6 características de padres que usan el castigo físico con sus hijos
Claves que te ayudarán a cambiar esta forma de 'educar' a tus hijos
- Cómo afecta a los niños el castigo físico
- Qué tienen en común los padres que usan el castigo físico con sus hijos
- Claves que te ayudarán a no utilizar el castigo físico con tus hijos
Lamentablemente hay padres que utilizan el castigo físico para frenar los malos comportamientos de sus hijos o para que les obedezcan. Además, en muchos casos suele ir acompañado de reprimendas verbales que destruyen la autoestima y dificultan el control de las emociones del niño.
Afortunadamente hoy en día son más los padres que se suman a una educación consciente para educar a sus hijos con buen ejemplo y amor. Por eso, en este artículo me gustaría hablar sobre cosas que tienen en común los padres que utilizan el castigo físico, cómo afecta a los niños y las claves que te ayudarán a no hacerlo.
Cómo afecta a los niños el castigo físico
Castigar a un niño físicamente en resumidas palabras es querer que un niño haga lo que dicen sus padres, utilizando el miedo como estrategia. Como todos sabemos el miedo paraliza, no permite pensar, ni razonar… Aun así, esta estrategia es defendida por muchos padres ante la dificultad de reconocer que no saben cómo educar a sus hijos desde el amor y el respeto.
Educar a un niño con castigos físicos no es bueno ni para los padres ni para los niños. Este tipo de castigos deja secuelas emocionales en el niño (tristeza, enfado, injusticia, frustración), el cual le afectará en su infancia y en la vida adulta, rompiendo así la unión y comunicación entre padres e hijos. Por otro lado, es probable que después del castigo el padre se sienta culpable y frustrado por utilizar este tipo de estrategias.
Los padres, según explican en el informe 'Teorías de niñas y niños sobre el castigo parental. Aportes para la educación y la crianza', realizado por Sánchez Gutiérrez Ginette para la revista electrónica Actualidades Investigativas en Educación, recurren a formas violentas de trato con una supuesta pretensión educativa, lo cual va en detrimento del disfrute pleno de los derechos humanos del niño.
Los niños con los que se ha utilizado este tipo de castigos suelen ser mentirosos y culpar a otros para esconder o tapar un mal comportamiento; además tienden a tener bajo rendimiento académico, incapacidad para razonar, falta de confianza y mala comunicación con sus padres.
Qué tienen en común los padres que usan el castigo físico con sus hijos
A continuación detallo algunas características que aunque no son concluyentes al 100%, si son factores que pueden actuar como desencadenantes para que un padre utilice el castigo físico con sus hijos.
1. Educan en base a sus creencias
La típica frase ‘mejor un tortazo a tiempo’ es un clásico utilizado para justificar que no saben hacerlo diferente y mejor.
2. Repiten patrones de comportamiento
Si sus padres utilizaron el castigo físico para educarles es probable que repitan este comportamiento y quieran educar de igual forma a sus hijos. Las secuelas psicológicas de los padres se expresarán con más ímpetu en la forma de educar a sus hijos.
3. Relaciones de pareja inestables y tóxicas
La inestabilidad familiar influye de forma significativa y muy negativa. Hace que los integrantes de la familia tengan dificultades para gestionar sus emociones y los padres pueden incluso descargar su frustración con los hijos.
4. No saben controlar sus emociones
Si los padres viven situaciones constantes de estrés, falta de tiempo, quejas o reproches y no saben gestionar estas emociones, es más probable que recurran al castigo físico, ya que les será más difícil ver soluciones empáticas con sus pequeños y no dispondrán del tiempo para afrontar la situación desde un punto de vista asertivo.
5. Se sienten incompetentes
Hay padres que sienten que no han nacido para ser padres y que dan por perdida la batalla. Utilizan el castigo físico como estrategia ante el sentimiento de falta de capacidad.
6. Enfermedades psicológicas
Esquizofrenia, depresión y toda enfermedad que suponga un déficit en el control de las emociones puede afectar de forma muy considera si no se trata adecuadamente.
Si eres uno de esos padres a los que les cuesta controlar sus emociones y utiliza el castigo físico para educar a tus hijos, ¡te invito a seguir leyendo!
Claves que te ayudarán a no utilizar el castigo físico con tus hijos
‘¡No dejes de intentarlo!’. Todo lo que puedas hacer hoy para educar con más amor y paciencia se te recompensará mañana con hijos emocionalmente felices y agradecidos por tenerte a su lado.
- Hazte preguntas que te lleven a la reflexión
¿Cómo te sientes después de haber castigado físicamente a tu hijo? Si sientes culpabilidad, frustración o cualquier otra emoción negativa tienes una pista clara de que esa no es la forma en la que realmente quieres educar a tu niño.
- Controla tu impulso escuchando tu cuerpo
Antes de expresar físicamente cualquier emoción, esta se siente en el cuerpo. Aprende a escuchar estas señales para que puedas reflexionar y ser más asertivo.
- Aplaza la conversación con tu hijo
Si eres consciente de que no sabes cómo hacerlo, aplaza la conversación con tu pequeño. Seguidamente pide consejo, lee sobre el tema y reflexiona sobre la mejor forma de hacerlo.
- Encuentra el mejor momento para hablar con él/ella
Una vez has reflexionado, estando en calma y con firmeza, explica a tu hijo las consecuencias (no físicas) que tendrán los hechos cometidos. No olvides explicar el motivo (cómo afecto al entorno, a ti, cómo te sentiste…).
- Busca ayuda profesional
Cada vez hay más profesionales y técnicas eficaces que te pueden ayudar. No dudes en buscar ayuda si estás utilizando estas estrategias con tus hijos.
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