Actividades para trabajar con los niños la motricidad gruesa
Juegos que favorecen el equilibrio y el control del cuerpo en los niños
- 2 formas de favorecer la motricidad gruesa en niños
- Juegos para practicar con los niños la motricidad gruesa
La motricidad gruesa es aquella habilidad que el niño va a ir adquiriendo y que implica movimientos de grandes grupos musculares, además de mantener el equilibrio y adquirir agilidad, fuerza y velocidad de los mismos. De esta manera, la motricidad gruesa incluye movimientos musculares de piernas, brazos, cabeza, abdomen y espalda.
Es, también, la responsable de la integración del niño en su entorno a través de la exploración de su propio cuerpo mediante el juego y el movimiento. Para fomentar en los niños la motricidad gruesa, puedes realizar estos juegos y actividades que te proponemos.
2 formas de favorecer la motricidad gruesa en niños
Para favorecer en los niños la motricidad gruesa se puede trabajar de dos maneras:
- De forma dirigida. Es una propuesta desde la mirada del adulto. Que dirige los movimientos. Haciendo circuitos, acotando el ejercicio a algo específico.
- De manera vivenciada. Es una propuesta que parte de la experiencia del niño, permitiendo que sea él mismo quien decida qué es lo que desea hacer. Esta práctica busca la integración del niño en su entorno a través de la exploración de su propio cuerpo mediante el juego libre.
Juegos para practicar con los niños la motricidad gruesa
Teniendo en cuenta que el ritmo de evolución de los niños varía de unos niños a otros podemos ayudar a que se desarrolle de su motricidad gruesa desde casa con los siguientes juegos:
- Las huellas. La idea es que con unas cartulinas de colores podemos poner unas huellas grandes en el suelo. La idea consiste en mejorar el equilibrio y su coordinación. Una vez puestas se puede empezar haciendo un circuito de poca dificultad y cuando vaya superando las pruebas ir poniendo más dificultad. Se pueden crear tantas combinaciones como queramos.
- La tela de araña. Para poder hacer esta actividad se necesita cinta adhesiva o hilo de lana y un pasillo. Utilizando el equilibrio, los niños han de pasar hacia el otro extremo del pasillo “esquivando” la telaraña.
- Jugar a los bolos. Con este juego los niños trabajan los brazos y las piernas a la hora de lanzar . Además, aprender a coordinar los movimientos con la intención de tirar la mayoría de los bolos.
- Circuito con aros. Para hacer esta actividad solo necesitaremos unos aros. Se ubicarán de forma distintas y el niño tendrá que seguir el camino trazado saltando de un aro al otro.
- Lanzamiento de pelotas. Los niños y los padres se podrán situar unos en frente de otros cada uno con una caja. La idea será mantener el equilibrio y lograr que las pelotas entren dentro de la caja del otro.
- El comecocos. Con cinta adhesiva se crean distintos tipos de caminos. Con equilibrio los niños tendrán que caminar sobre estas líneas. El objetivo es que lo hagan de forma precisa sin salirse de ellas.
- Que el globo no caiga. El juego es sencillo. El objetivo es que el niño logre golpear el globo varias veces seguidas sin que caiga al suelo.
- Hacer la carretilla. Este es un juego que suele gustar a todos los niños. Sirve para que cojan fuerza en los brazos y mejoren la motricidad. Consistirá en ir a un punto determinado a modo carrera o relevos tomando de carretilla a otro niño.
- Circuito de equilibrios. Para ello podemos usar algún mueble de la casa y estando atentos de que no haya peligro. Podemos hacer un recorrido donde el niño ejercite sus piernas, y trabaje el equilibrio y la coordinación proponiendo que lo hagan caminando por encima sin caerse. Si nos da miedo que se suban a los muebles se pueden crear líneas en el suelo con cinta adhesiva y que los niños lo pasen sin salirse de la línea como si fuera un funambulista.
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