Qué rutinas de los niños hay que mantener en las vacaciones de verano

Llega el verano y se terminan los horarios del colegio, finalizan muchas de sus rutinas y poco a poco comienzan a descontrolarse los horarios... Lo que al principio parece un alivio por liberarnos de la presión y las prisas, puede convertirse también en un arma de doble filo: niños y niñas más irritables, más dificultad en los cambios de actividad, más conflictos, más rabietas... Aunque podemos ser más flexibles, hay rutinas de los niños que hay que mantener también durante las vacaciones de verano.

Para los padres y las madres, las vacaciones de verano suponen todo un juego de malabares. Y ahora que no tienen colegio vamos dejando de lado muchas de las rutinas que habían ido adquiriendo. A continuación hablamos más sobre ello.

¿Hay que mantener las rutinas de los niños en vacaciones?

Las rutinas son necesarias en verano, en invierno, en otoño y en primavera. Lo que desde luego NO es necesario es la prisa, la presión, el agobio, los horarios estrictos... Eso choca completamente con la infancia y sí creo que niños y adultos debemos liberarnos de ello al menos en verano.

Ahora bien, hay ciertas rutinas que sería conveniente mantener o establecer también en verano, si no queremos llegar a septiembre exhaustos y deseosos de que vuelvan al colegio.

1. Rutinas de sueño en verano: flexibilidad en los horarios

En verano nos relajamos, nos vamos de vacaciones y es común que se nos haga muy tarde cenando en un chiringuito o de barbacoa con amigos. Relax: disfrutemos de esos momentos únicos y especiales.

Lo que sí hemos de tener en cuenta es que quizá los disfrutaremos de una forma diferente: es importante que los niños se sientan integrados en los planes de las vacaciones, que participen de las conversaciones, que puedan tener un espacio cercano para jugar, que estemos más presentes, que les cojamos de vez en cuando... Si tu expectativa es disfrutar de esos momentos del verano como si fueras sin niños, entonces es probable que te agobies y vuelvas frustrado o frustrada a casa.

Al margen de esos momentos, en su día a día sí sería importante que los niños tuviesen una rutina de sueño. No en cuanto a unos horarios muy estrictos, pero sí en cuanto a un orden de acciones. Por ejemplo: ducha, cena, cuento, masaje y a dormir.

2. Los niños y los hábitos de higiene en verano

Lavarse las manos, cepillarse los dientes, vestirse, elegir cada día su ropa, recoger sus cosas... No solo es importante que tus hijos mantengan estos hábitos en verano, sino que en muchas ocasiones es mucho más fácil instaurarlos en esta época del año en la que no sienten tanta presión y cansancio por el colegio, las clases de inglés, otras extraescolares...

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3. Las rutinas de alimentación infantil en vacaciones

De la misma manera, es importante que sigamos manteniendo rutinas que los niños tenían en cuanto a las comidas.

Si nos vamos a un apartamento; que contribuyan en lo que puedan a la hora de poner la mesa, que se laven las manos a la hora de comer, que permanezcan sentados mientras comen, que se laven los dientes tras las comidas... Son ejemplos de hábitos sanos que es conveniente mantener también verano.

Ese tipo de hábitos no solo ayudan a que el verano fluya más tranquilo, también les dan muchísima seguridad y autonomía.

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4. Las rutinas de verano en cuanto al juego y al aire libre

La palabra rutina no sé si encaja mucho aquí, porque el aire libre y el juego debería estar presente en la vida de un niño de una forma casi continua y espontánea. Sin embargo, dado el ritmo de vida que hemos adquirido y el abuso de las pantallas, sobre todo en épocas como las vacaciones, hace que me vea casi obligada a recordar que los niños y niñas tienen que tener aire libre, juego, movimiento...

¿Los niños tienen que hacer deberes para repasar en verano?

No podemos entender el verano como una época en la que los niños no han de hacer nada porque están de vacaciones. Con esta excusa, muchos niños y niñas pasan tardes enteras frente a los dibujos de la televisión o los videojuegos. La necesidad de movimiento, la curiosidad y las sensibilidades temporales de los niños y niñas no se detienen, ni siquiera en vacaciones.

En esta época de verano, en la que tienen más tiempo libre, los niños deben tener tareas interesantes que hacer que les permitan satisfacer todas sus necesidades: explorar, apilar, ordenar, sacar, meter, lanzar, golpear, expresarse, estrujar, ensartar...

El simple hecho de integrarles en las tareas cotidianas de la casa les permitirá satisfacer muchas de estas necesidades y fomentará su autoestima y su autonomía. Que se sientan útiles y valiosos en su día a día es fundamental en su desarrollo.

Si hablamos de tareas de repaso como deberes impuestos por el adulto monótonos y repetitivos es otra cuestión: sí deben descansar de estas tareas escolares que les fatigan. Sin embargo, cuando se trata de contribuir, de aprender jugando, los niños y niñas, lejos de sentirse cansados, se sienten aún con más energía. La sensación de logro, les impulsa, les motiva y les hace sentir bien.

Juegos de mesa, tareas cotidianas, experiencias en la naturaleza, museos, exposiciones, espectáculos, viajes, experiencias sensoriales, arte, cuentos, libros de conocimiento de temas que les interesen, momentos de conexión en familia... Esa es la manera de que los niños sigan disfrutando y aprendiendo en verano.

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Un consejo para afrontar un verano divertido en familia

Recomiendo mucho a las familias que en estos primeros días hagan una limpieza y reorganización del hogar. Que organicen la ropa de los niños a su altura, más ordenada y accesible, ordenar los materiales adaptados a su momento y sus intereses colocados en cestas y bandejas individuales, fáciles de coger y sacar... También los libros de conocimiento deben estar accesibles, igual que los materiales creativos para expresarse.

Si los niños y niñas tienen un ambiente preparado que les permita ayudarnos, contribuir y cubrir sus necesidades en el hogar, el verano fluirá de una forma más sencilla.

Disfrutemos del verano, porque si lo pensamos, hay muy pocos veranos siendo niños o niñas.

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