9 actividades para que los niños aprendan sin estudiar en vacaciones

¿Qué podemos hacer con nuestros hijos para que no dejen de aprender durante las vacaciones? ¿Deberes de repaso, ejercicios, dictados cortos y fichas de inglés, tal vez? Podría ser, pero, seguro que no me equivoco al decir que de eso ya han tenido bastante a lo largo del curso. ¿Qué te parece si nos centramos en un aprendizaje más práctico, dinámico y relacionado con su día a día? Estas son algunas de las muchas actividades que puedes hacer para que los niños aprendan sin estudiar durante las vacaciones de verano.

Actividades veraniegas para que los niños aprendan sin estudiar

En vacaciones, los niños quieren jugar; nosotros queremos verles divertirse. Pero, no nos lo podemos quitar de la cabeza: también brindarles oportunidades para el aprendizaje. Solo que como estamos en verano no toca estudiar, sino descansar, desconectar, hacer nuevos amigos y pasárselo en grande. Por eso, esas pequeñas lecciones van a ser prácticas, motivadoras y participativas.

1. Matemáticas mientras vamos al supermercado
El supermercado es un lugar que está lleno de conceptos matemáticos. Nos fijamos en lo que vale cada producto, en si nos es más económico coger el paquete de arroz que está a este precio o aquel otro que vale un poco menos pero también trae menos cantidad. Contamos las monedas cuando el vendedor nos dice el total de la compra y nos aseguramos de que nos ha dado bien la vuelta.

¿Qué edad tienen tus hijos? ¿En cuántas de estas cosas pueden participar? No solo podrán en práctica sus conocimientos de sumas y restas, sino que estarán siendo responsables y, muy importante también, sentirán que les involucras en la tarea lo que quiere decir menos probabilidades de rabietas, frustraciones o enfados. ¿Se les ha antojado la chocolatina? Pues tendrán que ajustar el dinero que tenemos para ver si llega.

2. Un ejercicio de dictado, esta vez muy corto 
Claro, los padres siempre queremos que nuestros hijos hagan dictados, ¡les vienen muy bien! Para la gramática, la ortografía, para mejorar la letra, trabajar la concentración y otras muchas cosas que ya sabes.

Así que, en esta ocasión, dictaremos la lista de la compra de la semana, ellos también pueden participar dando ideas, mirando en la despensa lo que falta y lo que queda, usando el color azul para anotar el pescado y el verde para poner todas las verduras; podrían anotar también en otra hoja la lista con las cosas que se van a llevar de vacaciones y los títulos de los libros que se van a leer...

Que los niños no dejen de aprender en vacaciones de verano

Seguro que con estas actividades veraniegas que aquí te comparto a ti se te ocurren otras muchas por el camino. ¡Imaginación al poder! Recuerda que el objetivo es que los niños sigan aprendiendo sin estudiar en las vacaciones de verano. Para ello, nos proponemos ofrecerles experiencias de las que pueden sacar distintos aprendizajes. Recuerda que puedes adaptar las actividades que te proponemos a la edad y gustos de tus hijos.

3. Y también uno de escritura y creatividad 
Como leer y escribir son los mejores ejercicios que hay, les podemos sugerir a los niños hacer un diario de verano en el que van anotando lo que hacen, lo que más les gusta, lo que menos, los amigos nuevos que conocen, los lugares que visitan y todo acompañado de esos dibujos tan bonitos que suelen hacer. Será una experiencia muy rica para ellos ya que, además de ser creativos en la escritura, aprenden a valorar lo que tienen y lo que hacen, a ser críticos de un modo constructivo.

4. Las conchas de la playa para contar, clasificar y ordenar 
¿Vas a pasar unos días en la playa? Pues, además de jugar con la arena y daros muchos chapuzones en familia, puedes jugar con tus niños pequeños a recoger conchas, contarlas, clasificarlas según su tamaño o forma, pintarlas y decorarlas cuando lleguéis a casa. ¡Da para mucho! Y, quien dice conchas de la playa o piedras de la piscina, dice también los juguetes: coches, peluches, piezas de construcción… ¡Será su nuevo pasatiempo favorito!

5. ¡La canción del verano!
Hemos puesto deberes de lengua y matemáticas ¡nos quedan los de música! Escuchamos con mamá y papá la canción del verano o cualquier otra que nos guste, la bailamos, cantamos algunas estrofas, la disfrutamos y aprendemos todo lo bueno que nos aporta la música y el movimiento, en especial si se hace en familia.

6. Manualidades y experimentos con agua 
¡Que se nos olvidaba la clase de ciencias! Podemos poner un poco de jabón y agua en un tubo y hacer unas cuantas pompas, podemos hacer otros experimentos con agua y, cómo no, las manualidades del verano. Hay para todos los gustos, desde pintar las piedras que hemos recogido en el campo, hasta los dibujos para ilustrar las actividades y los juegos que hacemos, pasando por un abanico casero para dar esquinazo al calor.

Experiencias y actividades para que tus hijos aprendan en verano

¿A que son un montón de cosas las que pueden hacer los niños en las vacaciones de verano para aprender cosas nuevas sin estudiar? Y para hacer la parte práctica de la teoría que se han aprendido en las muchas clases que han tenido este curso. Y es que no hay nada como un poco de imaginación para crear grandes dosis de curiosidad en nuestros hijos. ¡Seguimos con otra tanda de ideas veraniegas!

7. Juegos de pensamiento y también de lógica
¿Qué harías si te encontraras en el campo una cabaña de pájaros? ¿Y si tu amigo te dice que no ve a sus padres? ¿cómo le ayudarías? ¿Qué te llevarías a una isla desierta? Los juegos de lógica, de pensamiento, los retos de este tipo que suponen una disonancia cognitiva en la que los niños tienen que tratar de buscar una respuesta es otro aprendizaje súper bueno para ellos, además de ideal para las vacaciones de verano. ¿Quién se apunta?

8. Y ahora a tomar un helado refrescante ¡nosotros mismos lo vamos a preparar!
Que sí, que sí, que preparar un helado casero es más fácil de lo que parece. Solo necesitamos los ingredientes según el sabor que más nos guste y dejar que los niños participen durante todo el proceso, desde anotar en la lista lo que necesitamos, hasta elegir el sabor y, por supuesto, el rato que estemos en la cocina siempre teniendo cuidado de que no se haga daño con objetos que cortan.

[Leer +: Poemas del verano para los niños]

9. Un cuento ¡eso sí que no puede faltar!
Y ya para terminar con la tanda de propuestas de actividades para aprender en vacaciones: ¡un cuento! Mamá lee un capítulo en voz alta y los niños el siguiente, disfrutamos juntos de la lectura a la hora de ir a dormir o mientras estamos en la arena de la playa escuchando el sonido del mar, pero sobre todo les recordamos a los niños que los libros siempre nos acompañan ¡también se vienen de vacaciones con nosotros!

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