Bote de los gritos para evitar que las rabietas de los niños exploten
Educación emocional: Técnica casera para que los niños aprendan a manejar su frustración y rabia
- Paso a paso para hacer el bote de los gritos casero para tus hijos
- Cómo usar esta técnica para evitar que las rabietas exploten
- Educación emocional: Beneficios del frasco para los niños
¿Habéis oído alguna vez hablar sobre el bote o frasco de los gritos? Se trata de un recurso de educación emocional muy útil y que puedes preparar de forma casera para usarlo con tus hijos en su día a día. Con este tarro, nos centramos en emociones relacionadas con el enfado, la rabia, la frustración y todo aquello que, en ocasiones, a nosotros como adultos, nos gustaría poder gritar para desahogarnos. ¡Muy útil para evitar que las rabietas de los niños lleguen a explotar!
Aunque no lo parezca, desde bien pequeños, los niños y niñas pasan por una gran cantidad de emociones al día: pueden estar alegres, enfadados, tristes, frustrados, celosos, etc. Esto conlleva simultáneamente un trabajo por su parte que requiere comprensión, aceptación y control sobre dichas emociones, y no es tarea fácil. Al principio no entienden nada de lo que les ocurre, no saben calmarse o controlarse; es por este motivo, que nosotros como adultos, debemos de acompañarlos en este viaje de las emociones para ayudarlos a saber gestionarlas y a entender por qué les ocurre esto. ¡Nos ponemos en marcha con nuestro frasco de los gritos!
Paso a paso para hacer el bote de los gritos casero para tus hijos
Materiales:
- Bote o tarro con tapa
- Folio
- Tijeras
- Lápiz, ceras, rotuladores...
- Pegatinas (opcional)
- Fotografía (opcional)
Cada vez son más los padres que utilizan esta técnica del frasco de los gritos en casa. Y es que resulta muy interesante para enseñar a los niños a comprender emociones tan complicadas como la ira o la frustración. Si tú también quieres probar a usarlo en vuestra familia, lo primero que debes hacer es preparar el bote. Una vez que tienes los materiales, es muy sencillo hacer vuestro frasco de los gritos casero (o como se dice hoy en día Do It Yourself DIY). Sigue el paso a paso:
1. Buscamos un tarro con tapa que tengamos por casa. Se pueden usar botes de todos los tipos: de los que contienen alimentos en conserva, la base de una botella ancha cortada (cuidado para que no queden bordes peligrosos)... Recuerda que si es un bote de cristal, tendréis que tener mucho cuidado al usarlo (por ello, no es apto para los niños más pequeños). Como alternativa, podéis usar botes de plástico para evitar accidentes.
2. Una vez que hemos seleccionado el que será nuestro bote de los gritos (y está completamente limpio) llega el momento de personalizarlo. Te recomendamos que hagas partícipe al niño o la niña en el proceso creativo.
Para decorar vuestro bote podéis poner una fotografía, hacer un dibujo del pequeño, dibujar algo que le represente y/o le guste, o simplemente podéis pegar una pegatina que le llame la atención. También tu hijo o hija puede decorarlo libremente como más le guste. Nosotros hemos optado por poner una etiqueta en la que se puede leer 'El frasco de los gritos' para que el niño sepa en todo momento el objetivo de este recurso.
Esto dependerá de la edad del niño o niña con el que lo vayamos a realizar y sus preferencias.
3. Una vez tengamos el dibujo o sepamos cómo lo vamos a personalizar, lo pegamos en el bote o frasco y lo dejamos en un lugar que esté siempre al alcance de los niños y niñas y sea visible.
[Leer +: Cómo hacer un bote de la calma para niños]
Cómo usar esta técnica para evitar que las rabietas exploten
¿Ya tenéis listo vuestro bote de los gritos? ¡Fenomenal! Vamos a aprender ahora cómo utilizar este recurso para que forme parte de los recursos de educación emocional que pones a disposición de tu hijo o hija.
- Cuando el niño muestre enfado, rabia, frustración, y veamos que necesita desahogarse, que siente esa necesidad de gritar o de un momento a otro explotará, es el momento idóneo para pedirle que coja su frasco de los gritos. Le pediremos que abra su bote de los gritos y grite con todas sus fuerzas dentro de él.
- A continuación, le diremos que lo cierre bien fuerte para que el grito no escape. Es importante tener en cuenta que solo es válido un grito por cada enfado.
De esta manera conseguiremos relajar de inmediato al niño o niña y podremos hablar con él sobre lo que ha pasado. Al proponerle esta técnica cuando vemos que la rabieta está cerca (tú, como madre o padre de tu hijo o hija eres quien mejor sabe anticiparse cuando la explosión emocional está próxima), conseguiremos desviar su atención y ayudarle a desahogar el grito. De esta forma, evitaremos que el berrinche llegue a estallar.
Es importante que el niño o niña conozca bien el funcionamiento del frasco y sus normas antes de ponerlo en práctica. Esto significa que les debemos información y recordárselas de vez en cuando para que no se le olviden.
Al principio tendremos que recordarle que puede usarlo, después ya se acordará de que lo tiene a su disposición. Te sorprenderá que, incluso, te lo pedirá siempre que lo necesite. Será un recurso de gestión emocional que le ayudará mucho y que, incluso, lo podemos usar nosotros los padres para manejar nuestros propios enfados y frustraciones.
Educación emocional: Beneficios del frasco para los niños
El bote de los gritos es una actividad enfocada para el primer ciclo de primaria (6 a 10 años), pero puede ser totalmente llevada a cabo tanto por niños menores de 6 años como mayores de 10. Todo ello es adaptar la actividad de educación emocional en función de la edad del niño o niña con el que vayamos a utilizarla.
Su mayor beneficio está relacionado con la identificación y gestión de diferentes emociones:
- Con este frasco, conseguimos que el niño o niña consiga identificar las emociones que lo hacen explotar en una rabieta. Gracias a nuestro bote de los gritos, el niño o niña es capaz de anticiparse a lo que le va a ocurrir y es en ese momento cuando toma el frasco para descargar toda su rabia sobre él.
- Es una manera muy representativa de que los niños y niñas tan pequeños tomen conciencia de las emociones, las entiendas y las sepan gestionar. Llegará un momento en el que el frasco no les haga falta y sepan gestionarlas por ellos mismos.
[Leer +: Cómo hacer un pulpo reversible de emociones para niños]
- En niños y niñas que ya se expresan de manera escrita, podemos introducir dentro de la actividad que una vez que estén tranquilos y calmados escriban sobre un papel qué les ha llevado a expresar esa emoción. Dicho papel será introducido dentro del frasco de los gritos.
Un día, podemos sacar todas las notas del frasco y leer junto con los niños y niñas cada uno de los papeles con los motivos, e ir comentándolos juntos y ver cómo podemos mejorar esos comportamientos, todo ello en un diálogo en un ambiente relajado y distendido.
Como habréis podido comprobar, el bote de los gritos es una actividad casera muy sencilla de llevar a cabo tanto en el entorno escolar como familiar con la que podemos conseguir unos objetivos maravillosos con los que ayudar a nuestros hijos e hijas en el increíble mundo de las emociones, ¡y de paso enseñar a los niños a gestionar sus rabietas!
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