Mi papá siempre está enfadado - Cuento por el Día del Padre para niños
Cuando un padre se la pasa enojado, ¿qué pueden hacer los niños? Un breve relato para saber cómo actuar
- Cuento corto infantil por el Día del Padre - Mi papá siempre está enfadado
- Actividades de comprensión lectora sobre el cuento corto para niños
- Las repercusiones del enfado de los padres en los hijos y cómo evitarlo
- 6 consejos para que los padres canalicen su enfado de manera positiva
Eduardo es un niño que no sabe qué hacer con el comportamiento de su papá. Por eso en 'Mi papá siempre está enfadado', un cuento por el Día del Padre para niños se aborda qué hace Eduardo, para lograr que su padre deje a un lado su enojo crónico. Tiene el ingenio suficiente para hacerlo reír y que así su padre se olvide del mal humor que tiene su origen en su demandante trabajo.
Aunque es un cuento corto, este abarca la realidad de muchos niños: a veces los padres están enfadados por otras cuestiones y explotan en mal humor con quien no tiene la culpa. Aquí, algunos consejos para que los papás (y también las mamás, por supuesto) puedan canalizar el enojo de manera positiva y eviten dejar una huella profunda e imborrable en los niños que más tarde sea difícil de olvidar.
Cuento corto infantil por el Día del Padre - Mi papá siempre está enfadado
Eduardo era un niño que vivía con sus padres en una casa muy linda, pero su papá era un hombre que siempre parecía estar enfadado. Eduardo, a pesar de ser un niño alegre y juguetón, sentía mucha tristeza al ver a su papá siempre serio y molesto. Sentía que no podía decir o hacer nada al respecto porque a veces su papá le contestaba muy cortante y eso a Eduardo lo ponía aún más triste.
Así pasaban los días y el papá de Eduardo cada día estaba más irritable: a la hora de comer su madre ponía la comida en la mesa y su papá no comía. Solo estaba enfadado aparentemente sin razón. Así se repetía la historia cada día, hasta que Eduardo tuvo una idea brillante. Decidió que cada vez que su papá estuviera enfadado, él contaría un chiste, pero cuando lo hizo por primera vez, su papá simplemente gruñó.
Aunque había gruñido, Eduardo no se rindió y continuó contando chistes día tras día. Sabía que su papá era una buena persona a pesar de estar enojado siempre. Al paso del tiempo, Eduardo notó que su papá comenzó a reír. De inicio fue una sonrisa muy pequeña, hasta que Eduardo le contó: '¿Por qué un huevo fue al banco a pedir dinero prestado? Pues porque estaba quebrado'. Su papá estalló en risas.
Eduardo se emocionó al ver a su papá reír a carcajadas, lo más sorprendente fue que él también comenzó a contar chistes. Aquella tarde se sentaron en la sala a leer un poco, papá tomó el periódico y Eduardo le preguntó por qué siempre estaba enfadado. Su papá comprendió de inmediato el motivo de la pregunta y mirándolo con ternura, le explicó que su trabajo era muy estresante.
Le dijo que eso lo hacía sentirse molesto, pero que gracias a sus chistes, había comprendido que no debía tener ese mal humor en casa. Eduardo abrazó a su papá y desde aquella tarde hicieron el pacto de siempre contar un chiste o algo gracioso para estar felices. La moraleja es que no importa lo grandes que sean los problemas, los padres deben canalizar ese enojo de manera positiva siempre y no desquitarse con los hijos.
Actividades de comprensión lectora sobre el cuento corto para niños
Aquí encontrarás unas actividades de comprensión lectora sobre el cuento corto. Con ellas reforzarás la lectura con tu hijo y hasta pueden hacer un final alternativo. Para lograrlo, pueden leerlo las veces que sean necesarias hasta lograr entenderlo del todo:
- ¿Cómo se llama el protagonista de la historia?
- ¿Por qué crees que el padre de Eduardo siempre estaba enfadado?
