Cómo parar los berrinches de los niños de seis años con firmeza y amor

No me equivoco al decir que por mucho te enfades con tu hijo le sigues queriendo por encima de todo. Pues es precisamente ese cariño y ese amor incondicional el que más necesita tu pequeño que le muestres cuando tiene una rabieta. Porque los niños de seis años también tienen berrinches, pataleas y rabietas y tú, como madre o padre, puedes hacer mucho por ayudarle, siempre con firmeza pero con amor. ¡A continuación te lo contamos todo sobre educación emocional!

Pero, ¿los niños de seis años también tienen rabietas?

Pues sí, resulta que cada vez que nos sentimos aliviados al creer que la etapa de rabietas ha llegado a su fin, ¡de nuevo comienza otra! Y es que, por mucho que nos veamos como expertos, algo sí que hemos aprendido, los berrinches cambian al igual que lo hace el propio niño. Por eso, donde una rabieta de un niño de un año es para cubrir una necesidad casi básica, las pataletas de un niño de 6 años tendrán un matiz diferente que los padres debemos saber comprender e interpretar.

Que un niño o niña de seis años tenga rabietas es lo más normal del mundo, pero no por ello debemos dejarlo pasar y no hacer nada. Como tampoco debemos dejar de preguntarnos de, si en el supuesto de que dichas rabietas sean muy seguidas o prolongadas en el tiempo, pueda esconderse un problema detrás como una baja autoestima, inseguridad, poca confianza o bien que nuestro hijo nos esté pidiendo más amor y pasar más tiempo con nosotros y no sepa otra forma de hacerlo.

El momento evolutivo de niños y niñas de 6 años

Los niños de seis años tienen un mejor manejo del lenguaje, así como un vocabulario más rico. Han aprendido muchas cosas que les hacen más conscientes y partícipes del mundo que les rodea. Seguro que ya te habías dado cuenta de ello, ¡crecen tan deprisa!

Según el informe 'Consejos de crianza positiva para el desarrollo saludable del niño' de los CDC de Estados Unidos, a los 6 años los niños ya tienen una gran autonomía (pueden vestirse solos, tienen mejor control de su cuerpo...) pero también tienen una mayor interacción social (los amigos se convierten en una parte esencial de su vida). Poco a poco van desarrollando grandes destrezas mentales, prestan menos atención a ellos mismos y se preocupan más de los demás.

Su evolución, junto con el desarrollo de sus capacidades, cualidades y habilidades les permite expresarse con más claridad y comunicarse mejor con sus padres, maestros, amigos y compañeros, pero todo ello no quiere decir que sepan desenvolverse bien en momentos de enfado o frustración o canalizar su ira de un modo tranquilo y nada agresivo. ¡Aún les queda mucho por aprender!

Educación emocional: parar los berrinches de los niños de seis años

Las pataletas van evolucionando poco a poco a medida que tu hijo crece (¡y ahora ya tiene seis años!) y, por eso, tu forma de acompañarle debe ser respetuosa y comprensiva igual que antes, pero a la vez un poco diferente. Estos consejos para parar los berrinches te serán de gran ayuda.

1. Habla con tu hijo y pregúntale cómo se siente
Los niños de 6 años, por mucho que hayan dado un buen estirón, siguen siendo pequeños, por ejemplo, aún tienen muchos miedos: a la oscuridad, los monstruos, que mamá o papá se vayan... Pero, por otro lado, saben muchas cosas, entienden mejor sus sentimientos y los de los demás, conocen qué es la empatía. Por eso, el primer consejo que debes tener claro a la hora de ayudar a tu hijo de 6 años a gestionar sus rabietas es hablar con él y explicarle qué comportamientos son aceptables y cuáles no.

Los límites los conoce, se los sabes de sobra, pues forman parte de las normas y los valores por los que os guiais en casa, no obstante, no está de más que hables con él, en un momento de calma, ya sabes que durante la rabieta no es buen momento, para reforzar y recordar esos límites, por qué son importantes y de qué modo os ayudan a todos. Y, recuerda, pregunta a tu hijo cómo se siente. Esto es muy importante dentro de la educación emocional que ofrezcas al niño o niña.

2. Diálogo sí, charlas no
Nada de charlas excesivas, regañinas, discusiones, castigos tipo 'te has quedado sin jugar o sin ir al parque' o cosas por el estilo. Tu hijo está en un momento evolutivo y de cambio muy importante por lo que necesita que te muestres firme, pero a la vez comprensiva, que vea que puede contar contigo, que se puede apoyar en ti.

3. Ofrece alternativas y apuesta por la negociación
Eso de los premios y los castigos no son lo mejor, de hecho, los especialistas no los recomiendan. Lo que sí es de ayuda es ofrecer al pequeño alternativas, apostar por el diálogo y la negociación. Por ejemplo, en momentos complicados para él como pueda ser la compra, ofrécele algo después como hacer algo juntos que le guste.

Mostrarse comprensiva ('entiendo que no te guste ir a hacer la compra'), explicar los motivos ('es necesario para hacer la cena y la comida de mañana') y dar recompensas inmateriales como la actividad juntos de después, da grandes resultados.

4. Los cuentos son recursos fabulosos
Los niños de seis años empiezan a saber leer y, además, su compresión ha mejorado mucho, por ello, los cuentos, los poemas y las fábulas en las que se hablen de las emociones, les pueden ser muy útiles para aprender más acerca de cómo se sienten ellos mismos en determinados momentos. Si ves que se identifica con algún personaje, aprovecha y haz preguntas cortas como: '¿qué crees que le pasa?', '¿piensas que se siente bien?', '¿qué habrías hecho tú en su lugar?'.

Por último si tienes un niño de seis años con berrinches, recuerda que lo más importante es que seas un ejemplo para tu hijo, que le acompañes en estos momentos mostrándote firme pero comprensiva y brindado amor incondicional, ¡el mejor que hay!

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