básico que NO administres otra dosis sin hablar primero con el médico, ya que dar más medicamento sin ayuda u orientación profesional podría resultar en una sobredosis.

También debes asegurarte de que el niño esté bien hidratado, especialmente si sigue vomitando. Dale pequeñas cantidades de agua o una solución de rehidratación oral, observa al niño en busca de signos de deshidratación, letargo, irritabilidad o aumento de la frecuencia y gravedad del vómito. Si el sabor del medicamento es el problema, pregunta al médico si hay otras alternativas

Cuando llegues al médico lleva un registro de los medicamentos administrados, la hora y la respuesta del niño. Esto le es útil al médico para ajustar el tratamiento si es necesario, sabemos que el vómito puede ser alarmante para un niño pequeño y tú como mamá debes mantener la calma. Aunque es bastante escandaloso, no debe ser motivo de alarma.

Trucos para evitar que el niño vomite el medicamento

Hay niños que nada más probar la medicina la vomitan, a otros el sabor les resulta tan desagradable que aunque intentan aguantar, terminan echándolo también. Hay algunos trucos que pueden evitar, en cierta medida, que ocurra esto:

• Puedes darle la medicina antes de la comida. Solo asegúrate de que pueda consumirse de esa manera.
• Refrigera el medicamento, ya que algunos de estos tienen un sabor menos intenso cuando están fríos. Consulta con el farmacéutico o directamente con el doctor si la medicina que estás administrando puede ser refrigerada.
• Acompañarla con un zumo o jugo que le resulte agradable de sabor, pero no debes mezclarlo con grandes cantidades de líquido. 
• También puedes mezclarlo en alimentos como una tarrina de yogur, natillas o incluso en una papilla de frutas.
• Si se la administras con jeringuilla, colócala en un lateral de la boca, así no le entrará directamente en la garganta y evitaras la arcada.
• Distrae al niño con algo tan sencillo como hablar con él sobre temas que le interesen o vean juntos un vídeo corto durante o después de darle el medicamento. Esto desvía su atención del sabor o la experiencia desagradable.
• Elogia y motiva a tu pequeño, es decir, después de tomar su medicina, hazle un cumplido por lo bien que lo hizo. Un pequeño incentivo, como una pegatina, un aplauso o la promesa de una actividad divertida te puede ayudar.
• Algunas medicinas se presentan en la versión supositorio, una ventaja para niños que sí o sí vomitan los medicamentos.
• Usa sabores correctores. ¿Sabías que existen productos diseñados para mezclar con medicamentos líquidos y mejorar su sabor? Consulta con tu farmacéutico sobre la disponibilidad y si es posible unirlo con el medicamento prescrito.
• Hagan una técnica de respiración, enséñale a tu hijo a tomar una gran bocanada de aire justo antes de tomar el medicamento y a exhalar inmediatamente después de tragarlo. Esto minimiza la posibilidad de una arcada.

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