- ¿Cómo reaccionó el papá de Eduardo cuando le contó un chiste por primera vez?
- ¿Cambió la actitud del padre de Eduardo con el tiempo? ¿Por qué?
- ¿Qué hizo el papá de Eduardo que lo sorprendió mucho?
- ¿Cómo afectó la actitud de Eduardo a su padre y a su hogar?
- ¿Cuál es la moraleja de la historia?
Para reflexionar un poco puedes preguntarle a tu hijo en la misma lectura del cuento: ¿Por qué crees que los chistes de Eduardo ayudaron a su padre a sentirse mejor? ¿Hubieras hecho lo mismo? o ¿cómo te sentirías si tú fueras Eduardo? Ayúdalo a que lo escriba o te lo explique en sus propias palabras.
También es importante explicarle a tu pequeño que es importante entender que aunque alguien esté enfadado, eso no significa que no pueda sentir amor y felicidad por dentro. Proponle escribir un párrafo sobre cómo le haría sentir vivir en un hogar donde alguien siempre parece enfadado.
Las repercusiones del enfado de los padres en los hijos y cómo evitarlo
Cuando los papás se enfadan con los puede tener diversas repercusiones en los hijos, más cuando se trata de una emoción predominante en la vida diaria familiar. Este impacto puede variar según lo que se vive cotidianamente, ya que un ambiente continuamente enfadado puede generar ansiedad en los niños, volverlos inseguros y estresados, y con la incertidumbre sobre qué acción puede provocar el siguiente episodio de ira.
A este no saber qué acciones pueden desatar la furia de los adultos, a los niños les provoca un sentimiento de caminar sobre 'cáscaras de huevo' o que todo es muy frágil, los que los hace reprimir sus emociones y comportamientos naturales por el miedo natural a la reacción de sus padres. También se debe tomar en cuenta que los niños a menudo imitan el comportamiento de sus papás.
Debido a esto, si el enfado es la reacción predominante ante situaciones difíciles, los pequeños aprenden a conducirse de la misma manera, limitando de esta forma su capacidad para gestionar emociones saludablemente. Por otro lado, el enfado constante de los padres dificulta la formación de un vínculo afectivo sólido entre padres e hijos.
6 consejos para que los padres canalicen su enfado de manera positiva
Para manejar el enfado de manera efectiva en la crianza de los hijos, se debe crear un ambiente hogareño armonioso, y enseñar a los niños a gestionar sus propias emociones. Aquí algunos consejos:
- Reconocer el sentimiento. Lo primero es admitir que se está enfadado. Aceptar la emocionalidad permitirá entenderla y manejarla mejor.
- Respirar y contar hasta 10. Cuando una persona se sienta enfadada, hay que practicar técnicas de respiración profunda o meditación. Contar hasta 10 también es una buena manera de lograr la calma.
- Tomarse un tiempo fuera. Si se está muy enfadado, es hora de tomar un tiempo fuera. Esto puede ayudar a calmar las emociones y prevenir reacciones impulsivas.
- Fomentar una comunicación efectiva. Siempre se debe expresar el enfado de manera constructiva. Explicar por qué se está enfadado, en lugar de gritar o culpar.
- Se deben buscar soluciones. En vez de centrarse en el problema que genera el enfado, hay que convertir el enfado en una oportunidad para mejorar las cosas.
- Pedir ayuda a alguien especializado. Si la persona siente que no puede manejar el enfado por sí mismo, es hora de buscar la ayuda de un profesional como un psicólogo o un consejero familiar para encontrar alternativas efectivas.
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Bibliografía
- Hernández Lombardo, E. (2017). Árbol de la sabiduría. Beneficios de la lectura en los niños. Centro de Desarrollo Infantil y Atención Temprana I (CDIAT I) (ed.), Fundación Salud Infantil Elche, España, pp. 1-2 Disponible en: https://fundacionsaludinfantil.org/wp-content/uploads/2017/12/HernandezLombardo2017.pdf