Causas de la conducta agresiva infantil y cómo ayudar a controlarla
Una conducta agresiva no es lo mismo que tener un carácter fuerte, entonces ¿por qué hay niños agresivos?
- ¿Por qué algunos niños presentan una conducta agresiva?
- Factores biológicos y externos que influyen en la agresividad infantil
- Estrategias efectivas para manejar la agresividad infantil en tu hijo
En la infancia, son normales los ataques de agresividad, pero las conductas agresivas son conductas intencionadas que pueden causar daño, ya sea físico o psíquico. ¿A qué nos referimos con conductas? Por ejemplo, pegar a otros, ofenderlos, burlarse de ellos, tener rabietas o usar palabras inadecuadas para llamar a los demás forman parte de la agresividad infantil. Cuando algunos niños persisten en su conducta agresiva y son incapaces de controlar su fuerte genio, pueden sentirse frustrados causando sufrimiento y el rechazo de los demás. Aquí, las causas de la conducta agresiva infantil y cómo ayudar a controlarla.
¿Por qué algunos niños presentan una conducta agresiva?
Según los expertos, la frustración facilita la agresión y es un excelente caldo de cultivo para que se desarrollen conductas agresivas en los niños. El comportamiento agresivo del niño es normal, pero el problema es saber controlarlo. Muchas veces, el niño provoca a un adulto para que él pueda intervenir en su lugar y controlar sus impulsos agresivos, ya que no puede con todo.
Por eso, el niño necesita de un 'no hagas eso' o 'para con eso'. Los niños, a veces, piden una riña. Es como si pidiera prestado un control a su padre o a su madre. Del mismo modo que los padres enseñan a caminar, a hablar o a comer a sus hijos, deben enseñar también a controlar su agresividad. Es parte de una crianza respetuosa y empática. ¿Cómo hacerlo?
- Hay que tener cuidado para no devolver su agresividad con otra agresividad. La teoría del aprendizaje social afirma que las conductas agresivas pueden aprenderse por imitación u observación de la conducta de modelos agresivos. Es muy importante, por ejemplo, que el niño tenga y encuentre un buen modelo en sus padres.
- Los niños se relacionan con los demás de la misma forma que lo hacen sus padres. Si ellos mantienen una relación tranquila con los demás, el niño se portará del mismo modo delante de sus amiguitos. Si la relación es más bien hostil, probablemente el niño seguirá ese modelo de comportamiento.
- Educar a los niños es una tarea difícil, que requiere trabajo. Pero que vale la pena intentar acertar, mantener el equilibrio y procurar el consenso entre los padres para que en la educación del niño no ocurran fallos de doble comunicación. Si uno de los padres permite todo y el otro nada, eso confundirá al niño y probablemente se rebelará.
Factores biológicos y externos que influyen en la agresividad infantil
Existen diversos factores que pueden influir en el desarrollo de conductas agresivas en los niños, entre ellos, como factores biológicos, ya que algunas investigaciones sugieren que ciertos niños pueden tener una predisposición genética hacia la agresividad. Un sistema nervioso más reactivo o desequilibrios en neurotransmisores hacen que un niño tenga más dificultad al regular sus emociones.
También se debe tomar en cuenta el ambiente familiar, es decir, un entorno donde hay discusiones frecuentes, gritos o violencia lleva a que los niños adopten esas mismas formas de expresión. De igual manera, la falta de habilidades sociales o el hecho de que los niños no hayan aprendido estrategias adecuadas para resolver conflictos o expresar sus emociones, incida en ese comportamiento.
Esto va de la mano con los modelos de conducta, por ejemplo, si los niños ven que los adultos a su alrededor reaccionan de manera agresiva ante los problemas, lo más probable es que imiten ese mismo comportamiento. Finalmente, el exceso de pantallas y contenido violento, como videojuegos o programas donde se normalice la agresión influye en la percepción sobre cómo solucionar conflictos.
Es importante diferenciar entre un niño con carácter fuerte y un niño con conducta agresiva, ya que tener carácter fuerte implica defender sus ideas sin recurrir a la violencia, mientras que en la agresividad se daña a otros. Los niños con carácter fuerte son firmes en sus decisiones, pero pueden dialogar y entender los límites. En cambio, los que son agresivos suelen reaccionar con golpes, gritos o insultos.
Estrategias efectivas para manejar la agresividad infantil en tu hijo
Para ayudar a tu niño a controlar su agresividad, puedes seguir algunas estrategias:
- Fomenta la inteligencia emocional. Enséñales a identificar y expresar sus emociones de forma adecuada.
- Proporciona alternativas a la violencia. Los niños necesitan aprender formas pacíficas de resolver conflictos, como el diálogo y la negociación.
- Refuerza el buen comportamiento. Elogia y recompensa conductas positivas para ayudar a que los niños aprendan a actuar de manera correcta.
- Establece consecuencias claras. Si tu hijo actúa de manera agresiva, es importante que haya consecuencias proporcionales y adecuadas.
- Canaliza la energía. Actividades físicas como el deporte, el juego al aire libre o la práctica de disciplinas como el yoga ayudan a liberar la tensión y mejorar la autorregulación emocional.
En algunos casos, la conducta agresiva en los niños puede requerir la intervención de un especialista, más cuando notes que la agresividad es constante y sin motivo aparente, hay una dificultad extrema para calmarse después de una explosión emocional, existe rechazo social por su comportamiento, la agresividad que pone en peligro a otros niños y hay ansiedad o depresión asociadas a la conducta agresiva.
Si ya has intentado diversas estrategias sin éxito, acudir a un psicólogo infantil te ayudará a identificar la causa del problema y ofrecer herramientas para su manejo. Recuerda que la conducta agresiva en los niños debe manejarse con paciencia, comprensión y estrategias adecuadas. Si bien la agresividad infantil es parte del desarrollo, es fundamental enseñarles a expresarse sin recurrir a la violencia.
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Bibliografía
- Gallego Henao, A. M. (2011). La agresividad infantil: una propuesta de intervención y prevención pedagógica desde la escuela. Revista Virtual Universidad Católica del Norte, Núm. 33, Fundación Universitaria Católica del Norte (ed.) Colombia, pp. 1-20 Disponible en https://www.redalyc.org/pdf/1942/194218961016.pdf