Conducta Un niño feliz es travieso, inquieto, curioso y... ¡ruidoso!
No siempre los niños más listos, con habilidades especiales o especialmente guapos son los más felices, tampoco los que mejor se comportan, los más tranquilos o callados. En ocasiones, aquellos que parecen más reboltosos, inquietos o incluso molestos para los adultos son los más felices